20 de diciembre de 2011

vocingleras de ripios neofeudalistas y ridículas paladinas del patriarcado


El placer, como a veces el canto poético, deriva de los vínculos del engaño y la manipulación, del postulado de dar y recibir satisfacción. Qué loable intención didáctica. Egoísmo y adoración como principales alimentos espirituales de una relación amorosa-sexual, casi feudal como la que le incumbe a una dama y a su séquito de vasallos. El autosacrificio de la fémina es una autodestrucción porque en la clara idolatría que suscita el mito, lo que se denomina naturaleza femenina es un producto totalmente artificial. Se ha injertado en la idiosincrasia la creencia de que la naturaleza forjó a la mujer, dotándola de dulzura, encanto y delicadeza. Y muchas poetas (y no poetas) son vocingleras de ripios neofeudalistas y ridículas paladinas del patriarcado que se han allanado a la dependencia sexual creyendo que se trata de un acto de afirmación. Abstracción cosificada y mella de confusión entre feminismo y mojigatería:

¿Cuándo hubo en Tijuana una buena casta de poetas?


¿Cuándo hubo en Tijuana una buena casta de poetas?
alegórica mistificación social que exagera las virtudes
al ingerirse el bálsamo de los halagadores bromuros
de las connotaciones peyorativas no quieren saber nada
sumidero de modorra colectiva
el prángana de los arrabales no es dueño del poder
tampoco del espíritu
de nada
hay incapacidad para comprender y aceptar la vida
¿Y cómo saben los poetas que son poetas? •

9 de noviembre de 2011

la manera en que se deshilacha el periodista


Pregunta: «¿Cuanto les pagó Castro Trenti —dice un voyerista lector— por esta lavadita de cara? Jajajaja. Creo que el “directorcillo” de este panfleto trabaja en el Sol de Tijuana, que tiene compromisos con ambos: Hank y Castro Trenti. Ya vimos para quién trabaja Diez4. Jajajaja».

http://diez4.com/diez4/2011/extra-extra/la-viada-de-castro-trenti/#comment-1210

Respuesta: Pues, según se cuenta en el bajo mundo de la gacetilla tijuanaca, son diez mil lucas lo que reciben por mesada las prostitutas del fanzín DIEZCUATRO por amazacotar esa clase de embutidos…
Junto con pagado, y en los términos en que se garrapatean las notitas deisinformativas de la renacuaja revista DIEZCUATRO —y por antonomasia de la mayoría de las pápiros— se avizora que en tales condiciones cualquier pelagatos de poca sesera puede llegar a ser un encumbrado "periodista" (rapapolvos como el Marco Tulio Castro, padrotín del forliculario de marras, faltaba más).

Ejemplos por carretadas existen para dar fe de la manera en que se deshilacha la figura del periodista cuando el aprendizaje de su profesión es tan chevere como la putería y se ejerce a la bravota. Sin embargo, hay cabrones que mejor prefieren estarse cogiendo una puta que dilucidar chingaderas como las que aquí y allá se adoban...

PASARELA DE CRETINOS



HOY TOCA A LA ELIZABETH ALGRAVE
Z.
Muy zorrocloca para el camelo nos ha salido la exfuncionaria culturosa. Ante todo, la estrategia del loro enyerbado; cotos de lambisconería y complacencia en torno a la nada. Más que a una literata, la licenciada Algrávez semeja a una repugnante vieja alcahueta. Y pobre de aquel tontoculo que caiga hechizado y se deje llevar por esa “límpida sinceridad”, pues acabará contaminado de jeringas, excremento y basura. Toda la verborrea que la ruca suelta en su bártulo es pura cábula; detrás de su frenesí se aboceta un acto de politiquería barata. La comadre Algrávez debería de comportarse educadamente y bajarse un poquito de la demagogia para evitar que sea mayor el desprestigio que se carga. Es cosa ya de desvergüenza comparar al Gilberto Licona, partidario de la inoculación mediocre de la literatura, con el «yo trascendental» de un Paul Verlaine, de un Guillaume Apollinaire, de un Vicenzio Cardarelli o de un Camillo Sharbari. Desprovista de hueso alguno que mordisquear, ahora a la señora Algrávez tiene tiempo suficiente hasta para evangelizar canónigos. Pero sus planteos no se pueden aceptar, pues habla de un refinamiento exagerado en pro de los textos del Gilberto Licona y, prescindiendo de un mínimo análisis estilístico, arenga en sus parrafadas que el mentado libraco, «Bajo la noche tijuanense», es un detonante de «auténtica poesía», de «bendita locura» y «que ha sido preparado con gusto y con pasión, además de finos ingredientes y buena mano». Detrás de ese aprecio y magnánimo reconocimiento hay un discurso plastiquero y de mucha soba, amontillado en la ingenuidad, la ignorancia y la conveniencia camelera. Jaleo de bombo y palma, tiroteo de cohetes cortijeros y retintines de campanillas y cencerros.
Al chendear al Gilberto Licona como si fuera un artífice de altos grados de elaboración estética, la repentista Algrávez subordina la literatura a la metafísica, porque volteándole al bato la cachaza de excelso poeta, lo que se descubre en tal bambolla es la pinta real de un tosco y apresurado contrabandista literario.

