22 de agosto de 2012

POEMAS ZORRUNOS / CARLOS LOPEZ DZUR



POSESIÓN DE LA ZORRA

Que la necesidad carece de ley,
pues me gustas por necesidad y por ella,
desde ella, contra tí y tus pareceres.

Te zorrearé con colmillos debajo de tu ombligo,
venceré la urdimbrada de tus noches.
Con hocico agudo lameré de tus tetas.

Donde tengas un corral, destenderé
tu cama, rasgaré tus máscaras,
por olor puro de tu aliento,
por sudor sagrado
de tu sangre, vulpeja.

Que la necesidad tiene cara de hereje.
Que huirás de mí, que no querrás aullido
entre los pobres, alarido en soledad
de madriguera, ¡pues, pobre de tí
y tu oropel y tus tesoros de recompensa
en numerata pecunia!
vanas cosas son
si un salvaje te descubre,
que no sea yo,
que voy a preguntarte si me quieres,
que voy a subirme a tus muslos
y tus nalgas hasta que pierdas
el cobre y te delates
salvaje o malnacida
del estero
y el pantano.

13-4-1975

POEMAS ZORRUNOS / CARLOS LOPEZ DZUR







MAMA QUILLA

Te dormirá tu madre Mamá Quilla
en cestilla de tacuarembó
y te hará flotar como flor del mangle.

Y, con susurros, serás atraída
a las manos que más te quieren,
las suyas y las mías.

Menearé las tabas a prisa.
Jamás haré que el miedo crezca.

¡Qué bien nacíste que ya no hay sombras
ni miradas que nos acuse
cuando flama la voz de la tribu
en el carbono!

Los hijos de la tierra te dirán
«Te quiero» con la fuerza
con que hoy te lo digo
y coloco un tachigual
de algodón sobre tu cuerpo.

Tú adornarás mi calle y al mundo.
Aquí has nacido.

La mujer es una charca,
inmanentemente mía,
comundana de mi hallarse.

De las tumbas de la inmensidad
y los destinos de órbitas ajenas
o almiares transmundanos, te cuido.
Aquí eres la hija del maizal
y los útiles a la mano serán tuyos.

16-5-1981

POEMAS ZORRUNOS / CARLOS LOPEZ DZUR



FIERA DEL GRUÑIDO

Tú, fiera del gruñido que se oye,
eres más que leona con aliento,
más que onda sonora y que palabra,
más que el gesto.

Te oigo en las hojas celosas de tu paso.
Eres un zumbido de silencio.
En la maleza hoy descansas.

Tu energía se reposa con ojos cerrados.
¡Qué satisfecha estás, hembra,
del zorro y la gacela,
compañera del tigre,
cómplice del puma
y el leopardo!

¡Qué mansa eres
con la estrella del instinto!
Te olisco en la distancia
y me conforta tu aroma.
Uno para el otro
somos sin palabras.

2-2-1978

POEMAS ZORRUNOS / CARLOS LOPEZ DZUR





LA ZORRITA

Me nutre, a diario, el vendaval
de unos ojos salvajes.
Son de mi hija, sangre soñadora,
que ya duerme.

La diablilla del porvenir está en su cuna, mi alegría.
Al lado, cómplice del mismo recodo de su nido,
su madre, cuyo torso respira tan suave
y adorable como el primer día,
¡oh, madre dormida!
y adoro sus túrgidos senos.
Los beso.

Canta su corazón tras lindos huesos
y lo terso de tu piel es mi cosmos.
montículo de musgos, su sexo,
que es mi Rezo para la multiforme diversidad
de la Natura y templo al que voy,
apasionado de epicureísmo,
ya no a creer, con tonto rito,
sino a sentir para el afianzamiento.

Me hundo debajo del ombligo
y se devuelven, célula por célula,
sus más profundas certidumbres
y con ellas me oriento.

Me revuelco a gusto dentro del lodo cósmico,
porque creo en sus semillas y en su testimonio,
la Hija que me has dado es mi fe
y por ambas siempre hay semillas,
hijos con porvenir,
continuidades...

Octubre 1992  / carlos lopez dzur

BENDICION DE LA ZORREADA / LOPEZ DZUR
http://www.galeon.hispavista.com/carlosdzur1998/enlaces2649000.html

