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Mostrando las entradas de diciembre 22, 2013

aunque son más finas las cuestiones amorosas

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Desplaye de histeria biográfica  / no todo depende de la erección del pene para borrar la morfología de los distingos genitales ¡verga! para simbolizar la presencia del hombre hoyo / orificio vaginal / panocha o hachazo del Diablo para seg regar los reductos de la «periodicidad íntima» (placer parto y dolor) Biblia de machos dominantes (meroliqueramente metafísica) y eterno castigo a la delictiva Eva / vulgar chupapitos y a mí que tanto gustaba la pinchi ruca absurdo y deplorable misticismo  / sabor a nostalgia / elocuencia ambigua determinismo mecanicista  / moneda corriente / distorsiones históricas aunque son más finas las cuestiones amorosas entonces, ¿Newton y Copérnico fueron los causantes de todos los males   sucedidos durante la revolución industrial? época patrañera de la peor refriega irracional ortodoxia / pecados y diezmos / razón por superstición compendio antibrujería —malleus maleficarum— incusa herejía a la carcajada materia / paganismo y mu

aquel el chamaco pendejo

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Extravíos de la mente humana  que aún cree que el mundo se hizo en seis días y no por albañiles sino por la voluntad etérea de un bato a quien la zancada ascética del viejo cristianismo  le encasquetó el nick-name de Dios divinidad decrépita y jubilada hacedor de seres imperfectos a su imagen y semejanza o —según dijo David Hume ¿no sería ese tal Dios aquel el chamaco pendejo que avergonzado dejó el mundo a medio nacer?

Si empiezas las cosas por el incio jamás las acabará

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Si empiezas las cosas por el incio jamás las acabará

quien más alardea de imparcial más se deja llevar por los prejuicios

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En una carta que George Orwell escribió el 28 de julio de 1949 a Richard Rees, el autor de 1984 revela sus dudas acerca de las apreciaciones estéticas. «Todo es juzgado —le dice Orwell a su amigo— según criterios políticos a los que después se da un disfraz estético». Y muestra algunos casos peculiares: «Por ejemplo, el que Eliot no vea nada bueno en Shelley ni vea nada en Kipling tiene que deberse, en el fondo, a que uno es un radical y el otro un conservador, a su manera». ¿Tendrá razón Orwell cuando declara que quien más alardea de imparcial más se deja llevar por los prejuicios?

Como el agua es para el pez; así es para un intelectual la solemnidad mamona

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Como el agua es para el pez; así es para un intelectual la solemnidad mamona