prejuicio de inferioridad cultural


Opinólogos y jilguerillos de la cuestión culturosa no cesan de pregonar el supuesto «bum» cultural que vive la frontera norte de México. La idea de que en Baja California se está gestando un moviendo cultural de repercusión universal más parece un prejuicio de inferioridad cultural o un desvarío de conciencia. Y, además, para colmo de los colmos, también se alega que la cultura local, es decir, bajacaliforniana, ha roto sus esquemas clasemedieros y se ha vuelto ya un fenómeno de aprehensión pluralista, es decir, de multiplicidad global. Pero, como decía Gramsci, por casualidad o razón tendenciosa, en este tipo de vaniloquios «se cree que la gorra es la cabeza y el hábito hace al monje».

Me pelan la gáver los pinchis culturosos...


Me pelan la gáver los pinchis culturosos...

entre oportunistas conversos, esnobistas de palabrería confusa y faramalleros


La mayor parte del ambiente cultural y de la actividad estética que prevalece en Baja California equivale a una letrina de panboleros, regenteada por bribones calabobos; una oquedad de la cual solamente salen chasquidos de mediocridades y de vocecitas marrulleras, miméticas y acartonadas, condenadas a la simplificación y al ornamento bobo. Tristes aldabonazos de un silencio que se comprime entre oportunistas conversos, esnobistas de palabrería confusa y faramalleros meta poéticos sin formación epistemológica alguna. Dicho de otra forma: la cuquería de arrimarse a mamarle la polla a los que parten el queso.

bufón, títere o mamarracho


Tras ese umbral de espectacularidad circense es posible cercenar las partes más inalienables del arte y la cultura, haciendo posible lo que antes parecía ser imposible de concebir y que el esteta o productor de objetos literarios esté dispuesto a rebasar los límites del romanticismo, desempeñando faenas de tamborilero, bufón, títere o mamarracho. Ya lo anticipaba Proudhon, habiéndose acabado el tiempo de la idolatría de los hombres excesivos, solamente queda recurrir al publirrelacionismo y cobijarse en la propaganda mediatizadora.

Fabulaciones como sedantes ideológicos


Y, justamente, para disipar, superar y paliar las antinomias está el oropel ideológico. Fabulaciones como sedantes ideológicos para que el renegado social no sea capaz de matar tan siquiera a una mosca. Y en tales maniobras, hic et nunc, intervienen los propagandistas culturosos más rapaces y la escoria de la bohemia artistera que hay en Tijuana, legitimándose con mucha humildad —postiza— como representantes del populacho fronterizo. Y lo que ya no sorprende ni tiene nada de extraordinario es que sus propósitos e intereses particulares se encubren como si fueran intereses comunes de todos los miembros de la sociedad.

superhombres de las artes y las letras


Y a partir de que se diseña el enfoque institucional de la cultura, sus partidarios, apologetas y adalides saltan de burracas a superhombres de las artes y las letras como si fueran encarnaciones del propio del S. Zaratustral. Conviene a los intereses del bloque dominante cohesionar y amortiguar el rictus de la lucha de clases desde la colmena culturera, sacándole el mayor partido al estatus epistemológico y al valor interior de las conciencia, aprovechando que el orden de las precisiones intelectuales jamás coincide con el orden de los hechos históricos. Por eso cayó Hegel —dice Marx— en la ilusión de concebir lo real como resultado del pensamiento

exquisita sensibilidad prefabricada


Para hacer alucinar a profanos, según dicen ellos, y algunos de sus compinches, que son promotores (y, además, culturales), pero yo digo que son publicistas del parpajo espectacular y de la defección artistoide. ¿Y quién les envió ese soplo de exquisita sensibilidad prefabricada? Cuando no hay silencio, toda respuesta de su parte queda a merced de la irracionalidad o se reduce a un «chinga tu madre, Charcomen».

como charlatanes y mentiroso


Con justa razón la personalidad moral de los intelectuales no es reconocida ni respetada por la chinchina, quien instintivamente, y de modo parecido a una desconfianza jansenista, los mira igual que a los políticos, es decir, como charlatanes y mentirosos. Por su sometimiento a la hegemonía institucional del discurso demagógico, el pueblo los desprecia porque sus propuestas no tienen resonancia en la sicología de la jericaya ni su conciencia compagina con la idiosincrasia de la macuarrada. Y es que si los promotores culturales asumen una tendencia hacia el pueblo, tal acercamiento podría significar, como aseveraba Gramsci, ni mas ni menos que «una recuperación del pensamiento burgués que no quiere perder su hegemonía sobre las clases populares y que, para mejor ejercer esta hegemonía, acoge una parte de la ideología proletaria» [Cuadernos de la cárcel, libro tres, página 120].

