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Mostrando las entradas de noviembre 29, 2009

EL FEMINISMO Y SU BAUTISMO DE FUEGO

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EL FEMINISMO Y SU BAUTISMO DE FUEGO Las mujeres no decidieron ser feministas. Su presunta liberación no es más que una concesión burguesa otorgada por el orden establecido. Y precisamente por el orden político militar fueron desarraigadas de su lugar y lanzadas al mercado debido a la depauperización. A principios de los años cuarenta esta procreadora de la vida fue reclutada como obrera en las fábricas de artefactos de guerra de los Estados Unidos. No habiendo machines que maquilaran los artículos de la milicia, la mujer suplió al hombre que se encontraba en el frente. —Ése fue su bautismo de fuego; la muerte misma de la femineidad. Y los derechos que la mujer adquirió se fundamentan en la determinación de agresión imperialista. El estado la chantajeó para que rompiera con el contrato social del matrimonio, y ella, creyendo en una supuesta liberación, salió de su nicho ancestral. En Alemania, milicias de mujeres llamadas las rexisas colaboraron con los nazis durante la ocupación de B

MOJIGATERÍAS «OPENMAIND»

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MOJIGATERÍAS «OPENMAIND» Hay gente mojigata que presume de muy "open mind", pero lo cierto es que nada tiene de liberal. Muchas veces detrás de una fémina que muy mofletuda se las madrea de progresista, manumitida y desoprimida de moralinas, se esconde una rapavelas de tres barandas, traumada hasta el tuétano por los convencionalismos absurdos que se carga. —Cuántas manolas no hay con doble máscara porque se avergüenzan de pertenecer a los cucufatos. Cuando se descubre el prejuicio ultraconservador en las palabras no hay manera de tapar el dedo con el sol (como diría el Roberto Putacazo ). Y por más que zangoloteen las cucarachas peludas para anunciar que se es de mente abierta, de avanzada, en el discurso brota la rancia gazmoñería que controla. Un ejemplo de esta doblez lo denota la plastiquera actricilla Ana de la Reguera (que pese a todo, la ruca tiene un culito muy aceptable, dicho sea de paso); y es que la mina susodicha omite llamar a las cosas por su nombre, mientra