24 de mayo de 2020

Literatuelos al estilo de la Chimoltrufia, Michel Foucault y el Chavo del Choto




Sintaxis como tartamudeo filosófico —al estilo de la Chimoltrufia, Michel Foucault y el Chavo del Choto— en el orden del discurso y la «literariedad» en la escritura desarticulada. 

Y las feministas desfasadas son tan tontas o ingenuas que pretenden insertar su discurso en la frontera, y no al revés como debiera ser. Y van más lejos en su oligofrenia, pues, no conformes insertarles un valor puramente semántico, a los cuerpos de las mujeres pretenden consignarles (ya sea de manera real o simbólica) la dimensión telúrica de la región fronteriza. 

Los cuerpos femeninos son poesía; el desierto es un cuerpo de jérmu.

—En síntesis, puras pinchis mariguanadas y mamadas.

Francisco Morales en la dote cultural de nuestras miserias locales




Y el poeta, compinchado en la rémora de las instituciones cultureras del gobierno empresarial (IMAC, CONACULTA, FONCA, ICBC, CECUT), proporciona sus instrumentos teóricos y recursos retóricos para un mejor proveer, sin causa de resquemor, diatriba o reproche; sin anatema despreciativo o rebeldía desbocada. 

Pues, una vez timado, acomodado, apapachado, aleccionado, escindido de sus convicciones, cauterizado en su radicalismo y reconciliado con el «estatuskú», el men, como buen hijo de la perezosa ciudad, adopta entonces un airecito de unción y bobería como el que refleja un ángel de retablo.

 Y la murmuración no es infundada, pues como joyita del muestrario es el nicho que le fue reservado al Francisco Morales en la dote cultural de nuestras miserias locales.

¿Porqué este güey del Roberto Castillo Udiarte no se aventura a escribir algo más audaz?




¿Porqué este  güey  del  Roberto  Castillo Udiarte no se aventura a escribir algo más audaz y que —ya de jodido— exprese estremecimiento?

Ya no digamos composiciones magistrales, como las de un José Lezama Lima («un gallo color ladrillo, / en su centro y su compás, / pitagórico tomillo / dijo: yo no espero más»), en las que la oralidad se liga con inteligencia, sino algo con el mínimo «ethos estético», que es el común denominador de la expresión artística.

Venderse como puta barata


Venderse como puta barata, equivale a lo que el máster Leopoldo Alas Clarín, denominó la falsa gárrula de la filantropía moderna para aprovechar la alianza nefasta con el poder —y trabajada en complicidad recíproca— mediante una gruesa costra ideológica de metafísica. Mejor remedio para soliviantar (y no enfrentar) los problemas pragmáticos de una sociedad que al tambalearse se le saca provecho personal a las conmociones que se sufren. Y así es su gandallez, como la degenerado que se aprovecha de una mujer completamente ebria para saciar sus apetencias lúbricas.

Roberto Castillo o cuando el paquete de poeta la queda grande




Sumido en un sopor letárgico y besando sus propias llagas se resiste a escribir una poesía decente. Debilucha literatura que a duras penas se levanta es la suya. Lirismo que sólo da unos cuantos pasos como si fuera un caballo flaco y extenuado bajo un jinete gordo y demente. El sol está casi en su cenit y el alma de este poeta no es más que un vapor, exhalación que huele a descomposición. El paquete de poeta le queda grande y su literatura es tan veleidosa que puede ofrecerse como receptáculo de las palabras o de cacas. 
¡Coz del asno al león agonizante! ¡Buitre que devora el hígado!
 El ruco es lo que no es y no es lo que es, como diría Hegel. Porque detrás de la aceptación hay también un rechazo.

Cultura y cínico parasitismo




Detrás de la fachada del fantástico «empuje» cultural que se diagnostica con la creación o inauguración de algún centrito cultural, se encubre el cínico parasitismo y el plan de transportar los principios del mercado a la cultura. Se trata de colocar en la lista de las mercancías los valores de la cultura. Saber, convicción y conciencia ahora se vuelven objetos de comercio. O ¿de qué otra manera podría explicarse que los individuos que malgobiernan el país y los estados de la cosa pública inviertan una maciza morlaca para levantar ese tipo de establecimientos si su línea de acción política se distingue por una nefasta apatía por el arte?

