28 de diciembre de 2011

obscenidad, inmoralidad y atentado a las buenas costumbres


¿Cómo se define lo obsceno? ¿Obscenidad es lo que yo vierto y posteo en mis textos e imágenes? Para afirmarlo no solamente se requiere un rasero moral, también se necesita echar mano de los criterios estéticos. Pero ¿cómo determinar la supuesta obscenidad? ¿Mirar a una pareja en el pleno ayuntamiento carnal es obsceno? ¿Acaso con la supresión del flujo informativo y el aniquilamiento de páginas virtuales se a salvará a la juventud de las garras de la perdición? ¿Acaso no hay obscenidad, inmoralidad y atentado a las buenas costumbres en las acciones de los ineptos y corruptos desgobernantes de la cosa pública en el momento entregan a la oligarquía financiera y a las transnacionales las riquezas de los mexicanos, el petróleo y la energía eléctrica? ¿Fue muy moral y apegado a las buenas costumbres que un presidente usurpador eliminara de un chingadazo la fuente de trabajo de 20 mil trabajadores electricistas? ¿No es obsceno e inmoral el entreguismo descarado del FECAL, cómplices y achichincles hacia las corporaciones trasnacionales? Seguramente cometer fechoría y media, explotar al trabajador y hundir al pueblo en la miseria y la ignorancia han de ser acciones muy morales. Sin duda saquear al país, ensangrentarlo, arruinar el peso y dejar deudas de poca madre han de ser buenas costumbres. Así ponen las cosas en su lugar: justicieramente valoran «lo que sí» y «lo que no» Bien por por mí, ben por ustedes, bien por ellos y por ellas; porque sólo después de tales reajustes pueden continuar las cosas como deben proseguir; sólo así puede ser posible el espíritu inaugurado por Petrarca y retomado por Erasmo y Voltaire para reanudar la marcha. O sea, para que siga supurando pus la llaga de la reacción.

20 de diciembre de 2011

La sofística es el arte de traficar con sabiduría aparente


«Cuando un locutor ataca o adula a un gobernante, mediante la erística y la sofistica, es fácil detectar que se trata solo de un charlatán que con astucia consigue una buena remuneración. Y te preguntarás ¿Qué es la erística y la sofística? Pues bien, cuando Aristóteles intenta hacer comprender la diferencia entre un argumento y lo que se le parece pero no lo es, descubrimos la falacia, y en esta distinción va elaborando su teoría argumentativa sólo superada por el número de falacias que podemos encontrar en los discursos. La erística y la sofística, son definiciones de argumentos falsos, falacias en todo caso. Se diferencian entre si de acuerdo al fin que persiguen. La sofística es el arte de traficar con sabiduría aparente, con el objetivo primario de enriquecerse. Allí es donde se desmienten quienes utilizan el micrófono o la columna de opinión para enriquecerse, pues es muy fácil mentir ya que la argumentación debe ser apenas verosímil y no exacta. Estos personajes han desarrollado un pico de oro, que les permite estafar a quienes no dominen el lenguaje y no sepan de comunicación. Además cobran duro. La sofística proviene de los sofistas griegos que enseñaban por remuneración, lo que les llevó a utilizar sus métodos de espaldas a cualquier intento de obtener la verdad. La erística utiliza la sabiduría aparente con el fin de alzarse con la victoria en cualquier disputa, es hacer prevalecer la opinión sea como sea» [David Javier Medina, Armas de distracción masiva en Guayana].

Uno de sus tantos amantes le pregunta


Uno de sus tantos amantes le pregunta ¿qué es lo que busca en los hombres, si de ellos nada recibe? Ella contesta que solamente quiere conocer sus virtudes y defectos. Una mujer --dice la doncella-- que no conoce bien a sus amantes es como un hombre ciego y sordo. Se obtienen muchas ventajas conociendo a los hombres; conocerlos me permite dominarlos y al dominarlos yo triunfo en la vida, pues en el futuro quedarán sujetos a mis caprichos. No les pido que me amen, solamente quiero que me hablen de su vida, que expongan sus ideas, sus anhelos, que me digan cómo piensan. Es de suma importancia para mí conocer la fortaleza y las flaquezas que ellos tienen.

"profilaxis antinsurrecional"


El cacique global ha sido desafiado por receptores críticos y activos, militantes. Está furioso y decide actuar sin ningún miramiento ni congoja; usa como parapeto el 11 de septiembre (no el chileno sino en neoyorquino) y retuerce la ley, y con anuencia de las bestias portadoras de todos los atavismos ancestrales que integran el aparato hacedor de leyes y el órgano impartidor de justicia, asalta las tullerías del internet dispuesto a realizar la "profilaxis antinsurrecional" en contra de los remisos chateros, cibernautas inconformes y propagadores de libelos electrónicos, incluyendo a inocentes imeileros. La batalla se cifra en el campo virtual donde no se puede identificar de manera concreta y tangible al enemigo, las acciones tendientes a reducir o eliminar las fuentes de la herejía y la estrategia deben ser aplicadas en forma generalizada, sin distingo alguno (mientras no se demuestre lo contrario, todo individuo es sospechoso de tener vínculos con organizaciones terroristas, o sea, de ser catalogado como un "combatiente ilegal").

