¡Pero cómo chingados te vas a fletar una caguama?

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El punto de vista, cuando no degenera en una simple metáfora, puede ser una visión del mundo que se reduce a solipsismo; lo que, desde el punto de vista filosófco (o concepción del mundo), da lugar a formas de irracionalismo y arbitrariedad que intentan —por ejemplo— extinguir los males del mundo con otras calamidades. En tal cas ...o, se trata de elevar la ideología a categoría de sistema filosófico, sirviéndose para ello de una metodología pragmática y derivada de una política de inmediatez que no mide las consecuencias; y que no le importa descuartizar al mundo, porque su fin ulterior es, precisamente, fragmentar la realidad, a la que únicamente se le otorga valor instrumental.
Citaré un ejemplo gramsciano para hacer más entendible el dato.
Le preguntan a un chilpayata culturosa:
—Mira, cabrona, tú tienes una caguama, pero le das la mitad a tu carnalito. Ahora dime: ¿cuántas caguamas te vas a chingar? —y la pendeja responde—:
—Pos, una caguama.
—¡Pero cómo chingados te vas a fletar una caguama? ¿Qué no le diste a tu hermano media caguama?
—Pero yo no se la di.

Desde la perspectiva hegeliana podría ejemplificarse así:

—Queremos que todos los hombres, mujeres y niños despierten, que abran los ojos al mundo. Pero con la condición de que permanezcan en sus camas y en sus cunas.

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