el menudo


"...a un señor que vive en El Burrión le dicen el menudo por que perdió una pierna y usa una de madera y cuando va a a coger con su mujer le dice: ¿como lo quieres hoy con pata o sin pata?" Hilda Buitimea

cuatachismo trufado de lambisconerías


Los poetastros de las comarcas de la Tía Juana, y puntos circunvecinos, no toleran que una poesía mejor que la suya salga a flote. Por eso con obstrucciones se divulga la creación literaria. El sueño de poetas desconocidos queda enterrado y su talento injustamente denostado, y los maletas acaban detentando el lugar de los buenos. ¿A quién escogen entre todo el bulto de candidatos a publicar y a salir a escena culturosa cuando organizan sus mentadas lecturitas, si la imprudencia, la mezquindad, la mala leche y la falta de visión son los factores que determinan la gracia publicitaria del marginado esteta? Los criterios de selección que predominan son chapuceros, de bajo anaquel, y con claras resonancias de cuatachismo trufado de lambisconerías. Y, al final de cuentas, el birote termina en un rebajamiento descarado de la literatura, en una omnipresencia falsa, hija de la desmedida ambición y de un lirismo torpe. Para esas cabronas y cabrones la poesía no es asunto del lenguaje sino del apalabre, y lo que preconizan en su parafernalia, en cuanto a que «la cultura no debe tener límites» y que «todos somos poetas», no es más que mierda altamente concentrada. El trasfondo mentiroso se vislumbra como un intelectualismo populista que fácilmente puede ser desmentido por cualquier borracho o niño tonto: «La convocatoria de pertenecer a nuestros grupos se encuentra siempre abierta. Y todos son bienvenidos».
—¡Sí, cómo no! Y el esperma es un veneno •

pobreza y anemia cultural


Así se pisa el umbral de la literatura, meneando el culo y balanceando del cuello las medallas, premios, doctorados y demás corcholatas que han ganado. Sacan hasta las sonajas y los cinturones de cascabel para anunciar al mundo quiénes son. Con las turgencias curriculares que exhiben pretenden ser distintos en un lugar en el que la pobreza y la anemia cultural los hacen ver como seres abyectos. Si acaso, poéticamente hablando, como pájaros aturdidos, ominosos jilgueros de la retórica nauseabunda.

como una gigantesca mordida en una nalga


La «meme merdé» de siempre; las mismas caras, los mismos culos. Toda la estructura está carcomida por la corrupción y los enjuagues sorderos. Qué expectante composición polimorfa: becarios, premiados, adeptos de capillas, promotores de sus propias intuiciones superyóicas. La usura institucional a flor de piel.
—¿Cómo han sido elegidos?
—Diremos que con los funcionales “criterios” con los que operan los aviesos intereses personales, las mezquindades y los cuchupos. La hada madrina de las letras bajacalifornianas ha levantado su varita mágica y ha escogido a sus agraciados y agraciadas. No se hace otra cosa que aplicar la misma consigna: «Tú, sí; ella también; ese güey, no; aquella puta tampoco».
—Los criterios de selección son como una gigantesca mordida en una nalga. Persistente sensualidad en el íntimo espacio, diría el joto de Proust.

Ya lo decía el payaso Voltaire


Ya lo decía el payaso Voltaire cuando hablaba de la tolerancia: «todos estamos amasados con debilidades y errores; perdonémonos recíprocamente nuestras tonterías, tal es la primera ley de la naturaleza»

Tu corazón exclama una cosa


Tu soledad es un espejo y tu furor una virtud reprimida. Tu corazón exclama una cosa y tus labios susurran aquello que está imaginando y que no quieres decir en voz alta: esas caricias que se enredan por el cuello y que queman hasta las axilas.

Siempre lo he dicho, no basta la virtud


Supongo que hay un trasfondo —digamos— «obsceno» que no se puede enmendar ni poéticamente. No soy de esa índole viciosa, pero acepto el pacto. Y nosotros que creíamos más en el espíritu que en el cuerpo. Esta lengua de gato te va a saber a delicias. Siempre lo he dicho, no basta la virtud. Hummmm. Bueno. Le exprimiré hasta el tuétano y le sacaré todo el aire que tengan acumulado en su cuerpo. Vas a amanecer amoratada, igual que la profesora. Échale entonces cerrojo a tu puerta para que nadie se entere de esta lujuria.

acicates de la violencia

Muchos soñadores, ilusos, ingenuos y caraduras hablan de la violencia y la criminalidad como si tales fenómenos derivaran de fuentes ajenas al sistema que los ha engendrado; como si se trataran de monstruosos inventos, creados por seres que no tienen pinta ni vela en los entierros del conglomerado social. Las antípodas de las contradicciones y conflictos que dan origen a los acicates de la violencia también se explican por los alcances simbólicos; y si nos remitimos al pasado mitológico de las sociedades precolombinas, encontramos que allí hasta los dioses se alimentaban con sangre.

Tijuana es el culo de San Diego

Tijuana es el culo de San Diego, es uno de los tantos retretes, tafanarios y bacinicas que tiene California. Dónde todo mundo se cree poeta ...