¿Porqué este güey del Roberto Castillo Udiarte no se aventura a escribir algo más audaz?




¿Porqué este  güey  del  Roberto  Castillo Udiarte no se aventura a escribir algo más audaz y que —ya de jodido— exprese estremecimiento?

Ya no digamos composiciones magistrales, como las de un José Lezama Lima («un gallo color ladrillo, / en su centro y su compás, / pitagórico tomillo / dijo: yo no espero más»), en las que la oralidad se liga con inteligencia, sino algo con el mínimo «ethos estético», que es el común denominador de la expresión artística.

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