una forma atrasada de cartesianismo
El
gran sistema de la retórica chapucera y la maroma mental es todavía una especie
de patente de corzo en el submundo de los literatos. Y es que detrás de esa
palabrería confusa y enmarañada se esconde una forma esnobista de expresión
discursiva. Y habrá quien alabe o exprese satisfacción ante esa desbozalada
incoherencia. Qué cómoda es la conciencia que no piensa en los demás y obliga
al lenguaje a distanciarse de la realidad para erigirlo en sustitución de ésta.
Esperpento de metafísica a la que recurre la competencia lingüística; una forma
atrasada de cartesianismo. Pero —como ha
dicho Timpanaro— el lenguaje no puede concebirse como realidad en sí mismo.
Pues, «lo concreto es lo concreto», como ha dicho míster Marx.