«se cree que la gorra es la cabeza y el hábito hace al monje»
Opinólogos y jilguerillos de la cuestión culturosa
no cesan de pregonar el supuesto «bum» cultural que vive la frontera norte de
México. La idea de que en Baja California se está gestando un moviendo cultural
de repercusión universal más parece un prejuicio de inferioridad cultural o un
desvarío de conciencia. Y, además, para colmo de los colmos, también se alega
que la cultura local, es decir, bajacaliforniana, ha roto sus esquemas
clasemedieros y se ha vuelto ya un fenómeno de aprehensión pluralista, es
decir, de multiplicidad global. Pero, como decía Gramsci, por casualidad o
razón tendenciosa, en este tipo de vaniloquios «se cree que la gorra es la
cabeza y el hábito hace al monje».