ALGO ESTÁ PODRIDO EN EL PAYASO RUIN



ALGO ESTÁ PODRIDO EN EL PAYASO RUIN

Para satisfacción del tabuco que proxenetea el Gilberto Licona, en su columnita «Pan y circo» (Zeta, 1789, edición del 11 al 17 de julio de 2008), el Juan Carlos Domínguez, aporta su diezmo de propaganda cuchupletera, y como buen faquín, el pitufo gacetillero chasquea esta notita camandulera:

«Tijuana poética es un proyecto emprendido por una editorial independiente y algunas instancias oficiales. ¿En qué consiste? En agregar al ya de por sí caos visual de la ciudad, lonas de 1 x 2 metros, que tengan impresas frases de esperanza, reflexión amor a la humanidad. Se ha convocado a escritores y poetas para que lo hagan. Se repartirán 100 lonas a lo largo de toda la ciudad, por lo que resta del año. Mantas de buenaventura muy distintas a las de “¡Ya estamos hartos, pena de muerte a los secuestradores!”. Un centenar de frases bonitas que toquen el corazón de los malosos» [página 23-B, Zeta].

Al chapito parece que de poco o nada le han servido los innumerables cursitos y talleres de periodismo a los que ha asistido. Además de soltar cameladas y partirle en su madre a las categorías léxico-semánticas, le da una zurra de raspadas a la prosodia y la sintaxis. Según refiere el muchachón Domínguez, en el dichoso proyecto concomitan (o se dan cochabanza) una editorial (jaja) “independiente” y algunas instancias oficiales. Para ser exactos, no son «algunas» ni mucho menos son «instancias». En realidad, se trata solamente de dos damajuanas oficiales, es decir, el Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC) y el Instituto de Cultura de Baja California (ICBC), en colusión con el forúnculo «Existir».

En su resoluto texto, el expupilo del Gabo demuestra su pericia de hojalatero de palabras y supone que el vocablo «instancia» (del latín instare) equivale a institución, organismo, establecimiento o corporación, pero el término, como su nombre lo indica, significa la acción de instar, o sea, de pedir, de persistir, de estar presente.

Ensartado en sus desatinos semánticos, nuestro invitado también le pisa los callos a doña Kábula, pues nos informa que el mencionado changarrito zampalimosnas es una editorial «independiente». Pero la pedante jaculatoria no resiste ni la mínima prueba de verdad, por su intromisión y proclividad hacia el oficialismo culturero, la capilla del Licona poco le falta para que le otorguen el definitivo blasón y el linaje estatal de las seudoartes.

—«Existir» se tutela por la vitualla y el proselitismo de las inservibles instituciones seudoculturales de gobierno.

Perorar que esa gavilla es independiente no es más que una majadera fábula.

Entradas más populares de este blog

DOSSIER CARLOS LÓPEZ DZUR [TROZOS POÉTICOS]

«NUESTRA CAMA ES DE FLORES» O EL AGUACHIRLE SENTIMENTAL CLASEMEDIERO

EVA JORDÁ O EL RE-SENTIMIENTO DE UNA POESÍA QUE SE TRASMUTA EN ANTIPOESÍA