No soy de esa índole viciosa, pero acepto el pacto
Supongo que hay un trasfondo —digamos— «obsceno» que
no se puede enmendar ni poéticamente. No soy de esa índole viciosa, pero acepto
el pacto. Y nosotros que creíamos más en el espíritu que en el cuerpo. Esta
lengua de gato te va a saber a delicias. Siempre lo he dicho, no basta la
virtud. Hummmm. Bueno. Le exprimiré hasta el tuétano y le sacaré todo el aire
que tengan acumulado en su cuerpo. Vas a amanecer amoratada, igual que la
profesora. Échale entonces cerrojo a tu puerta para que nadie se entere de esta
lujuria.