DOÑA LENCHA


DOÑA LENCHA

Porque nadie te invitó a quedarte
ya no estás aquí
aunque podría decir que sí
porque todavía nos haces llorar
porque nos asaltas
estabas antes prendida en la memoria
fresca
como niña recién parida
ridícula
como ángel kitsch
retoño de nervios
pedías un cigarro a escondidas
y nos regañabas con aquellos reproches
de enojo fingido
inofensivo
con gritos que no dolían
cara al cielo
con tus de arrugas junto a ti
te moriste en las paredes de tu esqueleto •

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