una forma atrasada de cartesianismo



    El gran sistema de la retórica chapucera y la maroma mental es todavía una especie de patente de corzo en el submundo de los literatos. Y es que detrás de esa palabrería confusa y enmarañada se esconde una forma esnobista de expresión discursiva. Y habrá quien alabe o exprese satisfacción ante esa desbozalada incoherencia. Qué cómoda es la conciencia que no piensa en los demás y obliga al lenguaje a distanciarse de la realidad para erigirlo en sustitución de ésta. Esperpento de metafísica a la que recurre la competencia lingüística; una forma atrasada de cartesianismo.  Pero —como ha dicho Timpanaro— el lenguaje no puede concebirse como realidad en sí mismo. Pues, «lo concreto es lo concreto», como ha dicho míster Marx.

Entradas más populares de este blog

Francisco Morales en la dote cultural de nuestras miserias locales

Tijuana es el culo de San Diego

—¿Cuál es el verdadero nombre de Gabriela Mistral?