la imitación servil o la inercia mental



Aquí el birote de la cultura ya no es una cuestión de elevación, como decía el Marx hegeliano, tampoco un fenómeno que merezca debatirse; se trata un asunto para hacer negocio e insuflar los egos. Porque —para esta runfla de culturosos— el arte y la cultura se vertebran a partir de lo que dicta la moda, la imitación servil o la inercia mental.

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