Entradas

Mostrando las entradas de octubre 19, 2014

Pirujeando en la «Tijuanita»

Imagen
Pirujeando en la «Tijuanita» Ahora solamente cargaba unos cuantos chelines en la roñosa billetera. Quién lo hubiera imaginado, había sido yo el dueño de una pesada marmaja que valió madre en seis meses. Los siniestros amores cuestan un alto precio y son efímeros. Por falta de morlaca la relación erótico-pasional llegó hasta donde llegó el último dólar. Lo mejor era pintar venado para otros lares. Ya nada había qué hacer en Hermosillo. Por lo que ya se sabe, las circunstancias en que se encontraba la Raquel no eran dignas de jactancia vocinglera por acrisolados «logros» que se obtienen en la vida. No, más bien lo que su alma develaba era pesadumbre y animo acongojado. La doctora taloneaba el billete en la puteada, y no precisamente en un bulo de categoría, sino en el jardín Juárez, un parque donde crecen verdes enredaderas y pechugonas rameras; un lugarejo mejor conocido como la «Tijuanita». De aquella exitosa mujer, decente, talentosa, trabajadora, responsable y discip