superestructura emocional


El máster Pepe Revueltas afirma que en el momento en que la razón se disfraza, parlando el lenguaje de Esopo, los filósofos han de convertirse en perros, caballos, elefantes o cabrones que hablan y piensan antropomórficamente a través de una «crítica» elusiva, indirecta, pusilánime y complaciente. Ascesis de escribir sin decir nada o puerta abierta al oportunismo, la doblez y la ambigüedad: el escritorzuelo, articulista o gacetillero, mediante imposturas y falseamientos, se sirve de dicho lenguaje; y cuando es llamado a moverse teóricamente, lo hace aplicando groseras fórmulas anfibológicas o lanzando lisonjas de filisteo con el fin de acomodarse u obtener la prebenda de rigor. De esa manera, su «crítica» merece ser leída o escuchada, se vuelve glorioso ejemplo y se acepta el meritorio discurso porque se ha desprendido del «núcleo racional» —transustanciándose en una «crítica-acrítica»— en la que prevalecen únicamente los raseros de la «superestructura emocional», de una conciencia vacía de contenido que opera con el puro entusiasmo o el optimismo. Entonces, se logra el propósito de que las palabras ya no digan nada. Como afirma Revueltas: «Las palabras pierden por completo la significación que indican, como ocurrió con la ideología cristiana por los tiempos en que el agitador Savonarola intentó restituir las vaciadas significaciones a la pureza original de su antiguo contenido. La horca hizo pagar a Savonarola su osado proyecto de arrancar a la fe religiosa de su optimismo y complacencia ideológicos, y las palabras continuaron vacías» [Dialéctica de la conciencia, libro 20, p. 225].

El lenguaje antes de ser científico fue artístico, lo inventaron cazadores y guerreros.


El lenguaje antes de ser científico fue artístico, lo inventaron cazadores y guerreros.

Mujer tolonguera


Mujer tolonguera, es decir, valiente. Tolonguera es un terminajo derivado de tolongos, que mi Diccionario de caló fronterizo (Editorial El Charquito, 1984-2004) registra en su correspondiente entrada. tolongos. Testículos; referidos en acepción vulgar a los güevos o cojones. Construcción: "El bato se agarró el cuerito de los tolongos con el zíper del tramo" (Voz popular).
Véase: Tanates; Saladitos; Güilotas; Bolas; Aguacates; Pelotas; Maracas.

lo que hace falta ante esta confusión degradante


Los problemas culturales que ocurren en la conciencia y el entorno de las clases pobres, marginadas, paupérrimas y miserables de las sociedades latinoamericanas, y en las que el grueso de la población se constituye por mestizos e indígenas, son cuestiones centrales en los —hoy de moda— estudios culturales. Y no está de más decir que dicha labor académica se disfraza como lucha literaria desde las entrañas de la burocracia político cultural. Y vaya manera de incursionar en las insensateces y los cretinismos. Fingiendo que promueven el bienestar cultural para las clases desposeídas, y abogando fórmulas y recetas totalmente erróneas, cuando no ridículas y disparatadas, olvidan la verdad artística (o sea, histórica) y en sus conclusiones no ofrecen nada que no sea una actividad “cultural” de güevonería intelectual encaminada a matar el tiempo y a desmoralizar a la plebe que quiere organizar su vida en alternancia con una evolución cultural. Futilezas y más futilezas en íntima relación con la subcultura chatarra. Esa es la lógica cultural del capitalismo tardío, como dice Fredric Jameson. Pero, como sentencia un teórico renuente a renunciar al marxismo, lo que hace falta ante esta confusión degradante, es un desafío directo al orden existente en la política y en el arte, una verdadera rendición del mundo por medio de cualquier modo formal que el artista disponga. Esto significa, en primer lugar, vencer la crisis actual que existe en la perspectiva artística.

legó, cojo y me voy


¿Para que tanto adorno y rimbombancia cretina? El trayecto para llegar al afluente de los hidrófilos genitales es corto y el troquelado del proceso de estampón también es muy fácil: con la desenvoltura de un «pleyboyín», el bato llega y conoce a la ruca; acto seguido la embabuca; se la ensarta y luego «babai», ai te ves. El paralelo de las transacciones es para satisfacer la egolatría sexual (llegó, cojo y me voy).

