Un débil capital cultural


«En tanto que mercado lingüístico estrictamente sometido a los veredictos de los guardianes de la cultura legítima, el mercado escolar está dominado por los productos lingüísticos de la clase dominante y tiende a sancionar las diferencias de capital preexistentes: el efecto acumulado de un débil capital cultural, y de la correlativa débil propensión a aumentarlo por la inversión escolar, condena a las clases más desprovistas a las sanciones negativas del mercado escolar, es decir, a la eliminación o a la autoeliminación precoz que unos mediocres resultados entraña» Pierre Bourdieu

Entradas más populares de este blog

Francisco Morales en la dote cultural de nuestras miserias locales

Tijuana es el culo de San Diego

—¿Cuál es el verdadero nombre de Gabriela Mistral?