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Mostrando las entradas de junio 15, 2008

LA SOCIEDAD DE LOS TRASEROS

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EN BUSCA DE LA SOCIEDAD DE LOS TRASEROS Al analizar y documentar con perspicacia las lacras de las instituciones fantasmagóricas, el máster Raúl Prieto de la Loza , en su libro «Madre Academia» (editorial Grijalbo , 1981), acertadamente apunta que «México es un país que hizo una revolución para darse gobiernos de contrarrevolucionarios, es un país que emprendió la reforma agraria para que los hacendados porfiristas fueran sustituidos por los pequeñopropietariolatifundistas, y es un país que instauró la democracia para fundamentar a la plutocracia oligárquica más hipócrita de la historia» [La Academia Naca, página 684]. Y son pan de cada día los practicismos clientelistas que agudizan la desigualdad social y los privilegios, como en los vaivenes de la cultura oficial prevalece todavía eficacia de sugestión para estimular e impulsar los perendengues de la «intelligentzia» alquilada a la distrófica razón de estado. O sea, una «práxis» político-cultural de astucia mezquina y

CANIS POETICUS

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CANIS POETICUS A veces sin dinero bailan los perros aunque se pregone lo contrario se portan mejor que algunas mujeres su amor al prójimo es gratuito fieles como la humedad al agua pero hay de perros a perros perros cirqueros perros falderos perros con dueño tanto que perros callejeros los oigo ladrar los oigo cantar estrofas de aullidos trovadores de la rabia que saludan hasta desmorir de emoción los únicos que se nos ponen al tú por tú si antes los palos no aplacan sus quejas los únicos que no zigzaguean cuando van heridos y aun tristes levantan sus colas perros como los poetas mejor dicho al revés poetas como los perros unos lamben otros muerden •

DOÑA LENCHA

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DOÑA LENCHA Porque nadie te invitó a quedarte ya no estás aquí aunque podría decir que sí porque todavía nos haces llorar porque nos asaltas estabas antes prendida en la memoria fresca como niña recién parida ridícula como ángel kitsch retoño de nervios pedías un cigarro a escondidas y nos regañabas con aquellos reproches de enojo fingido inofensivo con gritos que no dolían cara al cielo con tus de arrugas junto a ti te moriste en las paredes de tu esqueleto •