Francisco Morales en la dote cultural de nuestras miserias locales




Y el poeta, compinchado en la rémora de las instituciones cultureras del gobierno empresarial (IMAC, CONACULTA, FONCA, ICBC, CECUT), proporciona sus instrumentos teóricos y recursos retóricos para un mejor proveer, sin causa de resquemor, diatriba o reproche; sin anatema despreciativo o rebeldía desbocada. 

Pues, una vez timado, acomodado, apapachado, aleccionado, escindido de sus convicciones, cauterizado en su radicalismo y reconciliado con el «estatuskú», el men, como buen hijo de la perezosa ciudad, adopta entonces un airecito de unción y bobería como el que refleja un ángel de retablo.

 Y la murmuración no es infundada, pues como joyita del muestrario es el nicho que le fue reservado al Francisco Morales en la dote cultural de nuestras miserias locales.

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