5 de abril de 2010

LAS ADULACIONES RASTRERAS DE DAVID PIÑERA



LAS ADULACIONES RASTRERAS DE DAVID PIÑERA

Y qué tal el tratamiento cortesano que los «intelectuales» aplican como esponjoso prolegómeno de lambisconería cuando dirigen palabras de alabanza plastiquera a quienes encarnan las supremas autoridades. Voluptuoso es el deslengüe que arrojan en calidad de lisonja rastrera. Y, en cambio, les importa un sorbete la atención que merezca la vil perrada.

—Aunque se trate de hipotéticos lectores suyos.
—A la chinchina que la parta un rayo, no así al señor presidente y al señor gobernador; seres todopoderosos de quienes han recibido de rodillas y mirando al cielo, sudorosos y jadeando, la marmaja catorcenal, la beca, las aguas frescas, el filete de res bourgignon, el boleto del bingo, las tanguitas de «Jorton Plaza», el pomo de pisto levantado en la UETA de San Isidro, las comilonas de gorrión y demás chuchulucos.
—Y todo eso ¿en contraprestación de qué?
—Pues del gesto mojigato, la pleitesía obligada, y de lo más importante, de la privación de una libertad —real y concreta— que sólo tienen de vez en cuando y efímeramente, como las putas de los lupanares de pueblo que salen a la calle cuando la madrota se lo permite.
—Uh, qué cabrones.
—Ofreceré a la curiosidad morbosa una pequéña muestra de lo que puede ser capaz de hacer un académico o intelectual cuando le otorgan concesiones, le dan palmaditas en la espalda y le dicen que es un chinguetas sinigual, y él en responsiva, con alaraquienta adulación, eleva hasta las nubes al excelentísimo exvirrey Chuy González y a su flamante exdirectora de asuntos culturales, Liz Algrávez. El autor de la tropelía es el señorón, doctor en historia, David Piñera Ramírez. Estas son las adulaciones rastreras que escupió en un discursillo chorero titulado «Tijuana: un fenómeno humano fascinante» (Palabras de David Piñera Ramírez en su homenaje en la XXI Feria del Libro), publicado en el suplemento «Identidad» el 15 de junio de 2003:

«Con emoción expreso mi agradecimiento a todos y a cada uno de los asistentes a este acto. De manera muy especial al Señor Jesús González Reyes, Presidente Municipal de Tijuana, que con su presencia patentiza la atención que brinda a la cultura el Ayuntamiento que dignamente encabeza. Un reconocimiento de la primera autoridad de la población en que uno vive, toca las cuerdas más sensibles... Gracias señor Presidente. La Licenciada Elizabeth Algrávez, Directora del Instituto Municipal de Arte y Cultura, es una talentosa representativa de las nuevas generaciones de creadores bajacalifornianos. Esto es el indicador de que en Baja California se está registrando una promisoria labor cultural».

—Lo anterior revela a ojos del más ingenuo el tamaño de la crisis moral por la que atravesamos. La firmeza ética del escritor con su obra ha quedado relegada por la suplencia convenenciera de una pomposa actitud lacayuna.
—Es que el ruco cuida «las formas», como diaría el pelón Salinas de Ratari.
—Hummm. La andanada de cacayacas es archirrequetelonga, así que, para no provocar abulia en los lectores, mejor aquí le estopeamos al asunto •




LAS ADULACIONES RASTRERAS DE DAVID PIÑERA

Y qué tal el tratamiento cortesano que los «intelectuales» aplican como esponjoso prolegómeno de lambisconería cuando dirigen palabras de alabanza plastiquera a quienes encarnan las supremas autoridades. Voluptuoso es el deslengüe que arrojan en calidad de lisonja rastrera. Y, en cambio, les importa un sorbete la atención que merezca la vil perrada.

—Aunque se trate de hipotéticos lectores suyos.
—A la chinchina que la parta un rayo, no así al señor presidente y al señor gobernador; seres todopoderosos de quienes han recibido de rodillas y mirando al cielo, sudorosos y jadeando, la marmaja catorcenal, la beca, las aguas frescas, el filete de res bourgignon, el boleto del bingo, las tanguitas de «Jorton Plaza», el pomo de pisto levantado en la UETA de San Isidro, las comilonas de gorrión y demás chuchulucos.
—Y todo eso ¿en contraprestación de qué?
—Pues del gesto mojigato, la pleitesía obligada, y de lo más importante, de la privación de una libertad —real y concreta— que sólo tienen de vez en cuando y efímeramente, como las putas de los lupanares de pueblo que salen a la calle cuando la madrota se lo permite.
—Uh, qué cabrones.
—Ofreceré a la curiosidad morbosa una pequéña muestra de lo que puede ser capaz de hacer un académico o intelectual cuando le otorgan concesiones, le dan palmaditas en la espalda y le dicen que es un chinguetas sinigual, y él en responsiva, con alaraquienta adulación, eleva hasta las nubes al excelentísimo exvirrey Chuy González y a su flamante exdirectora de asuntos culturales, Liz Algrávez.
El autor de la tropelía es el señorón, doctor en historia, David Piñera Ramírez. Estas son las adulaciones rastreras que escupió en un discursillo chorero titulado «Tijuana: un fenómeno humano fascinante» (Palabras de David Piñera Ramírez en su homenaje en la XXI Feria del Libro), publicado en el suplemento «Identidad» el 15 de junio de 2003:

«Con emoción expreso mi agradecimiento a todos y a cada uno de los asistentes a este acto. De manera muy especial al Señor Jesús González Reyes, Presidente Municipal de Tijuana, que con su presencia patentiza la atención que brinda a la cultura el Ayuntamiento que dignamente encabeza. Un reconocimiento de la primera autoridad de la población en que uno vive, toca las cuerdas más sensibles... Gracias señor Presidente. La Licenciada Elizabeth Algrávez, Directora del Instituto Municipal de Arte y Cultura, es una talentosa representativa de las nuevas generaciones de creadores bajacalifornianos. Esto es el indicador de que en Baja California se está registrando una promisoria labor cultural».


—Lo anterior revela a ojos del más ingenuo el tamaño de la crisis moral por la que atravesamos. La firmeza ética del escritor con su obra ha quedado relegada por la suplencia convenenciera de una pomposa actitud lacayuna.
—Es que el ruco cuida «las formas», como diaría el pelón Salinas de Ratari.
—Hummm. La andanada de cacayacas es archirrequetelonga, así que, para no provocar abulia en los lectores, mejor aquí le estopeamos al asunto •




EL FEMINISMO Y SU BAUTISMO DE FUEGO


EL FEMINISMO Y SU BAUTISMO DE FUEGO

Las mujeres no decidieron ser feministas. Su presunta liberación no es más que una concesión burguesa otorgada por el orden establecido. Y precisamente por el orden político militar fueron desarraigadas de su lugar y lanzadas al mercado debido a la depauperización.
A principios de los años cuarenta esta procreadora de la vida fue reclutada como obrera en las fábricas de artefactos de guerra de los Estados Unidos. No habiendo machines que maquilaran los artículos de la milicia, la mujer suplió al hombre que se encontraba en el frente. Ése fue su bautismo de fuego; la muerte misma de la femineidad. Y los derechos que la mujer adquirió se fundamentan en la determinación de agresión imperialista. El estado la chantajeó para que rompiera con el contrato social del matrimonio, y ella creyendo en una supuesta liberación salió de su nicho ancestral.
En Alemania, milicias de mujeres llamadas las rexisas colaboraron con los nazis durante la ocupación de Bélgica. En su necesidad geopolítica de la expansión, el estado como un organismo vivo debía crecer, y la mujer, renunciando al cuidado de sus hijos, coadyuvó redimensionar sus tentáculos; es decir, a preservarlo y protegerlo. Ese fue el fundamento del pangermanismo de Kjellén teórico precursor del nacionalsocialismo.

—Gracias al poder militar las mujeres se libraron del reducto esclavizante del hogar.

He ahí el desplazamiento del instinto maternal: la mujer ya no carga un bebe sino una arma. Por su esfuerzo y sacrificio fue recompensada con los valores viriles, al mismo tiempo que recibía la androginia del ejército. Ahora ya no quiere regresar al lugar donde era una perdedora, un ser hacinado y pasivo a disposición del macho. Por eso nuevamente le repito que la femineidad está muerta. Ahora, sino hay guerra ella será utilizada de otra manera, por decirlo, en los avatares de la moda, en los anuncios comerciales como gancho sicológico o carnada sexual para jalar con lascivia a los potenciales clientes.
Entonces modela en los aparadores, sino es desde afuera, será adentro, bobeando en el shopping. Ahora el poder despiadado del consumismo es quien la denigra. Le arranca el vestido y en calzones y la coloca sobre el cofre de un carro para que anuncie la venta de esos artefactos. Se sube a la tarima y baila poseída por un vértigo de lujuria artificial y cuando termina la pieza recoge del piso los billetes que le lanzaron los borrachos.

—Qué importa dónde pueda estar; en la empresa, en la escuela, en un laboratorio, en un bar, en una sala de masajes. Es un ser colectivo que debe ir hacia adelante en espiral, hacia el progreso.

El momento histórico que la creo y la justificó, dotándola de derechos y poder, hay que nulificarlo, borrarlo de la memoria. Cuando la nueva economía en que hoy vive y para la que vive se depaupere, surgirán otras expectativas y nuevas orientaciones comerciales fijarán el rumbo que tendrá que seguir. Es decir, otros rumbos de consumo, otra ideología que garantice su seguridad femenina.

