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«se cree que la gorra es la cabeza y el hábito hace al monje»

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Opinólogos y jilguerillos de la cuestión culturosa no cesan de pregonar el supuesto «bum» cultural que vive la frontera norte de México. La idea de que en Baja California se está gestando un moviendo cultural de repercusión universal más parece un prejuicio de inferioridad cultural o un desvarío de conciencia. Y, además, para colmo de los colmos, también se alega que la cultura local, es decir, bajacaliforniana, ha roto sus esquemas clasemedieros y se ha vuelto ya un fenómeno de aprehensión pluralista, es decir, de multiplicidad global. Pero, como decía Gramsci, por casualidad o razón tendenciosa, en este tipo de vaniloquios «se cree que la gorra es la cabeza y el hábito hace al monje».

La morra no se ha abierto de capa porque tú no le has dado quebrada

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Ganas no le faltan de darle rienda suelta a la lujuria reprimida que se carga. La morra no se ha abierto de capa porque tú no le has dado quebrada. La tienes cautivada pero no se anima a sacar a flote su putañería, te cree un hijito obediente. ¿No te la cogerías si se pusiera de pechito? ¡Mírale las regiones pudendas cómo las tiene! Las encantadoras tetas, las preciosas nalgas, y su changuito peludo que casi grita pidiendo disparos; ¿para qué te digo? No te apendejes, no dejes escapar ese suculento culo que la perra te ofrece. Hazla feliz, arrímale una verguiza; la está pidiendo a gritos, y tú ni reviras. Su única ambición, aparte de ganar lana, es disfrutar de un palo tras otro. ¡Imagínatela cómo aullaría de placer dándose unas sentadotas encima de ti! Ya parece que la escucho gritando 'más, más, más'... y desmayándose en el éxtasis. No te inhibas, pendejo, ajérale y verás que se mocha. Suéltale cualquier verbillo balazo y te capeará.

pretenden estar fuera del rol político

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Los "intelectuales" son mezquinos porque se ligan al poder, cumpliendo la función de difusores de una cultura abstracta, individualista y de casta. Artistas y escritores viven estrujados por las contradicciones, usando como parapeto la «sensibilidad» y fiados por una filosofía de «intuición», pretenden estar fuera del rol político.

Conaculta, Coca Cola, Televisa, etc

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Tanto en el aspecto socioeconómico y en su dinámica culturosa, la pequeña burguesía se haya condicionado porque así conviene a sus intereses materiales e ideológicos, por una parte, por la política cultural del oficialismo institucional, inducida por la dádiva, la artificiosa promoción mediática y el cuatachismo; y, por la otra, en razón de la incapacidad de lograr por méritos propios abrirse como grupo independiente y proyectarse mas allá de la periferia por medio de sus talentos y virtudes. Su actividad no relumbraría —ni la pueden llevar a cabo— sin la ayuda y colaboración de las instituciones culturales y de sectores dominantes de la iniciativa privada (Conaculta, Coca Cola, Televisa, etc). Sólo así son capaces de hacer ruido y sentirse los protagonistas del ilusorio auge cultural que vive la frontera norte de México, un espejismo que consideran una hecho cierto, sin darse cuenta que se trata de una engañifa más de la oligarquía que detenta y controla rumbos de la cosa pública

como los monos enjaulados que buscan encontrar la salida para hacerse hombres

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Pareciera que la pequeña burguesía no tiene modo de superarse. Sus miembros se creen muy supersensibles cuando hacen ruido con sus trompetas y falsean deliberadamente su nihilismo, pavoneándose en la protesta como descarados esnobistas. Son como los monos enjaulados que buscan encontrar la salida para hacerse hombres; no quieren libertad, solamente una salida, sea hacia la derecha o la izquierda; por donde esté no importa. En el ambiente del «yetzet» culturero aparecen como tipos solidarios que luchan en abstracto por las causas sociales en favor de los pránganas; pero lo hacen sin conciencia de clase, dada su condición clasemediera.

se portan como si fueran gitanas legítimas

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Ah, y cuando fingen indignarse hasta se portan como si fueran gitanas legítimas. Señoritos de caca que salen a darse baños de pueblo, restregándole al desmesurado espíritu la unción de la ignorancia y la plañidera cursilería.