Al diablo con lo demás


En la panocha está el poder magnético de la jermu. Al diablo con lo demás. Es la fricción de los órganos genitales lo que más importa.

vocingleras de ripios neofeudalistas y ridículas paladinas del patriarcado


El placer, como a veces el canto poético, deriva de los vínculos del engaño y la manipulación, del postulado de dar y recibir satisfacción. Qué loable intención didáctica. Egoísmo y adoración como principales alimentos espirituales de una relación amorosa-sexual, casi feudal como la que le incumbe a una dama y a su séquito de vasallos. El autosacrificio de la fémina es una autodestrucción porque en la clara idolatría que suscita el mito, lo que se denomina naturaleza femenina es un producto totalmente artificial. Se ha injertado en la idiosincrasia la creencia de que la naturaleza forjó a la mujer, dotándola de dulzura, encanto y delicadeza. Y muchas poetas (y no poetas) son vocingleras de ripios neofeudalistas y ridículas paladinas del patriarcado que se han allanado a la dependencia sexual creyendo que se trata de un acto de afirmación. Abstracción cosificada y mella de confusión entre feminismo y mojigatería:

¿Cuándo hubo en Tijuana una buena casta de poetas?


¿Cuándo hubo en Tijuana una buena casta de poetas?
alegórica mistificación social que exagera las virtudes
al ingerirse el bálsamo de los halagadores bromuros
de las connotaciones peyorativas no quieren saber nada
sumidero de modorra colectiva
el prángana de los arrabales no es dueño del poder
tampoco del espíritu
de nada
hay incapacidad para comprender y aceptar la vida
¿Y cómo saben los poetas que son poetas? •

9 de noviembre de 2011

la manera en que se deshilacha el periodista


Pregunta: «¿Cuanto les pagó Castro Trenti —dice un voyerista lector— por esta lavadita de cara? Jajajaja. Creo que el “directorcillo” de este panfleto trabaja en el Sol de Tijuana, que tiene compromisos con ambos: Hank y Castro Trenti. Ya vimos para quién trabaja Diez4. Jajajaja».

http://diez4.com/diez4/2011/extra-extra/la-viada-de-castro-trenti/#comment-1210

Respuesta: Pues, según se cuenta en el bajo mundo de la gacetilla tijuanaca, son diez mil lucas lo que reciben por mesada las prostitutas del fanzín DIEZCUATRO por amazacotar esa clase de embutidos…
Junto con pagado, y en los términos en que se garrapatean las notitas deisinformativas de la renacuaja revista DIEZCUATRO —y por antonomasia de la mayoría de las pápiros— se avizora que en tales condiciones cualquier pelagatos de poca sesera puede llegar a ser un encumbrado "periodista" (rapapolvos como el Marco Tulio Castro, padrotín del forliculario de marras, faltaba más).

Ejemplos por carretadas existen para dar fe de la manera en que se deshilacha la figura del periodista cuando el aprendizaje de su profesión es tan chevere como la putería y se ejerce a la bravota. Sin embargo, hay cabrones que mejor prefieren estarse cogiendo una puta que dilucidar chingaderas como las que aquí y allá se adoban...

PASARELA DE CRETINOS



HOY TOCA A LA ELIZABETH ALGRAVE
Z.
Muy zorrocloca para el camelo nos ha salido la exfuncionaria culturosa. Ante todo, la estrategia del loro enyerbado; cotos de lambisconería y complacencia en torno a la nada. Más que a una literata, la licenciada Algrávez semeja a una repugnante vieja alcahueta. Y pobre de aquel tontoculo que caiga hechizado y se deje llevar por esa “límpida sinceridad”, pues acabará contaminado de jeringas, excremento y basura. Toda la verborrea que la ruca suelta en su bártulo es pura cábula; detrás de su frenesí se aboceta un acto de politiquería barata. La comadre Algrávez debería de comportarse educadamente y bajarse un poquito de la demagogia para evitar que sea mayor el desprestigio que se carga. Es cosa ya de desvergüenza comparar al Gilberto Licona, partidario de la inoculación mediocre de la literatura, con el «yo trascendental» de un Paul Verlaine, de un Guillaume Apollinaire, de un Vicenzio Cardarelli o de un Camillo Sharbari. Desprovista de hueso alguno que mordisquear, ahora a la señora Algrávez tiene tiempo suficiente hasta para evangelizar canónigos. Pero sus planteos no se pueden aceptar, pues habla de un refinamiento exagerado en pro de los textos del Gilberto Licona y, prescindiendo de un mínimo análisis estilístico, arenga en sus parrafadas que el mentado libraco, «Bajo la noche tijuanense», es un detonante de «auténtica poesía», de «bendita locura» y «que ha sido preparado con gusto y con pasión, además de finos ingredientes y buena mano». Detrás de ese aprecio y magnánimo reconocimiento hay un discurso plastiquero y de mucha soba, amontillado en la ingenuidad, la ignorancia y la conveniencia camelera. Jaleo de bombo y palma, tiroteo de cohetes cortijeros y retintines de campanillas y cencerros.
Al chendear al Gilberto Licona como si fuera un artífice de altos grados de elaboración estética, la repentista Algrávez subordina la literatura a la metafísica, porque volteándole al bato la cachaza de excelso poeta, lo que se descubre en tal bambolla es la pinta real de un tosco y apresurado contrabandista literario.

prejuicio de inferioridad cultural


Opinólogos y jilguerillos de la cuestión culturosa no cesan de pregonar el supuesto «bum» cultural que vive la frontera norte de México. La idea de que en Baja California se está gestando un moviendo cultural de repercusión universal más parece un prejuicio de inferioridad cultural o un desvarío de conciencia. Y, además, para colmo de los colmos, también se alega que la cultura local, es decir, bajacaliforniana, ha roto sus esquemas clasemedieros y se ha vuelto ya un fenómeno de aprehensión pluralista, es decir, de multiplicidad global. Pero, como decía Gramsci, por casualidad o razón tendenciosa, en este tipo de vaniloquios «se cree que la gorra es la cabeza y el hábito hace al monje».

