El único compromiso del poeta es con la belleza

Para Borges el único compromiso del poeta es con la belleza: "el poeta se compromete sólo con la belleza. Ese es su único compromiso." Pero más allá de la estética, ¿era Borges un poeta comprometido? Claro que sí; su bisabuelo (el coronel Juárez) fue chiloguán -vencedor- en la batalla de Junín. Estos fueron los versos de Jorge Luis, escritos en los años del gobierno peronista:"Junín son dos civiles que en una esquina maldicen a un tirano, / o un hombre oscuro que se muere en la cárcel."Durante el peronismo (1945), la jechu y la carnala de Borges fueron apañadas por los gorilas de la mili. En ese entonces la progenitora del poeta ya estaba muy cáscara y éste era un don nadie que se ganaba la vida como bibliotecario municipal, es decir, un pericoperro que no pelaba un chango a nalgadas por su condición de burócrata oscuro de tercer nivel. Treinta años más tarde Borges elogió la valentía de su jefita: "tu prisión valerosa, cuando tantos hombres callábamos." Al poeta, por grillero, no le fue muy bien que digamos, en 1946, a pocos meses de la instalación de la dictadura peronista, lo ascendieron o degradaron (según sea el caso) a inspector de aves, conejos y huevos. Claro está que Borges no le entró al jale. Victoria Ocampo en la revista Sur (agosto de 1946) publicó la declaracion que el jomi de Bioy Casares rajó al respecto: "Las dictaduras fomentan la opresión, el servilismo, la crueldad; más abominable es el hecho de que fomenten la idiotez (sic). Combatir estas tristes monotonías es uno de los muchos deberes del escritor."Borges abandonó su filiación de debido a las cagasonerías del marxismo estaliniano; pues, ¡no mames!, esa madre era igual que el nazismo, me dijo mi compa el Güero Bitachi (un poeta taquero o un taquero poeta). Y ¿qué tal se la refuegueaba don Jorge Luis con los poetas marxistas? ¡Puta tía! Le cagaban de a madre. Empezando con el joto de Federico García Lorca, Rafael Alberti y, principalmente, Pablo Neruda. A este último no lo podía ver ni el papel china. Y cada vez podía le aventaba cuacha, a morir. Así se expresaba Borges del autor del Canto general, a quien consideraba un hombre muy mezquino: "Escribió un libro acerca de los tiranos de Sudamérica, y a continuación varias estrofas contra los Estados Unidos. Ahora se sabe que todo eso es basura. Y no dice ni una palabra contra Perón. Porque tenía un pleito en Buenos Aires, eso me lo explicaron luego, y no quería arriesgarse. Y así, cuando se suponía que escribía a voz en cuello, lleno de noble indignación, no tenía nada que decir contra Perón." (Échense ese trompo a la uña, mis queridos lectores). A García Lorca, más que por rojillo, lo destestaba por mamilas. Y es que, una vez cuando Borges cayó en España, durante una tertulia, Federico se lo cotorreó al decir que estaba preparando un libro acerca de un personaje muy famoso. Borges, con mucha solemnidad, le inquirió: "¿Y quién es ese famoso personaje del que habla usted?" -Miquimaus -respondió sarcásticamente García Lorca. Don Jorge, emputadísimo, replicó: "Me retiro. Veo que aquí no se puede hablar con seriedad." El che se abrió, mientras el jotito gachupas se cagaba de la risa.

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