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Mostrando las entradas de enero 18, 2009

LA LEY DE LOS INSTINTOS

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LA LEY DE LOS INSTINTOS He respetado el statu quo tanto como me lo ha permitido mi libre empresa. Mientras la muchacha ha permanecido sentada más de cuatro años en clases, comiendo los mismos alpistes y escuchando las repetidas cantaletas de siempre. Mientras otros aprenden a guiarse por la ley de los instintos de manera diversa, reclamando solamente la espesura del anonimato, sin la tradicional pedantería de integrar motivos particulares a la vida social. Es tradicional la pedantería hasta en el sentido común, en la razón sana. Tengo fe en lo absurdo, en la caída de la letra p de la palabra salmo (psalmo), salterio (psalterio). ¿Porqué no en pseudo, psicología y psicosis? Son ociosas las grafías. Del intelecto hacia la intuición, las ubres henchidas que se han entibiado. La ignorancia es una maestra indiscutible, dominada por las virtudes tontas más elementales. ¿Qué es el pudor? Vergüenza, recato, timidez. O lo que quiera el impúd

INCONCIENCIA DE LA ESTRUCTURA DEL YO

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INCONCIENCIA DE LA ESTRUCTURA DEL YO Cambiantes estados de animo suelen dar lugar a trozos de poesía y torturas síquicas. Esta osadía es la consecuencia más esplendorosa de la verdad poética, del tributario trabajo del místico reaccionario que se construye en la inconciencia de la estructura del yo. Por eso la palabra es el falo del espíritu. Por eso la poesía no puede ser dominada por el sujeto. Se necesita el delirio ciclotímico. La poesía con dignidad, no el signo vago de información en un manojo de traumas. El paquete les ha quedado grande. Dice Gaspar Melchor de Jovellanos que la poesía ocupa el lugar del lenguaje y ocupa los oficios de la razón. Los poetas escriben como queriendo no existir. Los he visto caer un letargo mental que confunden con la inspiración. Escriben para darse gusto, para la resurrección verbal. Pero ¿qué poema traigo impreso en mis retinas? La invertebrada concepción de la nada. Me repugnan los tontos que no tienen oído musical. No

PUTERÍAS DESAFORADAS

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PUTERÍAS DESAFORADAS ♦ Parece que alguien contempla al mundo con una cámara fotográfica. Se han extraviado las pasiones. Aquí cabe todo, menos la poesía. Mein lieblings dichter, mi poeta predilecto. Se exhala un olor a descomposición. El sol está en su cenit y el alma no es más que un vapor. —Que la gente no conoce el estado de los espíritus. ¿Quién dijo eso? ¿Dónde está pues el espíritu? ¿Se esconde en un cesto de ropa sucia? Le da golpes a la tapa del ataúd. Antes de que te mueras déjame entrar a tu vagina, señora poeta. Devolver el cadáver a la tierra. Sí, pero antes quítame el calificativo de puta y te daré este nido de piojos blancos, este cacharro de pulgas de burdel, este bebedero de vibraciones lubricas, este receptáculo de peces carbonizados, esta planicie empastada de carne sudorosa. Turista del paraíso sexual cuya extraversión lingüística sobrepasa los menesteres de la textualidad académica. Y no se puede hacer nada para mitigar