Me pelan la gáver los pinchis culturosos...


Me pelan la gáver los pinchis culturosos...

entre oportunistas conversos, esnobistas de palabrería confusa y faramalleros


La mayor parte del ambiente cultural y de la actividad estética que prevalece en Baja California equivale a una letrina de panboleros, regenteada por bribones calabobos; una oquedad de la cual solamente salen chasquidos de mediocridades y de vocecitas marrulleras, miméticas y acartonadas, condenadas a la simplificación y al ornamento bobo. Tristes aldabonazos de un silencio que se comprime entre oportunistas conversos, esnobistas de palabrería confusa y faramalleros meta poéticos sin formación epistemológica alguna. Dicho de otra forma: la cuquería de arrimarse a mamarle la polla a los que parten el queso.

bufón, títere o mamarracho


Tras ese umbral de espectacularidad circense es posible cercenar las partes más inalienables del arte y la cultura, haciendo posible lo que antes parecía ser imposible de concebir y que el esteta o productor de objetos literarios esté dispuesto a rebasar los límites del romanticismo, desempeñando faenas de tamborilero, bufón, títere o mamarracho. Ya lo anticipaba Proudhon, habiéndose acabado el tiempo de la idolatría de los hombres excesivos, solamente queda recurrir al publirrelacionismo y cobijarse en la propaganda mediatizadora.

Fabulaciones como sedantes ideológicos


Y, justamente, para disipar, superar y paliar las antinomias está el oropel ideológico. Fabulaciones como sedantes ideológicos para que el renegado social no sea capaz de matar tan siquiera a una mosca. Y en tales maniobras, hic et nunc, intervienen los propagandistas culturosos más rapaces y la escoria de la bohemia artistera que hay en Tijuana, legitimándose con mucha humildad —postiza— como representantes del populacho fronterizo. Y lo que ya no sorprende ni tiene nada de extraordinario es que sus propósitos e intereses particulares se encubren como si fueran intereses comunes de todos los miembros de la sociedad.

superhombres de las artes y las letras


Y a partir de que se diseña el enfoque institucional de la cultura, sus partidarios, apologetas y adalides saltan de burracas a superhombres de las artes y las letras como si fueran encarnaciones del propio del S. Zaratustral. Conviene a los intereses del bloque dominante cohesionar y amortiguar el rictus de la lucha de clases desde la colmena culturera, sacándole el mayor partido al estatus epistemológico y al valor interior de las conciencia, aprovechando que el orden de las precisiones intelectuales jamás coincide con el orden de los hechos históricos. Por eso cayó Hegel —dice Marx— en la ilusión de concebir lo real como resultado del pensamiento

exquisita sensibilidad prefabricada


Para hacer alucinar a profanos, según dicen ellos, y algunos de sus compinches, que son promotores (y, además, culturales), pero yo digo que son publicistas del parpajo espectacular y de la defección artistoide. ¿Y quién les envió ese soplo de exquisita sensibilidad prefabricada? Cuando no hay silencio, toda respuesta de su parte queda a merced de la irracionalidad o se reduce a un «chinga tu madre, Charcomen».

como charlatanes y mentiroso


Con justa razón la personalidad moral de los intelectuales no es reconocida ni respetada por la chinchina, quien instintivamente, y de modo parecido a una desconfianza jansenista, los mira igual que a los políticos, es decir, como charlatanes y mentirosos. Por su sometimiento a la hegemonía institucional del discurso demagógico, el pueblo los desprecia porque sus propuestas no tienen resonancia en la sicología de la jericaya ni su conciencia compagina con la idiosincrasia de la macuarrada. Y es que si los promotores culturales asumen una tendencia hacia el pueblo, tal acercamiento podría significar, como aseveraba Gramsci, ni mas ni menos que «una recuperación del pensamiento burgués que no quiere perder su hegemonía sobre las clases populares y que, para mejor ejercer esta hegemonía, acoge una parte de la ideología proletaria» [Cuadernos de la cárcel, libro tres, página 120].