—A estas alturas, confunde su liberación con la competencia económica. Ése ha sido el signo del feminismo moderno y ahora continúa en la postmodernidad.

El feminismo, como categoría sociológica, es más falso que la sonrisa de un charlatán en plena faena engatusadora. Tocante a que las mujeres no decidieron ser feministas, dice Javier Sicilia, en un articulejo que publicó la revista «Proceso» (edición 1364 del 22 de diciembre de 2002), que «la explotación de la mujer (sea en el mundo indígena o en el mundo posmoderno) se debe a que cuando la economía, como lo ha demostrado muy bien su tocayo Karl Polany en La gran transformación, se desincrustó del orden social en donde convivía complementariamente con otros valores (religiosos, sociales, alimentarios, políticos, etcétera) y se convirtió en el valor supremo, del cual nuestras sociedades modernas son su rostro más acabado, todo, incluso el Estado, se supeditó a ella. Así, quien tiene el poder económico en la familia (semejante a los que tienen el control del poder económico en las sociedades globalizadas o no globalizadas) se convierte en denominador. 'Quien paga manda', dice un espantoso adagio moderno».

—Ergo, el feminismo inconscientemente reproduce el deseo masculino de dominio

25 de marzo de 2010

EL APRIORISMO PLATÓNICO O EL SUICIDIO DE LA CLASE DOMINANTE



EL APRIORISMO PLATÓNICO
O EL SUICIDIO DE LA CLASE DOMINANTE


Las prédicas que berrean los merolicos en torno a difusión de la cultura en beneficio de todos individuos son meras falacias, puro apriorismo platónico, porque cumplir como acto concreto tal abstracción sería el suicidio de la clase dominante. Por ello es conveniente a los intereses de la clase dirigente sobreponer la ficción a la base económica, ignorando sus articulaciones. Una racionalidad que no es racional, como dijo Carlos Marx; porque el hecho empírico, en su existencia empírica, tiene otro significado.
El interés por el pueblo sólo existe en sentido formalista gracias al «espíritu objetivado». En los «Manuscritos de París» (Anuarios francoalemanes de 1844), Marx elabora una crítica acerca de la manera tan ridícula en que el estado, como aparato político de gobierno, pretende erradicar los problemas y las crisis que se originan en el seno de la sociedad, aplicando únicamente medidas administrativas que resultan ineficaces para erradicar un mal que es inherente y consustancial a la estructura misma de la organización social. El estado —escribe el joven Marx— no podrá nunca admitir que el origen de los "males sociales" radica en la organización de la sociedad, porque el estado es precisamente dicha organización.
Por tanto, admitir tal conjetura implica reconocer que el origen del mal esta en la esencia misma de estado. Por tal razón, el estado, cuando busca el origen de los problemas, sus argumentos discursivos se extravían en sofismas o en leyes naturales; otras veces atribuye la culpa a los gobernados o al personal administrativo. En esa contradicción entre vida pública y privada las medidas que aplica resultan inoperantes.
Si el estado moderno en verdad decidiera actuar para acabar con la impotencia de su administración, tendría que acabar con la actual vida privada; y eso sería suprimirse así mismo, ya que sólo existe por oposición a ella. [p. 236-240]. Esa contradicción —como bien lo señala don Antonio Gramsci— explica porqué el estado burgués es tanto más fuerte —en el interior y en el exterior— en la medida en que los ciudadanos menos controlan y siguen las actividades del poder.

23 de marzo de 2010

LA «BITÁCORA» CULTURERA O CUANDO PRIVA EL ADAGIO «PIENSA MAL Y ACERTARÁS»



LA «BITÁCORA» CULTURERA
O CUANDO PRIVA EL ADAGIO «PIENSA MAL Y ACERTARÁS»


La imprecisión de los significados: «Semanario cultural Bitácora • Periodismo cultural independiente».
La nomenclatura transcrita supone la vaguedad de las expresiones y, al mismo tiempo, implica la indeterminación de la verdad y la falsedad. Qué puede importarle a la flaquirucha directora del hebdomadario «Bitácora» si le refunfuñan el guacal de camelos y demás variantes de un lenguaje que ya perdió su sentido.

—Desbozaladamente la cábula nace y crece como lo que es, un trucho fenómeno culturero.

Y así se fecundan los modos de expresión «periodismo cultural independiente»; aplicando criterios torcidos e inadecuados para incurrir en la vaguedad, entendida como un fenómeno difuminador de los límites y las diferencias de los referentes significativos del discurso.

—Y cada año se hace mas larga la lista de las postizas adaptaciones de farolearse como entidad «independiente».

Total, pasado el sarampión y consumada la pletórica acción de creerse o sentirse un ser «independiente», lo que sigue —porque así lo amerita la política— es incorporarse en las filas de los entes «dependientes». Pero, desde luego, sin afinar las distinciones entre una y otra cartelera, se asume un compromiso desfigurado y que sobrexcede la incertidumbre de lo ambiguo.
Y aquí esta la llave maestra del periodismo «independiente».

«Ayúdanos a enriquecer este sitio enviándonos información sobre eventos, conciertos, tocadas, paseos, en fin, todo lo que a ti te gustaría que apareciera en esta página»
[http://bitacoracultural.com/].

La Alma Delia Martínez Cobián y su banda de bufones, sin inmutarse en lo más mínimo por la largueza de sus panchos, choros y matracas, se escudan detrás de un arbitrario discursito que pretenden justificar como si fuera el «dictum» de una verdad. Y, además, hay deformaciones que hasta pueden pasar inadvertidas.
Guachen:

«Si te gusta escribir, envíanos tus colaboraciones sobre cualquier tema de interés local: cine, literatura, gastronomía, arte y cultura, diversión, música, moda, salud, etcétera. La extensión máxima es de dos cuartillas a renglón seguido, en Times New Roman de 12 pts. bitacorabc@gmail.com» [http://bitacoracultural.com/]

Ajá. Usted mande su colaboración y después ya veremos si el gesto de candidez se vuelve una sórdida traba, o se antoje imponer un estúpido requisito que frustre la publicación de la nota. Se trata de que los artilugios parezcan lo que no son: un abecé para melolengos.

—Y es que hay embelecados que no despiertan ni aunque les unten un jiricuazo entre cachete y oreja.

Sí, «periodismo cultural independiente», tamizado de cautelas y compromisos, defendiendo intereses y posiciones en el muladar de la cultura; y los pichones que lo ejercen, maniatados al tutelaje oficial, guisan la palabra como suelen hacerlo los cortesanos de la era esotérica-electrónica, como adoban el verbo los publicistas de pacotilla. Se repite la palabra independencia como si fuera mantra. Oímos decir el mismo proloquio y, tras la lectura del texto, vemos que la expresión independiente se emplea con una ligereza más crónica que el de una mujer de cascos livianos.

—Como una etiqueta de quita-y-pon, como un chicle o gargajo pegado en el trasero.

Si los batillos, rucas o grupos culturosos son independientes, esto significa que son autofinanciables y no necesitan de subsidios ni de canillazos institucionales. Al decir que son autónomos, en realidad dan a entender que son unos redomados mentirosos dependentistas, pues nada tienen de autosostenibles por sí mismos; su sobrevivencia está supeditada al mecenazgo estatal y a la dádiva de los dueños del dinero. Por más «independientes» que se autoproclamen no existe en nuestros lares organización o grupo cultural en cuya actividad se encuentre excluida la intervención estatal y que se soflame esa elocuencia motriz de «independencia» para persuadir incrédulos o pegar el chicle, pues nomás son trinos de pájaros nalgones.

—Si se sienten o se consideran muy «independientes», ¿porqué, en su acusado esnobismo y formidable influjo de refractación pluridimensional del arte, mantienen una actitud satélite con las instituciones de la cultura oficial?

Hasta donde yo sé, no se realiza ningún proyecto, programa o festival artístico sino es de acuerdo con las necesidades históricas y materiales de los intereses de la oligarquía dominante. Entonces, ¿para qué jalarse los pelos y gargarear que son independientes si estiran la mano para recibir el óbolo del IMAC, del ICBC o del CONACULTA?
Sí, «periodistas culturales independientes» moflean nuestros ilustres «bitacoreros»; y que no pierden la oportunidad de transustanciarse en gacetilleros seudoculturales dependientes. Y su semanario «Bitácora», un espacio mítico en el monopolio petrificado de la culturilla local, vestal cuasioficial del prianismo culturero.

—¿Para qué hacerse maje con esa cantaleta de «independencia»?

No nos autoengañemos, los forliculeros, gacetilleros y demás sanguijuelas gigantes de la artisteada, solamente pueden ser independientes si preponderan ellos mismos sus propias vituallas de poder económico, como fue el caso de los intelectuales en la época del sacro imperio romano.


NOTA FINAL
[O GÜEVOS DE COCHI]


Para efectos de ampliar el menjurje, véanse los Vertederos de cretinadas intitulados «LA ALMA DELIA MARTÍNEZ COBIÁN / CULTUROSOS CONTRA PARROQUIANOS», «ALICUIJES DEPENDIENTES DE LA CULTURA OFICIAL», «TALACHA PAPIRESCA Y PERIODISTAS RAPAPOLVOS», «PEQUEÑO PERIODISMO MIOPE Y ESTÚPIDO [O EL CUENTO DE LAS MIL Y UNA BARRABASADAS]» y «GAMBERRISMO OFICIAL Y PARASITISMO CULTUROSO».