El desinterés por las bellas artes es endémico



Por más inyecciones de adrenalina que se suministre, la literatura fronteriza seguirá siendo un producto de autoconsumo para minorías selectas, el mismo destino depara a las demás actividades culturales. El desinterés por las bellas artes es endémico. Así se construyan miles de centros culturales y artísticos lo que en ellos se produzca columbrará en lo marginal, en el vacío brutal. La cultura altamente refinada se elabora por individuos ajenos a las exigencias y necesidades reales e inmediatas del simple mortal; no responde a la sensibilidad, ideología y sentimientos de la gente del montón. El gusto del pueblo no coincide con el gusto de los estetas. Hay algunos productos que, por su marcada tendencia comercial y manipuladora del morbo, sí alcanzan a entrar en el ámbito de lo populachero. Los hacedores y difusores de la alta cultura son intelectuales desvinculados de la canalla, de la chinchina popular, y se encuentran ligados a una tradición libresca y abstracta, postrados en un canon excluyente en el que no se admite a cualquier plebeyo o pelafustán de arrabal. «Los intelectuales —señala Gramsci— no surgen del pueblo, aunque accidentalmente algunos de ellos sean de origen popular, no se sienten ligados al pueblo (retórica aparte), no comparten ni conocen sus necesidades, sus aspiraciones, sus sentimientos difusos; al contrario, para el pueblo son algo remoto, una casta, es decir, no son una articulación, con funciones orgánicas, del mismo pueblo»

Cristina Rivera Garza: Carantoñera y gaznápira




Cristina Rivera Garza. Carantoñera y gaznápira jérmu que bejuquea ignorancia, y que se dice escritora de la frontera norte, porque ahora la frontera es la onda, lo in; pero lo cierto es que la tal Rivera Garza es más sureña que los paliacates de color rojo y nada tiene de fronteriza ni de norteña, pues, a decir verdad, es una chinche guacha importada de Toluca.




Una cita de Julio el Sueco



«…son pocos los que tienen acceso a una literatura que exija un pensamiento crítico, simplemente, es una minoría la que sostiene las riendas de la cultura en México y Tijuana es mi mejor ejemplo para ello porque es nada más de ver que clase de personas exporta cultura al exterior para darse cuenta de ello. Puro pinche junior que nunca ha visto una escoba de paja en sus manos de señoritas. Y lo único bueno que representa a Tijuana en las letras lleva apellido de viejo abolengo en la región y que se cree tanto que abre un puto blog sólo para engañar a la gente que esta presente en la cultura bloguera cuando ni siquiera se asoma a su ventana, o sea Crosthwaite» [Julio Sueco, Tijuana a secas, desde Suecia, 10 de junio de 2006].

La minita se puso como Bob Esponja




Esta chamaca estaba dos-tres (no como poeta, sino como relingo); pero resulta que la bonita le entró con mucha enjundia a los carbohidratos en descomposición (tacos varos, marruchanes, empanadas, burros con doble tortilla de harina, etcé.) y valió machete; la minita se puso como Bob Esponja.

Atalayita para embaucar melolengos




Atalayita para embaucar melolengos. Fuera de esa parafernalia de circo mediático no hay nada de nada. Simplemente un espot publicitario de maniqueísmo barato, igual de asqueroso que las acciones de los políticos o pederastas. Cacarean y transitan por las mismas vías que utiliza la mercachiflería de los anuncios de cheve, cigarros, espectáculos frívolos y estupidizantes

ALGO ESTÁ PODRIDO EN EL PAYASO RUIN



ALGO ESTÁ PODRIDO EN EL PAYASO RUIN

Para satisfacción del tabuco que proxenetea el Gilberto Licona, en su columnita «Pan y circo» (Zeta, 1789, edición del 11 al 17 de julio de 2008), el Juan Carlos Domínguez, aporta su diezmo de propaganda cuchupletera, y como buen faquín, el pitufo gacetillero chasquea esta notita camandulera:

«Tijuana poética es un proyecto emprendido por una editorial independiente y algunas instancias oficiales. ¿En qué consiste? En agregar al ya de por sí caos visual de la ciudad, lonas de 1 x 2 metros, que tengan impresas frases de esperanza, reflexión amor a la humanidad. Se ha convocado a escritores y poetas para que lo hagan. Se repartirán 100 lonas a lo largo de toda la ciudad, por lo que resta del año. Mantas de buenaventura muy distintas a las de “¡Ya estamos hartos, pena de muerte a los secuestradores!”. Un centenar de frases bonitas que toquen el corazón de los malosos» [página 23-B, Zeta].