el menudo


"...a un señor que vive en El Burrión le dicen el menudo por que perdió una pierna y usa una de madera y cuando va a a coger con su mujer le dice: ¿como lo quieres hoy con pata o sin pata?" Hilda Buitimea

cuatachismo trufado de lambisconerías


Los poetastros de las comarcas de la Tía Juana, y puntos circunvecinos, no toleran que una poesía mejor que la suya salga a flote. Por eso con obstrucciones se divulga la creación literaria. El sueño de poetas desconocidos queda enterrado y su talento injustamente denostado, y los maletas acaban detentando el lugar de los buenos. ¿A quién escogen entre todo el bulto de candidatos a publicar y a salir a escena culturosa cuando organizan sus mentadas lecturitas, si la imprudencia, la mezquindad, la mala leche y la falta de visión son los factores que determinan la gracia publicitaria del marginado esteta? Los criterios de selección que predominan son chapuceros, de bajo anaquel, y con claras resonancias de cuatachismo trufado de lambisconerías. Y, al final de cuentas, el birote termina en un rebajamiento descarado de la literatura, en una omnipresencia falsa, hija de la desmedida ambición y de un lirismo torpe. Para esas cabronas y cabrones la poesía no es asunto del lenguaje sino del apalabre, y lo que preconizan en su parafernalia, en cuanto a que «la cultura no debe tener límites» y que «todos somos poetas», no es más que mierda altamente concentrada. El trasfondo mentiroso se vislumbra como un intelectualismo populista que fácilmente puede ser desmentido por cualquier borracho o niño tonto: «La convocatoria de pertenecer a nuestros grupos se encuentra siempre abierta. Y todos son bienvenidos».
—¡Sí, cómo no! Y el esperma es un veneno •

pobreza y anemia cultural


Así se pisa el umbral de la literatura, meneando el culo y balanceando del cuello las medallas, premios, doctorados y demás corcholatas que han ganado. Sacan hasta las sonajas y los cinturones de cascabel para anunciar al mundo quiénes son. Con las turgencias curriculares que exhiben pretenden ser distintos en un lugar en el que la pobreza y la anemia cultural los hacen ver como seres abyectos. Si acaso, poéticamente hablando, como pájaros aturdidos, ominosos jilgueros de la retórica nauseabunda.

como una gigantesca mordida en una nalga


La «meme merdé» de siempre; las mismas caras, los mismos culos. Toda la estructura está carcomida por la corrupción y los enjuagues sorderos. Qué expectante composición polimorfa: becarios, premiados, adeptos de capillas, promotores de sus propias intuiciones superyóicas. La usura institucional a flor de piel.
—¿Cómo han sido elegidos?
—Diremos que con los funcionales “criterios” con los que operan los aviesos intereses personales, las mezquindades y los cuchupos. La hada madrina de las letras bajacalifornianas ha levantado su varita mágica y ha escogido a sus agraciados y agraciadas. No se hace otra cosa que aplicar la misma consigna: «Tú, sí; ella también; ese güey, no; aquella puta tampoco».
—Los criterios de selección son como una gigantesca mordida en una nalga. Persistente sensualidad en el íntimo espacio, diría el joto de Proust.

Ya lo decía el payaso Voltaire


Ya lo decía el payaso Voltaire cuando hablaba de la tolerancia: «todos estamos amasados con debilidades y errores; perdonémonos recíprocamente nuestras tonterías, tal es la primera ley de la naturaleza»

Tu corazón exclama una cosa


Tu soledad es un espejo y tu furor una virtud reprimida. Tu corazón exclama una cosa y tus labios susurran aquello que está imaginando y que no quieres decir en voz alta: esas caricias que se enredan por el cuello y que queman hasta las axilas.

Siempre lo he dicho, no basta la virtud


Supongo que hay un trasfondo —digamos— «obsceno» que no se puede enmendar ni poéticamente. No soy de esa índole viciosa, pero acepto el pacto. Y nosotros que creíamos más en el espíritu que en el cuerpo. Esta lengua de gato te va a saber a delicias. Siempre lo he dicho, no basta la virtud. Hummmm. Bueno. Le exprimiré hasta el tuétano y le sacaré todo el aire que tengan acumulado en su cuerpo. Vas a amanecer amoratada, igual que la profesora. Échale entonces cerrojo a tu puerta para que nadie se entere de esta lujuria.

acicates de la violencia

Muchos soñadores, ilusos, ingenuos y caraduras hablan de la violencia y la criminalidad como si tales fenómenos derivaran de fuentes ajenas al sistema que los ha engendrado; como si se trataran de monstruosos inventos, creados por seres que no tienen pinta ni vela en los entierros del conglomerado social. Las antípodas de las contradicciones y conflictos que dan origen a los acicates de la violencia también se explican por los alcances simbólicos; y si nos remitimos al pasado mitológico de las sociedades precolombinas, encontramos que allí hasta los dioses se alimentaban con sangre.

vender, embaucar, atolondrar, manipular, ofuscar y castrar la tesitura lógica


El arte está hoy abierto a las arbitrariedades y todos quieren ser artistas, poetas, escritores o periodistas culturales. Y la utilería publicitaria sirve muy bien como propaganda mediatizadora para vender, embaucar, atolondrar, manipular, ofuscar y castrar la tesitura lógica, permitiendo que viles descerebrados, neolalistas y diletantes sean encumbrados como auténticos hacedores de arte y productos culturales.

un pinchi pueblo de mierda que se llama Tijuana


Es un muchacho que tiene talento, imaginación, rebeldía
y gusto por la literatura, por la palabra; le gusta la filosofía,
pero vive en un pinchi pueblo de mierda que se llama Tijuana…
Rubén Vizcaíno Valencia

UN BURRO


¿Es ciierto que un burro llegó A-M-A-R-T-E?

