elitismo parasitario y patanería burocrática
Complicidad del mafioso elitismo parasitario y de la patanería burocrática. El arte —poesía, pintura y literatura— ha quedado reducido a expresiones enajenadas que lo apartan de sus propósitos humanos; emanación de «objetivación objetivada» en un proceso de alineación que lo contrapone a sus verdaderos fines: el arte ya no es arte. Se ha enajenado su esencia, en el mismo sentido que alineación da forma a la propiedad privada. Solo queda la abstracción, el fetichismo y la ilusión.
La literatura, bifurcada hacia el desprecio del ciudadano común y hacia la frustración del mismo escritor que no consigue proyección colectiva, es ahora un modo de expresión que, estéticamente (o sea, espiritualmente) no aporta nada a la redención del la estupidez y su apertura crítica, si acaso la tiene, se exterioriza como un cliché.