20 de marzo de 2010

PREGUNTAS A DON MONO FILÓSOFO



PREGUNTAS A DON MONO FILÓSOFO

«Don mono filósofo, ¿porqué el bato que lo apodan el Charcomen, y quien se hace llamar Éktor Henrique Martínez, no puede decir nada sin que medie grosería de su parte cuando garrapatea sus ariculejos acerca de los literatos y gente inmiscuida en los asuntos del arte y la cultura?»

Mira, cabrón, uno se sirve de la majadería, el improperio, el baldón imprecativo o emplea el vituperio como recurso estilístico o elemento de la preceptiva. Y para eso es necesario alejarse de los remilgos y empalagos del corazón. A la clientela de malhechores seudoliterarios hay que ponerlos en decúbito supino; que quiere decir en 20 uñas. Por tanto, hay que rendir antipleitesía a las jainas bloferas y a los baturros vergueros que fetichísticamente se enchalecan como encarnaciones y representantes de la mengambrea artística y cultural de este tafanario fronterizo.
Y qué más se puede hacer, si la nómina de los cretinismos está que revienta de choncha, repleta de fulanetes y manolas que son dueñas y depositarios de un miserable acervo cultural; y, sin dudarlo, tan indigno hasta para un personaje de lo más bajuno dentro de la cultura tijuanense y, por ende, norbajacaliforniana.

REYNA BURLADERA


REYNA BURLADERA

—Dime lo que deseas, preciosa.
—Este... este... desde hace tiempo vive en mi alma el anhelo de obtener en premio de literatura.
—¡Jesús! Creí que me ibas a pedir un favor muy difícil de cumplir.
Veo que traes buena recomendación; y me la sueltan de sopetón: «Mi sobrina es una botarate, pero quiere ser poeta. Asístala con premio muy mono. Ha tomado el nombre de Reyna Burladera como seudónimo. Ya le di mis palabras al señor director, sólo me falta usted y los demás integrantes del jurado. Por favor páseles la presente misiva.
Posdata: no me desairen y empeñado tengo hacia ustedes mi leal compromiso de llevarlos a más altura». Atentamente. El diputado nominal por el Distrito de la Tía Juana.

—Y, a todo esto, ¿cómo se llama tu obra?
El coyote que renguea de una pata.
—¿Y porqué concursas?
—Oooohhhh, hasta la pregunta está de más. ¿Cómo que porqué?
—Por la avidez del prestigio.
—Toda poesía es petición y reproche —le dijo Celan a Heidegger.

RUNFLA DE LITERATUELOS ATADOS AL PESEBRE



RUNFLA DE LITERATUELOS ATADOS AL PESEBRE

En abrumadora mayoría, el nivel de calidad estética del quehacer escritural de los literatuelos de este culo de San Diego suele ser predominantemente rastrero y el avance cultural nugatorio, la derruida ornamentación de la literatura que aquí se produce contiene un mismo decorado de fondo en sus particularidades expresivas. Una literatura como símbolo de creación arbitraria e inmadura, recapturada a través de un prisma falsificado por el fariseísmo, la pedantería, el esnobismo y los alicientes oportunistas.
Cenáculos exclusivistas incorporados al proyecto cultural oficialista, capillas gambeteando el apoyo institucional para sobrevivir parasitariamente del mecenazgo, grupúsculos parapetados en mafias que cortejan los estipendios, monopolizan las becas y agandallan los premios.
Entre la runfla de literatos atados al pesebre, y que se desenvuelven sin trabas en el palacio de la mierda del perro (como le decía Brecht a la cultura), con todo su carácter de casta privilegiada, están los siguientes pichones, palomas y pisaflores:

el Carlos Adolfo Gutiérrez Vidal, el Pancho Morales, el Luperco Castillo Udiarte, el Alfonso García Cortez, el Tijuana Gringo (Charles Daniel Thomas), el Juan Martínez, el Raúl Linares, el Daniel Serrano la Aída Méndez Flores, la Teresa López Avedoy, el Francisco Morales, el Horacio Ortiz Villacorta, el Juan Carlos Reyna, la Mónica Morales, el Adolfo Morales Moncada, la Paty Blake, la Julieta González Irgoyen, el Antonio Mercado, la Ariadna Hitchel, el Juan Salpri, la Luxia López, el Miguel Quivira, el Roberto Navarro, el José Manuel di Bella, la Hadia Farfán, la Paula Elena Castillo Hurtado, la Elizabeth Salcedo, el Juan Antonio di Bella, la Diana Licéaga, la Miryam Ruiz, la Mariana Martínez, la Lorena Cienfuegos, el Tomás di Bella, la Sharon Vázquez, el Gilberto Licona, la Amaranta Caballero, el Roberto Partida, el Gerardo Navarro, la Mayra Luna, el Ricardo Mendoza, la Olga García, el Francisco Bustos, la Bibiana Padilla, la Paulina de la Cueva, la Rosa Espinoza, el Fernando Vizcarra, la Isabel Velázquez, el Sergio Gómez Montero, la Jissel González, el Javier González Cárdenas, el Jorge Ortega, el Bruno Ruiz, la Alejandra Rioseco, la Elizabeth Algrávez, el Luis Cortés Bargalló, la Bibi Padilla, la Abril Castro, la Violeta Villavicencio, la Brenda Yáñez, el Pedro López Solís, el Omar Pimienta, el Eduardo Cong, la Jenny Donnovan, la Margarita Valencia, el Fidel Lucero, la Andrea Escudero Curiel, la Aglae Margalli, la Martha Edna Castillo, la Mara Longoria, la Alma Delia Martínez, la Adriana Sing, el Pedro Camacho, La Esalí (Estela Alicia López Lomas), la María Edma Gómez, la Ruth Vargas Leyva, la Ana María Fernández, el Gilberto Licona, la Petra Bonilla, la Vianet «Beyina» Medina, el Julio Álvarez «El Chamuco», el Jonnathan Curiel, la Rosina Conde, el Daniel Serrano, el Erasmo Katarino Yépez, el Víctor Soto Ferrel, la Elizabeth Algrávez, la Ivonne Arballo, la Elizabeth Cassezús, la Ariadna Hitchel, el Josué Peñaloza, la Luxia López, el Miguel Quivira, la Hadia Farfán, la Mónica Morales, la Sharon Vázquez, la Luisa Ruiz, el Thomas Di Bella, la Guadalupe Rivemar, el Humberto Félix Berumen, el Sergio Romel Alfonso, el Horacio Ortiz Villacorta y demás figuras representativas de lo más podrido y trucado que se puede encontrar en el muladar de la cultura fronteriza.

La gran masa de la pacotilla literaria, como dijera Gramsci, que se cree la gran detonadora del arte literario, extraviada en medio de sus recursos expresivos y de sus propias incongruencias; cada uno esperando turno en la pasarela y el «momento de la coyuntura» para extenderle la mano a la canonjía, la dádiva y la compensación; es decir, ese dinero que sale de los bolsillos de la perrada, propiciando más el sangrado económico de la miserable dieta alimentaría de chinchina popular.
Mientras el panorama se ensombrece, ellos reactivan el «chou», con estilo y elegancia, en la cloaca de una cultura palaciega y de postín, estrechamente vinculada a los sistemas verticales de explotación económica y de las superestructuras simbólicas que mistifican la idea de que no existe diferencia entre aparatos de dominio y sociedad.
Son relativistas que aún consideran al conglomerado humano como una totalidad abstracta (arte para toda la sociedad), cuando en realidad es para unos cuantos, para ellos, como un derecho feudal de usufructo para sacar provechos particulares. «Es el sexenio de la cultura y de las artes en general, gracias al gran apoyo que estamos recibiendo del gobernador José Guadalupe Osuna Millán», declara en una entrevista el director del ICBC, Ángel Norzagaray, y agrega: «y esto se puede corroborar: Un apoyo por igual a todas las disciplinas y a todos los sectores sociales». Cultureros del barbarismo avanzado repitiendo los mismos arquetipos y mitos del pasado.

—Un montón de basura que crece hasta el cielo, como decía Walter Benjamin.


