13 de julio de 2013

sensiblerías moquientas y pedorreras afines

En Tijuana, como en muchas partes de México y del mundo, hay una literatura que no es del agrado de la chinchina popular. Mayormente la poesía (o lo que se trabuca como tal) no le gusta a la perrada. La literatura se permite como un artículo de lujo, como una exquisitez de gente cretina y mamona. No se ve llegar el día en que los poetastros dejen de ufanar sensiblerías moquientas y otras pedorreras afines.

Francisco Morales en la dote cultural de nuestras miserias locales

Y el poeta, compinchado en la rémora de las instituciones cultureras del gobierno empresarial (IMAC, CONACULTA, FONCA, ICBC, CECUT), proporc...