La Paula Peyseré


La Paula Peyseré, poeta de Córdoba Argentina...

LA CULTURA COMO GOLPE DE BARAKA


CUANDO LOS CORDEROS SE QUIEREN COMER A LOS LOBOS
[O LA CULTIVACIÓN DE LA CULTURA COMO GOLPE DE BARAKA]

PUTA MADRE


¿A poco es lo mismo decir: «La ruca es puta madre» que «La ruca es puta, madre».

la paula martínez


La Paula. Dos abriles recién cumplidos...

13 de agosto de 2011

Directorio telefónico


Todo mundo tiene derecho a perder el suelo de la realidad y creer que el contenido de un directorio telefónico equivale a literatura.

26 de julio de 2011

Y yo me siento incapaz de escribir cuando estoy frente a tus nalgas


El sol está en su cenit y el alma no es más que un vapor.
—Que la gente no conoce el estado de los espíritus.
¿Quién dijo eso?
¿Dónde está pues el espíritu?
¿Se esconde en un cesto de ropa sucia? Le da golpes a la tapa del ataúd.
Antes de que te mueras déjame entrar a tu vagina, señora poeta.
Devolver el cadáver a la tierra.
Sí, pero antes quítame el calificativo de puta y te daré este nido de piojos blancos, este cacharro de pulgas de burdel, este bebedero de vibraciones lubricas, este receptáculo de peces carbonizados, esta planicie empastada de carne sudorosa.
Turista del paraíso sexual cuya extraversión lingüística sobrepasa los menesteres de la textualidad académica.
Y no se puede hacer nada para mitigar la fosforescencia de los órganos genitales, dijo una vez don Camilo Cela.
Yuxtaposición de elementos contrarios, que la materia se pegue al verbo.
Y yo me siento incapaz de escribir cuando estoy frente a tus nalgas.

Un débil capital cultural


«En tanto que mercado lingüístico estrictamente sometido a los veredictos de los guardianes de la cultura legítima, el mercado escolar está dominado por los productos lingüísticos de la clase dominante y tiende a sancionar las diferencias de capital preexistentes: el efecto acumulado de un débil capital cultural, y de la correlativa débil propensión a aumentarlo por la inversión escolar, condena a las clases más desprovistas a las sanciones negativas del mercado escolar, es decir, a la eliminación o a la autoeliminación precoz que unos mediocres resultados entraña» Pierre Bourdieu

Entre feminismo y mojigatería


El placer, como a veces el canto poético, deriva de los vínculos del engaño y la manipulación, del postulado de dar y recibir satisfacción. Qué loable intención didáctica. Egoísmo y adoración como principales alimentos espirituales de una relación amorosa-sexual, casi feudal como la que le incumbe a una dama y a su séquito de vasallos. El autosacrificio de la fémina es una autodestrucción porque en la clara idolatría que suscita el mito, y lo que se denomina naturaleza femenina es un producto totalmente artificial. Se ha injertado en la idiosincrasia la creencia de que la naturaleza forjó a la mujer, dotándola de dulzura, encanto y delicadeza. Y muchas jainas son vocingleras de ripios neofeudalistas y ridículas paladinas del patriarcado, y sin saberlo o haciéndose giles, se han allanado a la dependencia sexual creyendo que se trata de un acto de afirmación. Abstracción cosificada y mella de confusión entre feminismo y mojigatería. Y, en efecto, la sensualidad no ha perdido aún su aura nefanda de mojigatería. Pensamiento y frustración. Virtud de la fontanería en la mística uterina, eyaculación de las tensiones y escurridero de jugos hacia la cloaca. El alma escindida de las ambivalencias. Según cálculos precisos, «a la hora en que los pelos erizados forman agujas». ¿El acto sexual es una «entrega» y un acto de sometimiento? De placer, contestarán las más bravas y avezadas.

—¡Óoooorale! (con acentuación fonética chilanga esta interjección, plis).

El mejor sexo lo proporcionan las papanatas


Ya lo dicen las feministas desahuciadas y arrepentidas, los amantes ideales son aquellos dos extraños que acaban de cruzar palabra y el mejor sexo lo proporcionan las papanatas, las de poco o nulo entendimiento, es decir, las pendejas son las que más disfrutan la cochadera. Y la estrategia de la obnubilación mental es la ideal para convencer y seducir a morras bobas.
—Aunque hay putillas muy delicadas que quieren poseer alma y conciencia, carnal. ¿Cómo la ves?
—Por eso —y por otras mengambreas no menos prioritarias— se legitima la putería, puesto que, en determinadas situaciones de premura o de hartazgo, es mejor pagar que persuadir. Y he ahí el motivo por el cual los batos, sea por comodidad o satisfacción, prefieren tirarse a una puta.
Y, ciertamente, como dijera un cholo metrosexual de la «Anabel», no hay cosa más estorbosa en una pirujilla que su pinche refinamiento que, a decir la neta, se trata de una actitud mamona que hace la vida estorbosa e impide disfrutarla.