materia tan esencial

Ni tanto ni tan poco: ni el profesor autoritario de la escuela tradicional, vinculado a la enseñanza de la historia basada en la memorización de grandes nombres, fechas y batallas, "clases magistrales" y alumnos pasivos; ni el profesor como el simple facilitador y coordinador del autoaprendizaje de los alumnos de la escuela posmoderna, que proclama el "todo vale" en cuanto a historia enseñada, inc luyendo el contenido corrientemente tradicional de la historia oficial correspondiente. Sostenemos que el papel activo del alumno es complementario con la función docente y social del profesor, pero no puede reemplazarla, como se pretende, ni siquiera con la valiosa ayuda de la red. Alumnos y maestros activos, y comprometidos, son unos y otros imprescindibles, al mismo tiempo, si lo que se quiere son unas comunidades de aprendizaje realmente inteligentes. Rebajar el profesor de historia a monitor de clases prácticas, testigo mudo sobre todo de aquello que implique interpretación, tiene sus consecuencias perversas: abrir la puerta a un mayor control administrativo de una materia tan esencial para formación de los ciudadanos, no se trata de una propuesta políticamente inocente. Aunque lo peor es que la "comunidad de aprendizaje" entendida a la moda anarco-conservadora conduce a un fracaso pedagógico que beneficia a las tendencias restauradoras de la escuela autoritaria. Carlos Barros

como si la putería fuera una fe de erratas

Es una verdad latente que el feminismo ya es un marasmo, un falso shopping, una especie extravagancia de telepantalla y hasta un mero escarceo de exhibicionistas de la moda sexual. El discurso feminista de hoy no pasa de simples comentarios frívolos, un chantaje mujeril atado al cordón umbilical. El feminismo es la muerte de la femineidad, y la prueba de ello está en la androginia que nada tiene d e imparcial para dar cabida a hembras y machos. En realidad es que ese aplastamiento de la sexualidad está instituido en favor de la autoridad masculina; ésa es su misión reguladora, que en su versión más extrema representa un factor de represión. Por otra parte, Los alardeos de la doble moral para desvanecer con golpe sicologista de las palabras que sirven para designar a quienes ejercen el oficio más viejo del planeta, la puta y la putería, «ese cáncer que corroe la rosa de la galantería», dijera Ruskin. Qué afán de querer convertir a las leandras en fantasmas, como si fueran encarnaciones del mal. Con trasposiciones lingüísticas la mochería, vanamente, intenta hacer de la esencia una apariencia. Qué payasada, como si la putería fuera una fe de erratas.

EL JANDICAP CULTURAL


EL JANDICAP CULTURAL

las clases económicas
se han transformado en clases culturales
instrumentación parapolítica de una doctrina falaz

violencia simbólica y enfrentamiento
como chou y comedia
la patología como resistencia social
democracia como distribución de privilegios
situación de parasitismo y apoliticidad
pequeños intelectuales del handicap cultural
revoltosos que chillan para mamar la pacotilla
atroz simulacro de la libertad
y por causa de cierta pereza
de Semiramis a Marta Sahagún
ya no hay distinción.

la deshonestidad es un honor

Parece que la deshonestidad es un honor, fatal virtud, cruel reputación...

21 de agosto de 2012

retórica desfasada y vetusta cursilería

Huecas voces en el trasplante de las consignas oficiales del poder cultural, donde la conciencia de la posición social siempre está en primer término. La nequicia de la supervisión depende entonces de los estilos de hacer arte y el eje referencial estriba en escamotear la expansión de la cultura y distribuirla sólo en fragmentos, en particularidades del cliché monolítico, de la endogámica mentira. No hay fecundidad histórico-cultural, solamente individualismo de cofradías, ebullición momentánea de grupúsculos asilados sin trascendencia ni aportación en los procesos sociales y estéticos; inconsecuencia de literatos que quieren superar el presente con los ojos volteando hacia el pasado; hierocracia pedante de poetastros, adscritos a herméticos cenáculos cuyos versitos, tautológicos, copiones y de poco ingenio, apestan a retórica desfasada y vetusta cursilería. Y así se reactivan sus aflicciones, sin sustancia lírica en las entrañas y en un quehacer que concibe la literatura como objeto de veneración fetichista y no como forma plausible de expresión, conocimiento y reflexión estética. La mayoría de quienes han sido llamados a parir versitos, son precisamente los que han desacreditado la poesía; y creen que estimulando la irracionalidad se llega a ser poeta.

los culturosos

La visión que se tiene de la cultura es meramente intelectualosa, libresca, frívola y de farándula; como el humanismo de hoy en día, es una abstracción ajena a la vida concreta. Es la misma concepción que tanto los culturosos como los conservadores tienen de la cultura y no se ha logrado objetivamente un mínimo grado de función social. Cuando se pone de moda es fácil que cualquier cretino u oportu nista la reivindique con ligeros respingos, tan serviles como pendencieros. A partir de los años setenta, luego del fracaso y de la subsunción oficial de las protestas radicales sesentaiocheras, para anestesiar y paliar las gravideces del aparato dominador se recurre a las concepciones antropológicas de la cultura, determinaciones academicistas en las que se aplica la teoría de la «hegemonía cultural» planteada por Gramsci y que señala que los elementos esenciales del orden, control de dirección, dominio y sujeción, no se encuentran en los factores de la producción económica, sino en las categorías superestructura les, es decir, en aquellos requerimientos de índole político-moral, y los intelectuales son las piezas fundamentales en la conformación y reproducción de dicha hegemonía. La coerción, la mediatización y la imposición de valores inicia en los niveles superestructura les de la cultura. Los proyectos culturales adquieren connotaciones políticas casi imperceptibles que refuerzan los bastiones del poder. Si la cultura se ha de entender como sociedad (capitalista) de relaciones pervertidas y sublimadas, entonces los intelectuales, desde el punto de vista ideológico, son coincidentes con los intereses de las clases dominantes. A un manojo de mitos que son una serie de contradicciones le intenta dar el nombre de uniformidad cultural.

