2 de septiembre de 2012

CRITICA DEL PENSAMIENTO CONSERVADOR CONTEMPORÀNEO


El noticiero es utilizado como instrumento de difusión mediante el armado de la noticia, promoviendo una ideología de “crítica popular” bajo la apariencia de neutralidad ideológica. Al mismo tiempo, los presentadores de noticias se han convertido en denunciantes, fiscales y jueces que emiten fallos condenatorios o absolutorios inapelables. En otros espacios, se difunden las voces de ciertos personajes que, utilizando el rótulo de “analistas”, emiten opiniones que simulan ser imparciales juicios de expertos, cuando en realidad adhieren a una línea conservadora. Por otra parte, dichos analistas se encargan de manipular los dichos, de hacer preguntas capciosas sin derecho a réplica y de interpretar a su antojo cualquier discurso» [Roberto Villa del Prado, CRITICA DEL PENSAMIENTO CONSERVADOR CONTEMPORÀNEO, Antroposmoderno, 22/08/08].

un perro y un gato tienen cuatro patas


La mayoría de los que se preocupan por los asuntos culturales, es decir, los  culturosos, ven el problema de la cultura desde el punto de vista puramente intelectual y abstracto, apostando en el vacío. Y cuando el fenómeno se llega a comprender de modo concreto, lo digieren como un misticismo elegante o incurren en maniqueísmos especulativos extremadamente idealistas. Pero el mundo, aunque se rija por axiomas, valores y reglas abstractas, también es materia porque se trata de un mundo en el que un perro y un gato tienen cuatro patas, aunque por ai se diga que son criaturas hechas por la mano de Dios.

melolengos a quienes se les invoca como si fueran unos seres dotados de facultades sobrehumanas

La mentada «comunidad cultural» se conforma tan sólo de una porción muy minúscula del conglomerado social, y cuyas masas periféricas tienen vedado el paso al mundo de los aromas poéticos y demás dulzuras artísticas. Cuando los culturosos  dicen «sociedad preocupada por los quehaceres de la cultura», se refieren únicamente a los pequeñoburgueses que integran la «comunidad cultural»; una bola de arribistas y parásitos chupabecas, melolengos a quienes se les invoca como si fueran unos seres dotados de facultades sobrehumanas. Para estos  cultureros,  y sus congéneres de piso, lo que menos importa es el hombre en general, la pelusa de orden común, el «honest man», como decía Oscar Wilde.

la decadencia y la estulticia


La decadencia y la estulticia de la producción artística de los literatos y seudoestetas tijuanenses no sólo consisten en su mediocridad y talentismo huero, sino en su negligente oportunismo.

contrabandeando los simulacros de capilla y cofradía en un pueblo de ignorantes y desposeídos



Las autodenominadas colectividades y organizaciones independientes, y que supuestamente realizan actividades artísticas y culturales al margen del estatismo gubernamental, necesitan desenrollar sus panegíricos porque no se bastan por su sola propulsión e impulso. Son grupos cerrados, expresamente limitados, que aparecen ante la opinión pública como la encarnación de fuerzas estoicas, pero se hayan supeditados al plano normativo burocrático. Se sienten muy confiados en sus propias virtudes democráticas y, sin embargo, son unos catatónicos pedigüeños. Mientras invocan la ley de la distinción, mantienen una política de acercamiento con las piadosas instituciones el poder hegemónico. 
 
Hay que diferenciarse de los demás, aunque sea con ambigüedades. Y la intervención lenguajera es el instrumento esencial para la promoción. Promoción de topología crítica moderada y que, desde luego, tiende a desarrollarse en concordancia con los intereses de las clases dominantes. Sublimación entusiasta y cuyas expresiones de forma importan más que las realidades conflictuales que subyacen en el contenido. Acciones simbólicas en pro de la cultura para asegurar los engranajes.