CONVERSIÓN METAFÍSICA


CONVERSIÓN METAFÍSICA

Discurso sin acción
la escritura un fin en sí mismo
hedonismo de palabras
tácticas del estructuralismo devaluado
compromiso político superficial.
reformismo liberal
mitos consoladores
retórica embriagante
el ethos consumista
indeterminación del significado
alta valorización de la novedad
descocada novela repleta de nombres
de marcas de cinismo
estilo y la apariencia lo son todo.
espíritu de la metafísica pragmatica
esterilidad académica relativizada
incoherencia, fragmentación, relativismo
desmantelamiento del significado
narcisismo del consumidor
fondo de la parodia kitsch
no hay fundamento para criticar
primacía del lenguaje y el fin del sujeto
laberinto de la textualidad
fetiche de lo textual
miseria psíquica
centralidad del modelo lingüístico
el lenguaje el que habla no el autor
la historia un proceso sin sujeto
ethos posmodernista
cultura de consumo comercial
un reciclaje arbitrario de fragmentos
mediador capitalismo tecnológico.
la ilusión de no decir ya nada
la lucha contra sí mismo
celebración de la impotencia
dispersión del sujeto
antihumanismo contemporáneo
víctimas del sinsentido
metafísica del lenguaje
contenido de la desconstrucción
proliferación infinita de significados
no hay distinción entre filosofía y literatura
falso sentido de inmediatez
su teoría de la gramatología
argumentación por libre asociación y juegos de palabras
saludable escepticismo y parálisis del relativismo
duplicidad / confusión / falsedad
apoplejía del mundo simbólico •

QUÉ DIFÍCIL RESULTA SER UN BATO MODESTO


QUÉ DIFÍCIL RESULTA SER UN BATO MODESTO

Más si te encañonan con la pistola de la vanidad
¿escribir es una angustia o un placer?
doscientos dólares para ayudar al poeta
nomás porque es un animal
que tiene la facultad del lenguaje
inanidad de encuentros y tallercitos
la poesía que se enseña por medio de cursitos
solamente puede ser entendida en su generalidad
de plano
resbaladiza
puñetera y vergonzante
ciclos desordenados en la ambigüedad de los oráculos
forma de ocio emergente y bastardía del verso
simples enunciados que no sobrepasan el nivel descriptivo
así suele ser el poder creador de la palabra

¿cuándo hubo en Tijuana una buena casta de poetas?
alegórica mistificación social que exagera las virtudes
al ingerirse el bálsamo de los halagadores bromuros
de las connotaciones peyorativas no quieren saber nada
sumidero de modorra colectiva
el prángana de los arrabales y chabolas no es dueño del poder
tampoco del espíritu
de nada
hay incapacidad para comprender y aceptar la vida
¿cómo saben los poetas que son poetas? •

UN ASUNTO DE MUCHAS RONCHAS




UN ASUNTO DE MUCHAS RONCHAS

Aquí
hasta la muerte es un dulzura
cuando menos
y hay que conservar una mínima parte de su impudicia
Tijuana una ciudad engañada
doncella puta que se vende con el peor postor
y ¿quién asumirá el estandarte de la indignación moral?
dolor desdicha e imperfección de la realidad
fenomenología sin restricciones / el padre no respeta a sus hijas
quesque es una ciudad muy culta / llena de artistas
que sus habitantes son tan ilustrados
que hasta saben lo que ignoran
como decir que Hegel es Beethoven en la música y Goethe en la poesía

pero yo quiero dedicarme unos versos


cuando el aire de la noche aún estaba tibio me metí a un burdelito
y la billetera bien cuajada de cueros de rana
y las suripantas y los meseros se desvivan por atenderme
y es que la propela más cacicona era de veinte bacs
el mejor pisto y la mejor ruca en esa comunión sin puntos suspensivos
y como preocupación ontológica
a la vuelta de la esquina me salió la cruda y me preguntó
¿de qué alcantarilla saliste?

pero yo quiero dedicarme unos versos

el dominio cultural y sus lides de contigüidad
de la misma manera que se parlota la tesitura del Neto Zedillo
que había sido bolero y que provenía de una familia pobre de Chicali
catrines contra calzonudos núcleo y citoplasma
mi felonía me dio estatus y liderazgo sin pedo alguno

¿y tú qué ondas?
me voy a retachar pa Tijuas
¡no seas mamón! ¡si ya estás aquí!
yo aquí no me hallo
me caen de a madre los rodinos
ai-te-guacho

a las 5:56 agarré el troli en la Beyer
a las 5:59 estaba en la Iris
a la 6:07 ya estaba en la Palomar
y 20 para las 7 llegué a San Ysidro

recolectando mis pesadillas cruce la línea y recordé que en la casa
tenía dos kilos de cagada que Gloria trajo de Real de Catorce
un chingo de gente ya se había atascado de peyote
en mi cantona había un fila de fotógrafos poetas dramaturgos periodistas
y hasta vaquetones esperando que les aventara con una madre de loquera

pero yo quiero dedicarme unos versos

la hermana gemela de la paranoia se llama ingenuidad beata
la hipocresía ornada como talento
la mendacidad de la decadencia
porque en vez de peligrar hay que guardar las apariencias
el tozudo pathos contra la inmensa y putota mentira
y el premio a tantas virtudes es una sucia covacha de ratones
claro está con los atributos del paraíso terrenal
glándulas mamarias o curiosa inclinación hacia lo pintoresco
y la poesía como las nalgas de piel pilosa
sin capa subcutánea

de todas maneras y aunque la cosa no fuera como se ha dicho
de poco o nada sirve jugarla a poetastro
si ya semeja a una fuerte propensión a la güevonería
mortífera holganza del «otium no negotium»zonas erógenas del sistema semiótico
de nada sirve tener un alma de poeta sino se es poeta
cuando los enamorados se enamoran deben seguir enamorados

[pero el amor ya es un lujo en los asuntos de la coyunda]

negarlos enteramente es pedantería
y creer en ellos de forma total es verse como un pendejo

pero yo quiero dedicarme unos versos

a esta cursilería le pertenece la idolatría del título nobiliario
somos ventanas abiertas por donde escapan nuestros sueños
por donde escupe el padre autoritario
por donde se escabulle el amante de la mujer infiel
por donde se fuga el olvido
yo ni me acuerdo de ningún cabrón

esplendor de los primeros años
ímpetu como valor supremo
carácter sentimental despreciado e ignorado
la sustancia más pura de la humanidad dada por causas a priori
escepticismo que brota de las aristocracias
mística del parasitismo cultural
una visión idealista y fracasada
apasionamientos revolucionarios
sentimentalismo anárquico
la oligarquía primero nos mimó en los cenáculos
después nos abandonó / confusión escapismo suicidio
transculturación foránea del capital financiero
subjetividad como juguete del destino
aparece el símbolo entre fuerzas inmutables
no hay salida para restaurar la degradación
la existencia patética y absurda
miedo angustia y desesperación por un mismo precio
la modernidad se encuera y agoniza
época retrograda / censura persecución quema de libros
la poesía al servicio de la libertad
Junín Ayacucho Bolívar Olmedo
Píndaro Virgilio Horacio Quintiliano
y el populismo le partió la madre al pueblo
las armas el arado
vicios y prejuicios
y la muerte como primera etapa de la vida

pero yo quiero dedicarme unos versos

18 de marzo de 2010

DE DÓNDE SACA USTED INSPIRACIÓN


DE DÓNDE SACA USTED INSPIRACIÓN

Ha fenecido lo más cabrón
que el poeta es un peligro para el establo social
pues les diré que ya se le comenzaron a pandear las piernas
como las niñas que cumplen sus quince abriles
dándole las mismas vueltas a la noria de ideas platónicas
que el poeta es un peligro para el establo social
repugiña y grita la falsía de la letra escrita y cantaora
semen y explosiones ovularias / sintaxis hambrienta
cut-ups del corazón / el alma no tiene la culpa de tanta cursilería
poetas y licenciados versos y reversos
¿qué transa con cultura del México pobretón?
trinchera de nopal muro de la tortilla
soñé que una hormiga y un elefante hacían el amor
encantamiento de amnesia y anonimato
con orejas de trapo pirrurris y proletarios
cobardes que lloran su valentía
se asombran pero no hacen nada
algo anda mal kafkallescamente hablando
jipitecas de ayer yupis de hoy
poetas cumbiancheros y metaleros que cantan mal las rancheras
parásitos de visión purgadamente aristotélica
se revuelcan como diablos mojados con agua bendita
historia recién parida
¿alguien quiere romper la prisión de su cuerpo?
mejor hijo de puta conocido que boludo por conocer —dijo el Andrés
decir lo que no se puede decir / ya no cabemos en la vida
somos guiñapos existenciales machos cósmicos imitadores Sísifo
rellenando los huecos de la nada en el paisaje putrefacto
creación exnihilo para quitarle las joyas al muerto o finiquitar el asunto
¿de dónde saca usted inspiración para escribir tantas pendejadas? •

PREGUNTAS A DON MONO FILÓSOFO


PREGUNTAS A DON MONO FILÓSOFO

«Don mono filósofo, ¿qué nos puede decir acerca de los mentados metaxtextos y de la concepción "inmanentista" que asumen sus paridores, o sea, los metatextualeros?»

Escasa envergadura y gorda defección en los matices de su escritura. No se discuten las posibilidades de expresión porque el lenguaje es una especie de sortilegio aislado; predominan en los contenidos metatextualeros la descomposición de las palabras que al desunirse razón y logos ya no descifran ni revelan nada, ni son transparentes ni tienen plasticidad. La sustancia del habla es garrulería, útil para el aburrimiento, etiqueta del engaño y símbolo de opacidad. En la configuración de imágenes y marcas textuales no resalta la cognición artística de la realidad ni se cumple la función comunicativa de los signos estéticos.
Tampoco hay tonalidades de ritmo ni las notaciones de musicalidad implícitas en las palabras; tampoco en los motivos ornamentales hay exclamación impetuosa, eco o golpe de metáfora, ni gesticulación tipográfica. Lo que sí hay en los dichosos metatextos son los deseos de huir hacia el infinito, las evocaciones nostálgicas de pura mortandad o apatía, voces huecas que no responden a la voluntad de recuperar la dialéctica histórica del pasado, el empecinamiento en ritualizar una visión mitificada de espacio perceptivo de mera retórica y de evasión hacia regiones nebulosas; se patentiza la evasión ontológica de los estertores seudopoéticos que se ocultan bajo carapacho de una realidad imaginaria que anteponen a la vida real y cotidiana; frustración, angustia, miedo y desolación. Técnica aglutinadora persistente en imágenes portadoras del fetichismo romántico —lo etéreo, lo fantástico, lo infinito cósmico y demás supercherías— se «dicotomizan» fuera de los antagonismos, sin contingencias concretas, sin conjeturas de conciencia crítica.
El acceso a la realidad, cuando hay, es un acto que no rebasa los límites de las preocupaciones metafísicas, de los conjuros y de las cavilaciones soporíferas o fantasmagóricas.
Como el deseo del elevadorista de ser ángel para ganarse a vuelo el pan del cielo.