Al chapito parece que de poco o nada le han servido los innumerables cursitos y talleres de periodismo a los que ha asistido. Además de soltar cameladas y partirle en su madre a las categorías léxico-semánticas, le da una zurra de raspadas a la prosodia y la sintaxis. Según refiere el muchachón Domínguez, en el dichoso proyecto concomitan (o se dan cochabanza) una editorial (jaja) “independiente” y algunas instancias oficiales. Para ser exactos, no son «algunas» ni mucho menos son «instancias». En realidad, se trata solamente de dos damajuanas oficiales, es decir, el Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC) y el Instituto de Cultura de Baja California (ICBC), en colusión con el forúnculo «Existir».

En su resoluto texto, el expupilo del Gabo demuestra su pericia de hojalatero de palabras y supone que el vocablo «instancia» (del latín instare) equivale a institución, organismo, establecimiento o corporación, pero el término, como su nombre lo indica, significa la acción de instar, o sea, de pedir, de persistir, de estar presente.

Ensartado en sus desatinos semánticos, nuestro invitado también le pisa los callos a doña Kábula, pues nos informa que el mencionado changarrito zampalimosnas es una editorial «independiente». Pero la pedante jaculatoria no resiste ni la mínima prueba de verdad, por su intromisión y proclividad hacia el oficialismo culturero, la capilla del Licona poco le falta para que le otorguen el definitivo blasón y el linaje estatal de las seudoartes.

—«Existir» se tutela por la vitualla y el proselitismo de las inservibles instituciones seudoculturales de gobierno.

Perorar que esa gavilla es independiente no es más que una majadera fábula.

Daniel Salinas: ignorante con ínfulas de sabiondo





Ese bato es un pobre ignorante y envuelto en una nube de pedos. Cree que hace antihistoria y sólo suelta burradas  y tergiversaciones   para  atarantar  payo.  Debo tener poir ahi entre mis chácharas decimonónicas un textículo donde reviso algunos de sus rebuznos que suelta con relación al famoso Galeón de Manila. El melolengo piensa que la Nao de China era precisamente de China, cuando a todo Oriente en esa época se le llamaba La China.

Lo que  dice Leo Bastardi  acerca  de  los timadores  de la letras le  quedan muy  bien a  este  batillo. «La Literatura, amigos lectores, es una forma de conocimiento, una concepción del mundo, algo de lo que estos farsantes no pueden presumir. Primero porque no dicen nada, y segundo porque cuando intentan explicarlo con retórica de andar por casa, delatan su pobre bagaje cultural mostrando la prueba palpable de su miserable discurso: la diarrea mental por escrito producto de su lenguaje».


Jeff Durango: ¡Trucha con ese tío!


Qué aburriddo es este cabroncete con sus narraciones protoliterarias. Don Francisco Raúl Acevedo Savín, alias también el Jeff Durango, debería ser tan entretenido en estos menesteres de la lectura, como lo es gateando por las noches en el piso de pasillos y cuartos de hoteles para chingarse a alguna culturosa que asiste a sus ya afamadas, (digo) amafiadas, «Horas de junio».

Los redrojos de Alonso Morales



Déjame decirte que las barruntadas que este chaval escribe no equivalen a poesía. Bueno… puede ser que a veces «haiga» un chispazo verdaderamente poético en sus redrojos; pero es como un negrito en el arroz.

Y ¿porqué? Pues porque sus trazas se deben a un cierto estilo que se apropia de las autenticidades ajenas; es decir, a un asunto de subsecuentes repeticiones, de rumiaciones emocionales dichas ya hasta el cansancio.

Lo que se llama estilo es una fisonomía de carácter, fiel a las condiciones que generan la cauda de la sustancia poética; O sea, aquello que resalta en la poesía como actitud de vida singular, como salida catártica que huye de la burda imitación. Imitar es lo de hoy, y esto es lo que hace este chaval para aparenta ser lo que no es. El bato sigue similares pautas y fórmulas aclichezadas que siguen los poetas fraguadores de poemas ociosos, rancios, cursis, decrépitos, caducos, triviales e inútiles. Poetas que creen que la poesía se hace únicamente con palabras, con la pulsación simbólica del «yo». La poesía también es el signo de la vivencia, no solamente un estado de ánimo que se logra con posturas forzadas de lloriqueo sempiterno.

