Valiendo machete... entonces...



Primeramente se transmite la sensación de que se lee una obra extraordinariamente original; al mismo tiempo que percibimos entre sus páginas las variaciones de temas trillados (o sea, ancestrales). Luego están los símbolos, que son elementos que se representan a través de otras cosas, comúnmente de manera inconciente aparecen como entresijos históricos en la obra. Una vez que se da forma al relato novelado cargado de símbolos, el escritor, a veces personaje principal de la novela, espera cumplir con la sensible trama, al grado de privarse de sus debidas horas de sueño o de alimentos. Símbolo de desafío ante la inspiración románticamente inculcada por sus antecesores que cultivaron la cursilería y alguna que otra transgresión idealista al orden de la opresión.

—Pero en el entorno real ya no suceden esas cosas, porque las muertes naturales que hoy suceden son: el infarto, la diabetes o el sida; todas son violentas como las de antaño

--Valiendo machete... entonces...

Entradas más populares de este blog

Francisco Morales en la dote cultural de nuestras miserias locales

Un territorial culazo como modelo de alternativa cultural

Tijuana es el culo de San Diego