9 de marzo de 2010

LA VIANKA SANTANA, LA BOTELLITA DE JEREZ, DE LA TETA PRESUPUESTîVORA Y DEMÁS UNGÜENTOS CULTUREROS




FUNERALES PARA EL GRAN ESPECTÁCULO DE LA CULTURILLA ZAUMADORA

Desde de la temporalidad de la historia nos llega este flach-bak de barato montaje publicitario; una de tantas estampas del narcisismo seudoestético, muy rutinizado para impresionar mentecatos, haciendo de los referentes culturales una vulgar pacotilla decorativa. Se trata de un sentimiento estúpido y hasta inmoral, similar al que experimenta la pelusa de los pueblos débiles cuando exalta a sus déspotas.

«Con una deslumbrante personalidad, con ideas transparentes, claras y espléndidas relacionadas con los movimientos artísticos y culturales que se suscitan en el área de Tijuana, con una trayectoria de casi veinte años de conocimientos, vivencias y experiencias Vianka Santana, artista transdisciplinaria, expresa sus inquietudes, sus necesidades del quehacer artístico» [Paco Zavala, Aporta Nuevas Ideas Culturales Vianka Santana, La Prensa de San Diego, 18 de abril de 2003].

—Y miren nomás conquién... y para expresar el afecto reprimido, supongo.

No hay duda que la impostura de la vanagloria, el fantochismo y la trivialización constituyen una condición funcional de la actual concepción de la cultura promulgada por los «mass-media». El máster Eduardo Subirats apunta que «la definición administrativa de la cultura como sistema de entretenimiento social y de neutralización de conflictos ha llevado necesariamente consigo la trivialización de sus expresiones y la pérdida de significado y de compromiso real de las formas culturales o de aquellos que las generan».
He aquí el símbolo o correlato ofrecido como una cursilería, y a la que también le pertenece la idolatría del título nobiliario.

«Esta singular mujer, posee un dechado de virtudes, dentro de los que podemos contar a la belleza femenina, personalidad, inteligencia, gracia, don de gentes, cultura y una depurada educación. Mujeres como Vianka Santana, representan con mucho orgullo a la mujer mexicana y sobre todo a la mujer tijuanense. Le deseamos mucho éxito en su posición de Coordinadora de Eventos Especiales en el ICBC, en su trabajo educativo, en su quehacer teatral, en la organización de los teatristas y en todo lo que emprenda»
[Paco Zavala, Aporta Nuevas Ideas Culturales Vianka Santana, La Prensa de San Diego, 18 de abril de 2003]. [3]

—Hay quienes optan por la desmesurada coima, yo prefiero el incordio.

«Todo es voz, de cerca y de lejos, jerga de prensa, cadencia de fraseología, omnipresente banalidad. ¡Pero qué eco, qué grandiosidad! La banalidad se hace apocalipsis, la fraseología explosión, la jerga de la prensa se convierte en bramido de cañón, la cháchara de un dandy o folletinista en trueno de Juicio Final. Se hace lenguaje de lo indecible. Por todos lados se alza la contradicción». Y para esta efímera revelación o dédalo de biográficas tunantadas se antojan exactas las palabras en cita y que escribiera el doctor Ernest Fischer en su libro «Literatura y crisis de la civilización europea».

—Oiga, mi chif; ¿ya reviró lo que ese pedazo de zoquete del Paco Zavala dijo acerca de la comadre del Leobardo Sarabia?
—A ver, repítemelo.
—Que rucailas como la Vianka Santana representan con mucho orgullo a la mujer mexicana y sobre todo a la mujer tijuanense.
—Humm... Ese cabrón arrastrado ha dicho cosas peores.

Si el lambiscón e ignorante gacetillero ofrece como prototipo de la jermu tijuanaca a la «coordinadora operativa» del propugnáculo «Sarabia hermanos & asociados»; más bien, el birote sería al revés, en el sentido de parecerse ella, y desear erigirse en las tantas y tantas señoras y señoritas, sin malos humores, ociosas, de buen diente, criadas en el ocio y el regalo, en medio del vicio fácil y corriente, como dijera don Leopoldo Alas Clarín en páginas de «La Regenta». Aunque, quién sabe si alguna de esas tantas manolinas tuviera la exquisita sensibilidad y el arrojo para crear un drama como el de su autoría, intitulado «La Quitamaridos», mismo que le abrió las puertas para camellar en el Instituto de Cultura de Baja California (ICBC), en los tiempos en que figuraba de padrotín de dicho changarro culturero el ahora difunto Bernal; o, porqué no, jambarse un "flautín" perteneciente a unos de los maicerones de la Orquestra de Baja California.

—Y es que a la pobre le gusta muchísimo el instrumento del solfeo.

Con sus remasterizadas diosas de la justicia, la igualdad y la fraternidad, y tras las cuales se ocultan variados intereses burgueses, la mitología de los universales oscuros sigue departiéndose en los opúsculos de propaganda que la doña genuflexea sobre papel periódico. Con el porte de una enjuta yegua inglesa a punto de desfallecer, la ruca menea las anquillas, al tiempo que flamenquea los brazos y se cala las antiparras para irse a chutar un broli de patafísica. Contagiada por lecturas del calado de la dama de las Camelias, el alma se le afusila para avenirse en desbragada mujeruca romántica y bobaliconamente utopista; con decir que ya no requiere bato alguno que le guise el pimiento, pues —cuando apenas avienta la noche su mortaja— la cama se le llena de sombras moradas que le desquician la zaguanera. Luego que se ha ido la luna y el canto de la lechuza se diluye en el grito sordo, la ruca dice no tener sueños, pero sí muchas ganas de marronguear la trola y la pajarota.

Y digo esto porque cada vez que saca a balcón su retal de palabras, entonadas al ritmo del relativismo pusilánime y oscilando entre una actitud ingenua y ladina, la madmuasela se dispone a presentarse (pluralizándose en nombre de los culturosos) como una víctima de la insensibilidad de malvados seres (calcados en los textos, por así convenir a la conchita, como villanos abstractos); la madama se muestra muy ilustrativa en su intentona de querer atrapar al lector en las redes de la compasión; pero, además, la facundia no para allí, pues la emplea para manipular los puntos de vista, al presentar al grueso de la culturosada y la bohemia parasitaria —y que se integran por quienes ella denomina «creadores artísticos», «promotores culturales», «grupos culturales independientes», «gestores en el ámbito de la cultura» y blablablá— como unos seres frágiles, inocentes y desamparados.
Y esto queda demostrado en muchos de sus textos, por ejemplo:

«El gremio de la comunidad de artistas y creadores, es un sector que al igual que los otros, paga impuestos, participa activamente de los procesos económicos, sociales y políticos y que además, vitaliza las formas de cultura que le dan sentido e identidad a una ciudad, a un Estado, y a un país. Sin embargo, se trata del sector más vulnerado y vulnerable, puesto que se le ha marginado y desprovisto de garantías que tienen un carácter: intransferible, irrenunciable, impostergable e inalienable» [Vianka Santana, País asimétrico, suplemento Identidad 1914, periódico El Mexicano, 7 de febrero de 2009].

Vaya trampa sicológica y burda maniobra de retórica chapucera; la realidad no se ajusta a los esquemas propuestos por la mina, pues la justeza de sus conceptos sólo sirve para eludir formulaciones practicas, anteponiendo fetiches como figuras de primer orden en la «esfera» culturalista.
¿Porqué tal gremio de parásitos y de arribistas es el sector más vulnerado y vulnerable si, como bien lo afirma la ruca, participa activamente de los procesos económicos, sociales y políticos? Pero si esa cáfila de vivales es quien usufructúa de lo más requetelindo el mogollo de la cultura. Por lo que se ve, la Santanita sigue la misma línea pequeñoburguesa de crear islotes privilegiados.

«Entonces —ante el panorama cruel de los contrastes sociales y económicos—, es claro que hay todo un universo de sectores vinculados a la cultura que quedan en el más franco abandono» [Vianka Santana, Promover los derechos artísticos y culturales, suplemento Identidad 1879, periódico El Mexicano, 31 de mayo de 2009].

Qué tipaza es esta señorona de la Vianka Santana; una desaforada tipaza que le encanta pasarse de chorizo; una gran tipaza de la farsa seudointelectual. Con total indiferencia por aquellos seres que verdaderamente sufren y sí se hayan en agobio, la chamacona se apresta a esta encomiable o detestable (según sea el caso) labor de asistencia samaritana. A fin de cuentas, ingenuo e impotente (cuando no, políticamente rastrero) es el sermoneo —que en su ministerio de "promotoría" culturera, culturosa y culterana— apela la señora Vianka Robles Santana. Pero no nos detengamos en las pedantes burradas y disparates que la mina tira a redondel, saquémosle otro botón al ojal.