Güeyes como este men han hundido a la poesía en la jodidez; la han transformado en algo que ya no es poesía, en una simple reunión de palabras, en un producto notoriamente estéril en el que prevalece la intrusión de elementos accidentados y fragmentaciones de piezas extraídas estrictamente de fuentes discursivas.

Por eso, a estas alturas del partido, a cualquier farfullador de versitos trapicheros se le legitima con el calificativo de poeta.

La muerte de las utopías



Se confirma la médula original de la narrativa, del arte de novelar el mito y la literatura, bifurcación entre la innovación estética y la decrepitud posmoderna de las letras; el exilio de lo real hacia lo fantástico, las meditaciones fantasmagóricas, el sarcasmo de lo sacrosanto, las parábolas de la farsa, la muerte de las utopías, la subrepticia agudeza crítica del desoído y el devaluado mensaje social que pocos escuchan en el discurso.

7 de octubre de 2018

Cristina Sáinz Sotomayor o la poeta nalgasprontas

Cristina Sáinz Sotomayor, mejor  conocida  en el  submundo  culturero  y lumpenesco  como la  «la  poeta  nalgasprontas».

2 de octubre de 2018

JAIME CHAIDEZ BONILLA Y SUS DESBOCADAS LAMBISCONERIAS


JAIME  CHAIDEZ  BONILLA  Y SUS DESBOCADAS LAMBISCONERIAS 
Jaime Cháidez Bonilla es un gacetillero plano, resbaladizo, vacío y sin compromiso ideológico. En la sección «Fama» del periódico El Mexicano tiene a su cargo un recoveco denominado «AGENdiario» en el que se aboca a publicitar las fantasías de gaceta de la falsa cultura tijuanense y haciendo resonar puñetas y mafufadas, escribe sus notitas forliculeras como todo un ágrafo del autismo sapiencial: con desatinos de follosa sintaxis y vergonzosa prosodia (y en alta dosis de lambisconerias).

22 de septiembre de 2018

Eva Sánchez Jordá


Recuerdo bien que yo llegué a su página «güeb», una vez, por merititita casualidad; después fui visitándola tímidamente pero sin arrobos, luego muy seguidamente; algunas veces hablábamos poco, otras con más mucha muchedad. Desde enero, se supone, en el mismo idioma, a veces lunfardiando, dando y recibiendo clases de español, ese idioma extranjero. ¿Se trató la cosa —entre nos— de bifurcaciones? Idonowlosé. Sé que aparecimos en múltiples callejones sin salidas, es decir, con las penas existenciales en orden, siempre listas, peinadas para atrás y con un rodete a medio desarmar, con mechones cayendo y enredándose, de nuevo, en las palabras, en nuestros cuerpos, sudorosos, gelatinosos y resbaladizos ad infinitum.

3 de septiembre de 2018



HOY EL CHARKOMEN CUMPLE 160 AÑOS
Ektor Henrique Charkomen es escritor y poeta, es un hombre interesado en la cultura urbana tijuanense, autodidacta en lingüística, semántica y autor de libros, y como extra es licenciado en derecho. Es un hombre mal hablado, pero no desconoce la riqueza del lenguaje, se desenvuelve con humor, además de defender las causas de los más desamparados. Es amante de la literatura y el punk, sobre todo de los "Ramones", su banda favorita. También le ha entrado a la actuación, ¿y por qué no?... En el 2015 participó en un cortometraje que dirigí en la universidad. El mote de CharKo, proviene de "shark", el tiburón o la mandíbula de tiburón, así lo explica él. Tijuano- sonorense de voz golpeada, maestro de universidad, al que los jóvenes lo cotorrean como su compa. El Charkomen es un bato neta. Marco Antonio Espinoza
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Francisco Morales en la dote cultural de nuestras miserias locales

Y el poeta, compinchado en la rémora de las instituciones cultureras del gobierno empresarial (IMAC, CONACULTA, FONCA, ICBC, CECUT), proporc...