Subsiste en el fondo una sociología de difusión del engaño, un rótulo anfibológico con el que se pretende seguir contrabandeando los simulacros de capilla y cofradía en un pueblo de ignorantes y desposeídos, una simulada idealización del problema cultural en manos de ilusos que, vanamente, creen que pueden hacer lo que los políticos no hacen. El quehacer intelectual ya no tiene sentido ni ubicación precisa, se ha descongestionado. Y el cambio de intención que antes era un fin, hoy es un medio. 

—Los culturosos ya no sirven a la cultura, sino que se sirven de ella. 

—Y la vida culturosa es un banquete o una inanición. Y más ahora que hay portentosa hambruna de artistas, intelectuales y promotores independientes.

sensaciones de cierta libertad


«Las nuevas técnicas permiten a los oligopolios transnacionales transmitir imágenes y sonido de alta calidad y desde sitios insospechados con contenidos que crean en el público satisfacción y sensaciones de cierta libertad, con la excusa de educar y entretener; cuando lo que en realidad buscan es que la mayoría de la gente sienta, piense y se comporte como lo pautan las instituciones. Los neocons han utilizado eficazmente estas tecnologías».  Roberto Villa del Prado, CRITICA DEL PENSAMIENTO CONSERVADOR CONTEMPORÀNEO, Antroposmoderno, 22/08/08.

LA TERE RIQUE


1 de septiembre de 2012


independencia que no quebranta la dependencia edípica entre los grupúsculos cultureros y el estatuskú



Dice  el  master Pepe  Revueltas que  la independencia es la conciencia de ser independiente, conciencia que no se adquiere sino por la acción. Una clase es independiente, entonces, en tanto tiene conciencia de que la acción ha sido suya y de nadie más, y de que, al tomar conciencia de tal acción, luego existe como esa clase determinada, en y para sí misma, dueña de un cierto número de fuerzas y recursos para actuar» [Escritos políticos, Obras completas, página 110]. 

Y ¿cuándo llegará la hora de asumir la verdadera condición de fulanetes independientes? «Cuando cada hombre —dice Henry Millerpor fin comprenda que nada debe esperarse de Dios o de la sociedad o de los amigos o de tiranos benevolentes o gobiernos democráticos o de santos o de sabios, o incluso de lo más sagrado de lo sagrado, la educación, cuando cada hombre comprenda que tiene que trabajar con sus propias manos para salvarse, y que no debe esperar misericordia, entonces tal vez… ¡Tal vez!» [Carta abierta a los surrealistas dondequiera que se encuentren]. 

Pero aquí, escritores, periodistas, artistas y promotores independientes se entregan en cuerpo y alma a los poderes proteicos del ogro filantrópico, copiando la voz rectora del establecimiento cultural oficialista y actuando en la misma dirección abstracta; esto es, en la repetición mecánica de las fórmulas estatistas y los arquetipos corporativitas de Júmex, Nestle, Televisa, etcétera. Por tanto, calificarse como independientes no es más que una estrafalaria ocurrencia, pues la significación precisa y exacta de tal adjetivo es escurridiza, se les escapa y se les disloca de su objetividad. Es un dulce lirismo que no mortifica la salud mental a la hora de las relativas ligazones, cuando se bambolean las mamilas de la vaca presupuestal.

 La categoría sociológica de independiente aquí no se sitúa fuera del sistema, fuera de sus adhesiones, y hasta tiene un valor provisional, eventual; se toma, se deja y se vuelve a retomar. Se trata de una independencia que no tiene sentido de oposición, es decir, de negatividad como el modelo hegeliano. O sea, es una independencia pero con subyugamiento. Es la inversión del diálogo de Sócrates en el que sus interlocutores no actúan por cuenta propia, una independencia que no quebranta la dependencia edípica entre los grupúsculos cultureros y el estatuskú. Sus objetivos, sin práctica conflictual, se cohesionan a la sombra del poder en una razón de concordancia que se define como una dicotomía conciliadora entre los «ellos» y los «nosotros».

Tijuana es el culo de San Diego

Tijuana es el culo de San Diego, es uno de los tantos retretes, tafanarios y bacinicas que tiene California. Dónde todo mundo se cree poeta ...