«Legislar en torno a los derechos del arte y la cultura, es una tarea urgente que requiere de la necesaria concurrencia y participación de la ciudadanía, lo que implica una consecuente reconstrucción de esa visión que tiene la propia comunidad cultural de sí misma, en la que se ve y se percibe al artista como "sujeto de asistencia"» [Vianka Santana, Promover los derechos artísticos y culturales, suplemento Identidad 1879, periódico El Mexicano, 31 de mayo de 2009].

¿¡«Concurrencia y participación ciudadana»!? ¡Coñetas! Estas ya son chingaderas. Pero ¿cómo el estado va a ser servidor de los esclavos ciudadanos? Y en cuanto a la tozuda percepción («visión que tiene la propia comunidad cultural») de considerar al artista como "sujeto de asistencia", sin dejar de ser una mamada, esto ya es una beatería muy pendeja o, deatiro, una vil mendacidad de la decencia.

—Oh, sí; la gran cultura, el gran privilegio y el gran gusto de la pequeñaburguesía.




BISUTERÍA ESPIRITUAL Y DEMÁS UNGÜENTOS CULTURALES

Cebados por la paráfrasis, invocando fraseología, con los sentimientos perturbados y guiados por el «aura anónima», asistimos a la disolución del mundo en el «yo»; hombres y cosas ya no son diferentes, se suceden en sus esencias. Sujeto y objeto se erigen en apariencias y no se reconocen sus particularidades («cambios» y «recambios» facilitaron «la fractura»); un modo de «alotropía» en la que cambia la forma pero no el contenido («el quehacer artístico» les ha dado «una clara noción»); lo opuesto a lo concreto no es solamente lo abstracto, sino lo disperso. La autoconciencia se encuentra delimitada por el objeto y el individuo ha capitulado ante el poder de las cosas («un sitio» que promete una importante «oferta»).
Y en el discurso que hace suyo la «singular mujer» (de «deslumbrante personalidad, y de un «dechado de virtudes») se despliegan entidades abstractas que adquieren una fuerza motriz autónoma («el optimismo» y «las cuentas alegres» enrarecen «la obligada reflexión»; «las acciones de gobierno» llevan «el aprovechar»), objetos con voluntad propia que se sobrepujan en seres animados («resultados obtenidos» le dan a la ciudad «liderazgo», «el 2009» trae «la llegada» y «el arribo»).
Personificación de los objetos que se mueven por su cuenta como los sapitos de voluntad infatigable, como los desenfrenados esponsales en su primera etapa conyugal, como las chamaquitas de mal vivir, como el alma en pena de un muerto que no fue enterrado en el panteón o como el padrote en el acto de esquilar suripantas.

—En los individuos y las cosas se han invertido las funciones.

En los tantos articulejos de la Santana, publicados en el suplemento del Eligio Valencia Roque, son abundantes los ejemplos que ponen al descubierto el proceso histórico de la enajenación del hombre como sujeto que ha sido desplazado por el objeto (la realidad que se diluye en el «yo»); objetivación deformada de un mundo en el que se vive de apariencias; fenómeno de despersonalización no sólo discursiva, sino de la vida y los sentimientos (se puede regalar el alma, no así el dinero).
Y para expresar la andanada de despropósitos y demás desfiguraciones teoréticas, la supernietzscheana leidi tijuanaca arma su «weltanshauung» utilizando los recursos estilísticos y retóricos de la distorsión lingüística y la dislocación gramatical. Así, embaulando palabras, sintagmas y enunciados que acaban en notas periodiqueras de un mismo color y sabor; luego, «evacuatio fit» en el suplemento dominguero que padrotea el gingirín del Jaime Cháidez Bonilla; y, ya en cuadro de publicación, la ñorsa Robles Santana informa (o, mejor dicho, desinforma) que «la actual situación de vulnerabilidad social y económica» y «la visible confrontación de las fracciones parlamentarias», cual si fueren peleoneras marimachas que se lían a moquetes con cuanto cabrón se ponga en frente, dejando estrellitas funestas en el aire, ojos de cotorra, labios partidos y jetas hinchadas, «han golpeado de manera significativa al sector de la cultura».
Me imagino que la hija putativa del arqui Cleofas Veloz fue la primera mona a quien ese par de gandulas (dos cholas malandrinas que, como ya dijimos, responden a los nombres de «actual situación de vulnerabilidad» y «visible confrontación»), le arrimaron tortazos, patadas y zopapos.

—¡Ay, qué momentos tan graves!

El estilacho retórico y, por antonomasia, esa forma de armar un discurso sustancialmente disparatado, yuxtapuesto con costras de una lengua erigida como una inconmensurable columna y barnizada con una dorada capa de mierda, fraseología para el embrollo del sinsentido y ornamentar el crimen, promover el turismo o anunciar la llegada del besaculos. Y fraseología es la lengua que utiliza la prensa para difuminar la realidad y espantar los sucesos con clichés.
Un envilecimiento de la palabrería esponjosa que Karl Krauss, antes de que estallara la primera gran peste de 1914, combatió en solitario a la prensa, a la sociedad burguesa, al fantasmal imperio austriaco, al estilo de vida de esa época con jedor a fraseología y putrefacción moral; desenmascarando las capas más profundas de la engañifa, la mentira, la hipocresía.

«He tenido una visión terrible:
veía yo cómo un léxico de conversación iba hacia un erudito y se ponía a abrirlo y hojearlo».


De la manera en que las circunstancias, los acontecimientos y las cosas sepultan a sus protagonistas y hacedores; individuos arrejolados en su alienación, desrealizados y sustituidos por una realidad que sólo es vapor, cosa etérea, fantasmal.
Y este fenómeno de alienación lingüística y de proposiciones clichés no es privativo del discurso que expone nuestra invitada; por tanto, consideremos los siguientes enunciados, cabezales del periódico Frontera (martes 27 de marzo de 2009), y observemos que la mediación «sujeto-objeto» se verifica en los mismos términos ya expuestos; es decir, la realidad, como un objeto abstracto, disuelve al «yo», despersonalizando al sujeto y sustituyéndolo por un mundo de simples apariencias.

«Cuidan hogares gasto y cambian consumo» [12-A]
«Sobrevive altar de Santa Muerte» [14-A]
«Revela escuela conflicto» [14-A]
«Sin novedad reportan cámaras» [14-A]
«Arranca festival de teatro en Tijuana» [11-B]
«Repuntan las bolsas por nuevo rescate» [16-A]
«Llegan ‘esperanzas’ a Chile» [25-A]
«Desatan camisetas repudio en Israel» [25-A]
«Arranca festival de teatro en Tijuana» [14-A]

Ahora, toda vez que la noción del antitético binomio sujeto-objeto suele ser un caldo para muchas cucharadas, procedamos a echarles mirugiada a otro birote.

(nota: para ahondar con precisión en las cuestiones del fenómeno de las extrapolaciones semánticas, remito a los lectores interesados a los análisis que Timpamaro, Rossi-Landa, Broch, Lukács y Brecht llevan a cabo en respectivos textos).




FRAUDULENTAS CRETINADAS PARA COMEMIERDAS
[O CUANDO LA SANTANA LE HACE COMO EL TÍO LOLO]


La cultura, y todo lo que la Robles Santana relaciona con dicho concepto, no es el único contenido de la vida. Es verdad que se requiere unificar lo social con lo individual; pero no únicamente por la vía de las sensaciones bienhechoras, haciendo de la vida un poema o una canción. La cosa no va así; hay que reconocer la realidad y tener presente que, ante las convulsiones y deformaciones de esta realidad contradictoria, el modelito de cultura que apologiza nuestra invitada es pura idealización cuyo aparato terminológico está armado con base en generalizaciones; y lo que es peor, al establecer el análisis de las categorías de cultura, la jermu niega los componente ideológicos, postula ambigüedades, extirpa los elementos determinantes de las contradicciones sociales y anula del plano teórico los conceptos específicos, mismos que remplaza por objetos abstractos, genéricos, neutros y políticamente indiferenciados. Y, pese a todo eso, y cada vez que puede dar bucheos publicitarios, quijotescamente ha de bufar la cantaleta de que la cultura es el «supertodo», la extravagante dama del orden y la paz que evitará que nuestras almas se hundan en la macabra ciénega de carne y sangre.

Doña Vianka Robles Santana, ¿acaso no toma nota del tiempo en qué vive? Porque se advierte que no vincula los carifanchos cultureros con su amilanada agenda de vida. Los imperativos del mercado para allegarse ganancias han modificado el rol de los consumidores, y a través de la publicidad se conceptualiza la noción de la cultura en sentido diametralmente opuesto, introduciéndose la visión ultraligera, es decir, culturalista. «Hoy ya damos por sentado —dice el máster Eduardo Subirats— que el concepto de cultura no es idéntico con aquel significado de libertad y autorrealización que tuvo para los intelectuales de la Ilustración moderna. Y se acepta sin mayores reflexiones que tampoco la cultura es el medio, privilegiado porque marginal, en donde se dan expresión los conflictos sociales e individuales a través de una responsabilidad colectiva de los lenguajes intelectuales o artísticos».
Categoría que se sitúa en una pretensión de cultura vacía de sentido, recreada como una glosa romántica pero a la vez perversa, una noción de cultura de poca o nula visión crítica, generada como un mero proceso de intelectualización, abstraída del contexto de la lucha de clases, controlada y reproducida por los miembros más oportunistas, nefastos y parasitarios de la pequeña burguesía; cultura neoescolástica, excluyente, idealista y que, como refiere Antonio Gramsci, «sigue siendo la cultura de una restringida aristocracia intelectual, que a veces tiene influencia sobre la juventud, solamente cuando se convierte en política inmediata y ocasional».
Conceptos como «agenda cultural», «balance alternativo de la cultura», «comunidad cultural», «propuestas artísticas», «función pública», «espectro cultural», «desarrollo creativo», «gestor cultural», «promotor artístico», etcétera y demás etcéteras, son usados por la susodicha artista «transdisciplinaria» como si fueran ungüentos o jaleas que le servirían a cualquier hembrita para paliar escozores en la chutama. Doña Erreese se autoimpone el chocho de vindicadora de los intereses del proyecto «BBC», (nada qué ver con la «British Broadcasting Corporation»); el acróstico significa «Berruguete Becaril para Culturosos».