Llegó, cojo y me voy


¿Para que tanto adorno y rimbombancia cretina? El trayecto para llegar al afluente de los hidrófilos genitales es corto y el troquelado del proceso de estampón también es muy fácil: con la desenvoltura de un «pleyboyín» el bato llega y conoce a la ruca; acto seguido la embabuca; se la ensarta y luego «babai», ai te ves. El paralelo de las transacciones es para satisfacer la egolatría sexual (llegó, cojo y me voy).
—Naaa. Que nariz de la luna, que rayo de luz… y la chingada.

El verdadero actor del coito es el pene


En los apriorismos ideológicos y moralizantes no hay otra prueba de amor que flores, chocolates y bombones. Entonces el «yo» se sublima en una experiencia casi platónica de las blandengues nalgas carnosas. Otra vez los estereotipos oficiales del amor; y lo que bien podría haber sido un detalle genuino de erotismo queda sepultado por el pundonor. ¿Cómo se mide la resistencia sexual que la fémina opone a sus deseos lúbricos? ¿Es un acto de afirmación? Digo, porque la frigidez, la castidad y la negativa contra el coito son estratagemas sicológicos del patriarcado, tendientes a limitar y restringir la libre cochadera. Falacias que las feministas aplican para no capitular ante la hegemonía del macho. Y así se arrastran las frustraciones cuando en tales comedias el verdadero actor del coito es el pene.

Autoelevación femenina que no se alcanza por culpa de rufianes


En los procesos de abstracción de la mística uterina hay una variopinta presteza de las turgencias erótico-sexuales. Y en la competencia literaria se sacan a la colada toda clase de trapitos y bisuterías retóricas. En la difusión del sermón erótico se reporta con prez el surtido de la despensa, desde una perorata de sermones y flores, pasando por vocingleos de viejas gruñonas a canturreos de adalides del matriarcado, sacramentos del coito, sublimaciones de la penetración fálica, autoelevación femenina que no se alcanza por culpa de rufianes a cuyos pies se arrodillan putas y maricones, rapsodias de liberación sexual obstruida por el pecado y el sentimiento de culpa, objetivación del egocentrismo y la vanidad. Todo esto en la inveterada situación de la mujer convertida en encanto lúbrico. Además de una catarsis, prexiste un compendio de histeria sexual expresada en confitería poética. Sobre la mujer recae todo el peso del erotismo, la candidez épico-sexual. Por lo regular, casi todos los contactos sexuales cumplen el mismo cometido y, cuando no es así, los ensueños son sólo masturbatorios. Coño y polla se estafan y se regatean mutuamente las delicias del placer. Toxicomanía sexual a la que es difícil renunciar.

En la producción de emociones lúbricas


Como en san Pablo, y de acuerdo con el precepto seglar, la mujer —ante la autoridad del señor que todo lo puede— le rinde culto a una superioridad nociva y contranatural. Prosaicos reflejos de la vida real. Por el amor del «señor» —que todo lo ilumina— la himenea letrada está dispuesta a que la chicoteen, a andar a gatas, a que le introduzcan un azotador por la vaina y hasta por donde le ronca el sapo. Toda una táctica sicopolítica del sistema vicario en la más sutil manipulación encuadernada en mitos. Hay también un rico surtido de fábulas relativas al negocio del amor compenetrado. Y explícita es la fusión entre el hombre y la mujer en el preciso instante del chacachaca.
En similitud con las figuras legendarias —a la par de Tristan e Isolda, Mellisanda y Pelleas, María y Efraín—; nulidad y mutilación de la individualidad como el «motif» o tema recurrente. Fundirse en un solo componente de unidad significa mellar la autonomía porque se anula la existencia tanto material como formal de la mujer o, en su defecto, su individualidad se supedita y se vincula al manflero cogedor, aunque se reconozca el mutuo afecto.
—Y en los fuegos vestales del amor ¿quién lleva la voz cantante? Seguro que no es la querida manfla tentadora.
En la producción de emociones lúbricas ¿quién toma la iniciativa? A veces ella, y en el cometido de suscitar el deleite los papeles se yuxtaponen, no de forma permanente, solamente en la profusión de los primores eróticos, cuando el amante parece un programado perro pavloviano.
El poderío varonil disimula debilidad y le otorga a la mujer minúsculas concesiones. Mucha complacencia y poca inteligencia en un ejemplo de poesía erótica y de política sexual.
—Porque el gamberro machincuepas, regularmente, no saluda ni se quita el sombrero, y una vez que lleva a cabo su hazaña, se fleta los chones y los tramados, murmurando en sus adentros: «Ahora sí, pélate, Tintán».