los roles dominantes de un idealismo disolvedor

Desde que finiquitó la inteligibilidad objetiva del estructuralismo, en el entrecruzamiento de lo moderno y lo posmoderno, se relativizaron los fetiches de la historia, se aligeraron los aparatos conceptuales de la crítica y los teóricos se apartaron del estudio de las contradicciones del sistema literario y centraron su atención en los fenómenos particulares de la hegemonía neoliberal (industria del libro, objetos textuales, equidad de género, etcétera); exagerando las particularidades, el arte comenzó a expresar la vivencia del aislamiento y la cultura la heterogeneidad persuadida por las pautas y los roles dominantes de un idealismo disolvedor. Del hecho concreto se desprendió un flagrante fraude culturero asentado en el poder, los elementos de la confrontación quedaron subordinados a los principios conservadores del sistema dominante y a los referentes igualitarios para tratar de subsanar de manera abstracta, es decir, con meras ilusiones, los desequilibrios culturales y las condiciones de desigualdad económica y social. En el acto de los postulados conceptuales la modernización bifurcó los mismas fórmulas que la tradición duplicada; culta y popular, tecnificada y escueta, refinada y vulgar. El corpus ideológico se propaga como la idea de la entonación, como cliché generado desde de la parte superior de la pirámide. Un lenguaje de configuración asimétrica ocupa la posición hegemónica en lo que Bourdieu llamaba el «campo» o «contexto»; el mito local se fetichiza en un símbolo de universalidad, la parte como el todo: un mismo sentimiento se amolda y se expresa en el conjunto general simbolizado.

alguien tiene que recoger la basura del callejón

A poco de ventear por el submundo de la cultura, surge con claridad la existencia de las entidades literarias y poéticas que lo constituyen, pero que sin embargo participan en los asuntos del arte de modo muy diferente a lo que podría ser una actividad estética. Y aunque tales personeros están inexorablemente incluidos como enunciadores y trasmisores de tales manifestaciones, cabe afirmar que se e ncuentran apartados de los axiomas fundamentales de la creación; pues la idea o eje que los mueve suele ser una pretensión de éxito; la esencia real de los «logros» encuentra la justificación en estímulos de codicia y prioridades que son compatibles con las artimañas políticas y la sicología tradicional que da abolengo y prestigio hasta en el lúgubre fango. Y los perfilamientos que matizan promueven mediáticamente a estas figuras relumbronas del submundo culturero son más de las veces perogrulladas o sutilezas de circunstancias triviales. En la unción de la ignorancia y las cursilerías emotivas, librar una lucha en vano contra la estupidez y fustigar contra los cacareos engreídos es lo que a mí me toca. Ni pedo. Ya lo decía el máster Rubén Vizcaíno, «alguien tiene que recoger la basura del callejón; y ese jale te tocó a ti, men». Y con la cero tolerancia de la crítica que los pone en jaque, pues a uno lo miran como si apestara a mierda.

la metamorfosis del intelectual

Considérese la metamorfosis del intelectual; es decir, con los cambios de perspectivas estéticas y culturales el escritor provinciano ha dejado ya de existir. O sea, la marginalidad como punto de estrategia en el discurso es aprovechada por industrialización de la creación literaria. Después de América Latina, cuando ya se anunciaba la muerte del «bum» a principios de los años setenta, le tocó a E spaña, específicamente a Barcelona, partir el bacalao en la circulación del discurso literario por vía de la distribución masiva. El libro se volvió un negocio muy redituable de las compañías multinacionales, sin que importara para ello el bajo perfil intelectual de los autores. Y no importaba porque el renacimiento letrero apuntaba a una banalización cultural, a la falacia editorial, que situaba a la literatura en el mundo del espectáculo y convertía a los escritores en personajes de farándula y televisión.

SOY EL COYOTE QUE RENGUEA DE UNA PATA

SOY EL COYOTE QUE RENGUEA DE UNA PATA

Tijuana es el culo de San Diego

Tijuana es el culo de San Diego, es uno de los tantos retretes, tafanarios y bacinicas que tiene California. Dónde todo mundo se cree poeta ...