—Oye, bato; ¿no sería más ilustrativo que esa dama se nos presentará como el chino que aconsejaba al «Karate kid»?

Después de consumada la penitencia de sus rogaciones públicas y despachados los exhortos de rigor, a la multidisciplinaria artista le sobrevienen baladros de una corajina que rápidamente logra amainar; pues de lo contrario, la rabieta le hubiera rapado el fleco, el monte de Venus y hasta la yadema de laurel que sus acólitos (daifas y gamberros del entorno culturero) le obsequiaron por cumplir una larga trayectoria en los oficios de la trápaga y la faramalla.

—Recuérdese lo que se moteja en este arcaico refrán: «con arte y engaño se vive medio año; y con engaño y arte, la otra parte».

Tersa en el trato con las terceras personas y reprimiéndose los arranques de histeria (y no para salvaguardar el decoro, sino por el miedo a descubrirse como una vulgar y frívola rumiadora de novedades de escaparate), pues ella participa en el control unitario del estado cultural.

—Pues... mire lo que espetó la flemática mujer en otra de sus notículas papirescas.


«Con incredulidad escuchamos la promesas del Alcalde, del Gobernador y el Secretario de Seguridad Pública. Y con una buena carga de enfado, leemos las flamantes declaraciones con las que en materia de cultura el Ayuntamiento tuvo a bien adjudicarse el trabajo de los creadores» [Vianka Santana, A propósito del 2008, suplemento Identidad 1859, periódico El Mexicano, 11 de enero de 2009].

—Uy, haber si no terminan matándola esos pinchis recuerdos.

Se ponderan las consecuencias de las intencionalidades; o sea, de acuerdo con la magnitud de las proporciones éticas el camotero decidirá si le pone o no el termómetro a los tubérculos (le mide el agua a los camotes); y la costurera calculará qué tan ancho o qué tan angosto quedará el encaje.

«Desafortunadamente, en la función pública del la cultura hemos sido testigos del ascenso —casi providencial— de personajes que han resultado toda un revelación en el arte de la simulación o el tráfico de influencias»
[Vianka Santana, País asimétrico, suplemento Identidad 1914, periódico El Mexicano, 7 de febrero de 2009].

—Ni todo el amor, ni todo el dinero —aconsejan los viejos enamorados.

Nuestra invitada arroja a todos los vientos la noticia de ser «testigo» de la manera en que ciertos «personajes-revelación» se trepan por la escalera de la jerarquía de los empleos, valiéndose para ello de una eficaz e ingeniosa artimaña, o bien, a través del apalabre o el canillazo de algún pepudo (amigo o pariente). A esa ventaja se le llama realismo pragmático y conocimiento exacto del mundo.

—¿Y no será de mucho atrevimiento afirmar que la Santana también le mete pezuña a ese refinado maquiavelismo?
—Agüevo. Procura ir a la moda.
—¿A poco, tú?

La ruca nos tira el borregazo de algo que ya es obvio en las cogullas del burocratismo culturero, pero no se atreve a balconear a los chichos de la película; nos pone al tanto del pecado, mas no nos dice quién es el pecador. La ciega o convenenciera aceptación del pernicioso sistema de hacer política. A través del dualismo moral y los «métodos inmanentistas», los críticos se autosilencian o se autocensuran para no perder sus posiciones, para que no les turben la calma, para seguir chupando del bote, para que no les pronostiquen la cesantía y «tutti quanti. Predispuestos a enredarse en la lógica de la sumisión, haciéndose de la vista gorda, tecleando el discurso oblicuo y justificando como fatalidad el relativismo moral. En el principio regulador de los medios, así se fija el precio que se debe pagar por la consecución del fin.
Los medios preceden ontológicamente a los fines; y cuando la teleología sucumbe ante el engaño histórico, entonces los fines ocupan el lugar de los medios. Esta degeneración de la talacha periodística y escritural suele encubrirse, según sea la destreza del bribón que invoca los elevados ideales humanistas o fines supremos que sirven de parapeto para cambiar de color o subirse a otro carro.

—¡Chale, carnal! Ni siquiera el viejo marica de José Stalin se atrevió a proclamar que «el fin justifica los medios».
—Que la jaina se abra de capa y suelte toda prenda; al cabo que los políticos no le tiene miedo a este tipo de simplezas mentales.

Pero sucede que, y por lo que aquí se avizora, a la ruca le ocurre lo mismo que al camaleón; cambia de colores según la ocasión; la docilidad pasiva se trasmuta en participación activa, y viceversa. Arte y cultura en las falsas dicotomías mecanicistas que se cargan hacia un extremo o hacia otro, según convenga al interesado; es decir, ¿quién es más hermosa: Casildea o Dulcinea?

—La Viankanuka debería de hacer un pacto de sinceridad consigo misma.
—¿Porqué, bato?

Porque aquí peca la beata señorona, y de la trompita le salta el chicle bilioso cuando le piden su "parecer" acerca del julanete, antecesor del Virgilio Muñoz (éste sí gallo predilecto de la Santana), y quien quedara momentáneamente en calidad de director del Centro Cultural Tijuana (CECUT), luego que la Tere Vicencio pintó venado hacia la ciudad de México, siguiendo un hueso más choncho que mordisquear.
Y estos fueron los untos que hicieron combustión de verbena en sus carnes flacas:

«Un perfil inadecuado. Héctor Villanueva, no es la persona que reúna el perfil para una institución como el CECUT, dijo de entrada la promotora cultural Vianka Santana. Definitivamente no reúne el perfil. No tiene la trayectoria ni la experiencia en la función pública de la cultura como para dirigir una instancia de esta magnitud, no es un promotor cultural que se haya caracterizado por interactuar con otras disciplinas artísticas y otro tipo de creadores que no estén acotados a la disciplina que él en lo personal se desempeña. • Creo que desde el espacio que ha estado, no ha interactuado con la comunidad y no ha sido una subdirección de liderazgo como para que uno pensara que en consecuencia sería lógico que ascendiera al siguiente puesto, creo que se deben considerar ciertos aspectos que requiere el perfil, agregó la creadora. • Sería importante que una decisión de esta naturaleza se tomara de una manera consensuada, que se tome en cuenta a todas las personas que hay en el estado, no sólo en Tijuana, que tienen la suficiente trayectoria demostrada y la experiencia en la gestión pública, que tienen la visión clara de lo que debe ser el desarrollo cultural en el noroeste, que no esté comprometido con un proyecto personal, sino que estén comprometidos con la comunidad cultural» [CECUT: Cuestionable relevo, Zeta online, nota de Enrique Mendoza Hernández]. http://www.zetatijuana.com/html/Edicion1828/Cultura_Principal.html

Y esa fue la divisa que recibió el mentado Héctor Villanueva, contrariamente, y en nada comparada, con la dulce turgencia y elocuencia lisonjera —toda una polifonía de aleteos de mariposillas, trinos pajariles y repiques de campanitas que hacían eco en el corazón— y que restriega en la collera del Virgilio Muñoz. A éste sí, mas no a aquel cabrón, le hace la Robles Santana amorosa «rendición», tan hiperbólicamente como la hiciera la Sophia von Klingenau: «Y llegó una luz del cielo, sobremanera hermosa y deliciosa; y me cubrió a mí, y me penetró por completo con su resplandor y brillo, y, de repente, mi corazón quedó transformado, rebosando de una alegría indecible, desacostumbrada...».

En el acto de imponerse la lealtad al trono se procura siempre sacar alguna tajada; y eso que la ruca no le tiene mucha afición a la política. En fin, se procura siempre asegurar la concesión y el premio que dan, quitan o niegan los caciques cultureros de las "políticas públicas"; amaños que formulan los «creadores y promotores artísticos» para manejar pueblos ya casi fantasmales.

—Pruuffff. Menos charlatanería culturera, mi chavala.




DOBLEZ Y ESTULTICIA ANTE LA MENDACIDAD CREATIVA

Pasemos a un repliegue de narcisismo, y que le sirve a la conchita como una especie de antídoto para apaciguar la angustia de una conciencia lacerada, me recuerda el caso de Maquiavelo cuando jesuitas lo combatían teóricamente; pero, en el terreno de la praxis política, nada les impedía que el florentino pasara de ser su adversario a mentor.

«...dos grandes satisfacciones del 2009 fueron la experiencia de seguir perteneciendo al Foro Cultural Ciudadano (FOCUC), y el poder contribuir de alguna manera a la reflexión sobre la cultura en Tijuana, a través de la oportunidad que me brindó la comunidad al designarme en el subcomité de Cultura del COPLADEM, como Consejero Ciudadano» [http://blogs.myspace.com/frivolitos].

Bueno, y en razón de que la Santanita también utiliza las palabras como si fueran pilchas, veamos un ejemplo (nada más uno, que conste) en el que ha soltado el churumo con las patas al cielo y la cabeza al suelo.