LAS OPINIONES DE LA COGESORA


LAS OPINIONES DE LA COGESORA.- Podría pasarse de largo el camelo ese de que Tijuana ya es una “metrópoli” del arte y la cultura, y considerarse como una ocurrencia romántica, sino fuera porque mamadas como esas son elevadas a teorías axiológicas que seducen a la borregada que se cree esos panchos. Vivir de ensueños y de pedorreras es un candor de optimistas bobalicones, pero lo gacho de tales tontejadas es que luego se convierten en arcanos de la alineación y pasan al subconsciente histórico nacional. No se trata solamente de un frenesí idealista —como el de aquella ficticia «Ciudad de Dios» que ideó el indiscreto africano que usaba solamente la sandalia izquierda—, es una utilería política de vivales y arribistas, o sea, propaganda mediatizadora empotrada en el circuito de la vendimia para embaucar, atolondrar, manipular, ofuscar y castrar la tesitura lógica de la conciencia. Pero cada quien está en su derecho de tragarse el camote o descreer en el alijo que inventan los mercenarios del arte. Pedante bobería que —por estupidez, ingenuidad o conveniencia— un buen carajal de fabulistas, farsantes metidos a trabajadores de la cultura y demás pájaros cilantreros, rematan con petulancia en pápiro y telera.

LAS OPINIONES DE LA COGESORA.


LAS OPINIONES DE LA COGESORA.- El mérito de los artistas y escritores no está en su profundidad sino en su finalidad. No intentan ofrecer algo más que no sean obritas afectadas con lo más rancio, podrido y vetusto que hay en las academias, escuelas de arte y talleres de literatura. En cuanto a los que se jactan de ser escritores, su actividad letrera es pura pedorrera, miserias escriturales revelan en sus textos raquíticos y superficiales. Por ejemplo, las poetas, en su mayoría, son unas bobas de notoria incultura, paridoras de vacuidades, más preocupadas por el glamur sempiterno que por el talento y la creatividad. Niñitas pequeñoburguesas que viven —y malviven— perdidamente enamoradas de la holganza parasitaria y son adictas duras de la banalidad. Y todavía anuncian que el monte es todo de orégano y que Baja California está rebozando de literatos y pintores chinguetas. Pero lo cierto es que estamos casi en trance de muerte. La mediocridad intelectual, el protagonismo de diva, el feminismo aburguesado y la frivolidad cínica, son lacras que tienen a la pintura y a la literatura al borde del abismo.
¿Eso puede entenderse como arte ambicioso?

LAS OPINIONES DE LA COGESORA.-


LAS OPINIONES DE LA COGESORA.-
Ahora, quienquiera salir de los confines del ninguneo y subir al pedestal de alabastro o, simplemente, que lo acepten en determinada cofradía; que le concedan algún espacio para montar una exposición de pintura o conseguir que le publiquen un libro, es menester, sino se tiene otra opción, recorrer caminos fecalosos. Y como siempre hay una deuda que saldar, considerando que la dignidad y la ética se han malbaratado, la mendicación requiere debutar de cobero, contagiarse de lambisconería y hasta andar oliendo las erupciones de las nalgas para encontrar cabida en los nichos y mafias tertuleras. Y, además, sin reparar en gastos, el chiripero debe estar en la mejor disposición, en grado tal, hasta de cogerse a Dios por el culo. Todo sea por el anhelo de erigirse en un personaje célebre o, por lo menos, comenzar a comer con manteca. Ya no importa tanto el talento y camellar como galeote, pues para armarla en estos lares se depende de los apalabres y el pitazo de la recomendación en la elección de los ungidos y de los agraciados.
¿Eso significa decir que el arte es incluyente?

Las meras-meras revolucionarias


La prostitución —que antaño constituyó para el carajal de gamberras un acto de libre elección— ahora representa una forma de sobrevivencia condicionada por una necesidad económica, una alcancía vaginal; se ha desvinculado el placer del acto sexual, y como la esposa tradicional (al fin y al cabo también prostituta, pero encubierta) no tiene más opción que venderse a cambio de seguridad material. Y como las putas siempre viven en el pecado, no resulta desatinado afirmar que debido a tal situación sean consideradas meras-meras revolucionarias.

Fontanería en la mística uterina


La sensualidad no ha perdido aún su aura nefanda de mojigatería. Pensamiento y frustración. Virtud de la fontanería en la mística uterina, eyaculación de las tensiones y escurridero de jugos hacia la cloaca. El alma escindida de las ambivalencias. Según cálculos precisos, «a la hora en que los pelos erizados forman agujas». ¿El acto sexual es una «entrega» y un acto de sometimiento? De placer, contestarán las más bravas y avezadas.

Tijuana es el culo de San Diego

Tijuana es el culo de San Diego, es uno de los tantos retretes, tafanarios y bacinicas que tiene California. Dónde todo mundo se cree poeta ...