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PEGAJOSO FAVORITISMO Y FINGIDA IMPARCIALIDAD [EN LOS PREMIOS ESTATALES DE LITERATURA]

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PEGAJOSO FAVORITISMO Y FINGIDA IMPARCIALIDAD [EN LOS PREMIOS ESTATALES DE LITERATURA] «Para vivir como artista dejé de trabajar hace unos diez o doce años. Fue sumamente desagradable para mí. Ni siquiera puedo decir que mi decisión fuese un asunto de elección. Tenía que hacerlo o moriría de aburrimiento. Por supuesto, no me pagaron para dejar de trabajar y vivir como artista. Pronto llegó el momento en que tuve que mendigar un pedazo de pan. Aquellos a quienes les pedía pan o abrigo me contestaban cosas extrañas. Hermano, me dijo un hombre, ¿por qué no guardas dinero para los días de lluvia? Otro me dijo: abre tu corazón a Dios y serás salvado. Y otro: únete al sindicato y te encontraremos un trabajo y podrás comer y tener un lugar para dormir. Ninguno me dio dinero, lo cual era todo lo que yo pedía. Me di cuenta de que estaba condenado al ostracismo y de que, si uno elige vivir su vida a su manera, debe pagar el precio»

PEQUEÑO PERIODISMO MIOPE Y ESTÚPIDO [O EL CUENTO DE LAS MIL Y UNA BARRABASADAS]

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PEQUEÑO PERIODISMO MIOPE Y ESTÚPIDO [O EL CUENTO DE LAS MIL Y UNA BARRABASADAS] «Se trata de hacer ver que tenemos una cultura, que tenemos un gran filósofo, un gran genio literario, pero que nadie vaya a preguntar qué hay detrás de las páginas que nadie lee». Eduardo Subirats FRIOLEROS DE MENTALIDAD GELATINOSA Los síntomas crecientes de la estupidización gacetillera obligan a plantear si tal estado de melolenguez es meramente una aguda fase transitoria en la corrompida y degenerada actividad periodística de hoy en día. Para barnizar los hechos con simples apariencias, y a falta de alcances cognoscitivos, no queda otra salida que llamarle juicio estético a las vulgares actitudes sicológicas. —Amargo testamento para los pocos bienpensantes en el devenir histórico cultural. Y ha de ser un tema muy apasionante interesarse por individuos del yetzet culturoso y bregarles complacencias y algunos cálculos que indiquen hasta el 85 por ciento de lambisconerías. —Y para eso n