NOTA: una vez leído le aplicaré la fórmula de la «botellita de jerez».

—O sea, que todo lo que ella diga será interpretado al revés.

«Desafortunadamente las estrategias emprendidas por el XIX Ayuntamiento apuntan hacia formas de crecimiento insostenible, porque no han considerado el valor de la cultura como elemento de cohesión social, porque han eludido el hecho de que existe una relación estrecha con la economía, y por qué no han querido entender que la cultura es causa del desarrollo y no consecuencia» [Vianka Santana, Clusters y distritos culturales, suplemento Identidad 1915, periódico El Mexicano, 14 de febrero de 2010].

La manolita aduce que ciertos cabrones (cuyos nombres ignoramos porque la pajarita omite precisar el dato) «no han querido entender que la cultura es causa del desarrollo y no consecuencia». Primor, sin menospreciar las virtudes que te hacen brillar y los egregios méritos que por ley te tocan en el reparto clientelar, lamento decirte que andas soltando el chorro de miados fuera de la bacinica. Y creo que tú eres quien no ha querido entender que la cultura sí es consecuencia del desarrollo. El hombre no existe en virtud de la cultura, sino que la cultura es la que existe en virtud del hombre.

—Qué absurda y ridícula contradicción.
—¿Qué cosa, tú?

La madmuasela se subleva contra sí misma y, acto seguido, chilla, patalea y se estremece de asco. Y, repetidamente en uno y otro de sus sucesivos y tantos articulejos que confecciona, suelta el puchero de que no existe «una política generosa y comprometida en materia de arte y cultura»; que «el Estado aun no ha asumido a cabalidad su responsabilidad»; que hay «improvisación en la función pública»; que «falta presupuesto»; que «no existe una voluntad clara por parte de la Comisión de Cultura del Ayuntamiento para generar un presupuesto acorde a las necesidades de esta ciudad»; que «existe una visión muy limitada sobre los consumos culturales, ya que no se han realizado diagnósticos que permitan la construcción de programas certeros»; que «también en el ámbito de cultura, Tijuana fue lesionada sensiblemente» y tururutururú.

Son estas las cositas que espantan, hartan y enfadan a la madama. No obstante, confusa y meciéndose en el hartazgo, espanto y enfado, y sin dejar de crisparse y clamar maldiciones. También, y no sé porqué, esas cositas de la Santana me traen a colación un relato que Gramsci anota en sus cuadernos carcelarios, y «en el cual el sabio Saladino dirime la desavenencia entre el vendedor de asados que quiere hacerse pagar por el uso de las emanaciones aromáticas de sus manjares y el mendigo que no quiere pagar. Saladino hace pagar con el tintineo de las monedas y dice al vendedor que embolse el sonido de la misma manera que el mendigo ha comido los efluvios aromáticos».

—La pedantería...

Y la pedantería apasionada, dice Gramsci, es tan ridícula y peligrosa como el sectarismo y la demagogia más desenfrenados. Pero en el texto que enseguida transcribo, cogiditas de la mano se pasean la pedantería, la ridiculez, la demagogia y el disparate.

«Las políticas públicas deben orientarse hacia el cumplimiento cabal de las premisas que les dan sentido, tomando en cuenta que su dimensión es proporcional a su cometido social pero también, a su grado de incidencia y beneficio...» [Vianka Santana, País asimétrico, suplemento Identidad 1914, periódico El Mexicano, 7 de febrero de 2009].

—¡Más seriedad, por favor!

¿Podría alguien decirnos qué significa ese bochinche de piruetas cerebrales que excreta la manola? Pues miren qué cosas tan inigualables. De tal manera que lo ya transcrito significa, precisamente, que «las políticas públicas deben orientarse hacia el cumplimiento cabal de las premisas que les dan sentido, tomando en cuenta que su dimensión es proporcional a su cometido social pero también, a su grado de incidencia y beneficio». Y nada más.

—Vaya forma de demostrar su inteligencia y «depurada educación».

¿Quién dijo que la Santana era toda una paridora de «ideas transparentes, claras y espléndidas»? La verdad es que la "consejera" del subcomité de cultura del COPLADEM no tiene desperdicio en el momento de lucirse con tales cantinfladas y, sobre todo, para poner del asco y rebajar aún más la poca credibilidad que tiene la consejería ciudadana que fufurufamente dice ostentar.

—Que quede claro, si la madama se anima a tal cometido, pues que lo haga con el virtuosismo con que se explaya ante la aristocracia morralera, cantándole responsos y meneándose muy requetemegaguau.


25 de enero de 2010

LOS METATEXTUALEROS O LA SINTAXIS COMO TARTAMUDEO FILOSÓFICO


Vertedero de cretinadas

Por Éktor Henrique Martínez


LOS METATEXTUALEROS
O LA SINTAXIS COMO TARTAMUDEO FILOSÓFICO


Todo sea por la fluidez del metatexto, el anticuento o la antinovela. Realidad desbarrancada hacia al texto, es decir, rechazar sus exigencias inmediatas en aras del «goce estético» y sin salirse del cauce de la belleza. y así acaba la pertinencia del discurso conmovedor, elevando lo que no se puede aniquilar. La emergencia de la otredad narrativa transformada en silencio que se expresa desde el balbuceo incoherente, la fragmentación y la ambigüedad.
O sea, el origen de una nueva estética, autista, ramplona y convenciera. Sintaxis como tartamudeo filosófico al estilo Michael Foucault en el orden del discurso y la «literariedad» en la escritura desarticulada.

—Y las feministas desfasadas son tan tontas o ingenuas que pretenden insertar su discurso en la frontera, y no al revés como debiera ser.

Y van más lejos en su oligofrenia y modita pendeja; pues, no conformes con insertarles un valor puramente semántico, a los cuerpos de las mujeres pretenden consignarles (ya sea de manera real o simbólica) la dimensión telúrica de la región fronteriza. Los cuerpos femeninos son poesía; el desierto es un cuerpo de jermu y demás suatadas

—En síntesis, puras pinchis mariguanadas.

Quieren conjuntar en un solo receptáculo (literario o metaliterario) las dos vertientes que le dan visión y configuración al mundo: hechos históricos e ideas polivalentes. El desierto clama, la ciudad canta y el espacio territorial fronterizo equivale a lo mismo que el bari de una candonga o chumascona.

—Como si el estado perfecto de las chuchis fuera la putería.

24 de enero de 2010

REFLEXIONES DE UN ALBAÑIL MARIGUANO


Bien decía Nietzsche que el dolor es eterno mientras el placer quiere ser eterno. El común denominador de los valores burgueses es la hipocresía. Perros y gatos en un costal; todos juntitos. Queliace, hay que experimentar la pasión, no importa cómo acabe uno; pues pasión aceptada se paga con la vida; pasión rechazada se paga con la muerte.

REFLEXIONES DE UN ALBAÑIL MARIGUANO


Hay prostitutas y prostitutos literarios, intelectuales "orgánicos", culturosos, profesionistas y pirrurris, cómodamente enchufados al stablishment y al estado empresarial, a quienes no les importa que se elimine o se restrinja la libertad de expresión. A estos seres privilegiados tal mutación no les quitará el sueño. Seguirán viviendo, comiendo, cagando, cogiendo y escribiendo con el mismo entusiasmo de siempre. Alguien les comentará: "Oye, metieron a fulano al bote, por grillero." Y responderán: "¿Y qué?" Los más solidarios dirán: "Pobre cabrón. Ya se me hacia tarde que no lo tronaran."

REFLEXIONES DE UN ALBAÑIL MARIGUANO


Una buena peda, vale también como arte, porque —como dijo Rimbaud— es un desarreglo de los sentidos y hasta da pauta para mejores alusiones de osadía sexual, además, que auspicia y motiva el encuentro entre hombres y mujeres o, si se prefiere, entre jotos y mayates. Si don Fernando Pessoa decía que el arte nos libra ilusoriamente de la sordidez de ser, entonces habría que agregar que lo mismo sucede cuando nos ponemos una buena guarapeta; y, además, con la ventaja de no requerir la filiación estética, solamente la influencia etílica del agua loca.

REFLEXIONES DE UN ALBAÑIL MARIGUANO


La culturosada tijuanaca también se toma muy a pecho el filosofema de Pessoa que dice: «el arte nos libra ilusoriamente de la sordidez del ser». Pero Pessoa era más que Pessoa, y no se guarecía en madrigueras como el Turístico, el Zacazonapan y demás culantros de la aristocracia morralera «méidin» Ibero, Cetys, Colfront, UABC, etcé.

REFLEXIONES DE UN ALBAÑIL MARIGUANO


Al simple mortal, es decir a la gente común y corriente, a la perrada, no le interesa la cuestión de la libertad de expresión, o pendejadas como el «Día internacional del poeta». Las personas singulares u ordinarias están ocupadas en otros menesteres más inmediatos; tratar de resolver su vida cotidiana, imbuidos en problemas prácticos. Es mentira que sean ellos la muy mentada "opinión pública." La mayoría de la chinchina popular no sabe ni qué es eso; paupas viven agobiados por las presiones económicas. Fuera de esto, todo lo demás les vale madre.

Tijuana es el culo de San Diego

Tijuana es el culo de San Diego, es uno de los tantos retretes, tafanarios y bacinicas que tiene California. Dónde todo mundo se cree poeta ...