Persistente sensualidad en el íntimo espacio
La «meme merdé» de siempre; las mismas caras, los mismos
culos. Toda la estructura está carcomida por la corrupción y los enjuagues
sorderos. Qué expectante composición polimorfa: becarios, premiados, adeptos de
capillas, promotores de sus propias intuiciones superyóicas. La usura
institucional a flor de piel.
—¿Cómo han sido elegidos?
—Diremos que con los funcionales “criterios” con los
que operan los aviesos intereses personales, las mezquindades y los cuchupos.
La hada madrina de las letras bajacalifornianas ha levantado su varita mágica y
ha escogido a sus agraciados y agraciadas. No se hace otra cosa que aplicar la
misma consigna: «Tú, sí; ella también; ese güey, no; aquella puta tampoco».
—Los criterios de selección son como una gigantesca
mordida en una nalga. Persistente sensualidad en el íntimo espacio, diría el
joto de Proust.