Poesía en el paredón de la fruslería
La indefinición de lo poético
Traslapada ambigüedad como única realidad
Una oscuridad implícita en meras fórmulas de cajón
Que no necesariamente definen al poeta
Dato central de la posmodernidad
Por causa de cierta pereza o prodigalidad de las ideas
Región de fábula y todo es proteica
Estadio narcisista o cuna romántica
Sujeto lírico, hablante poético
Expresión superficial y pasajera de la moda literaria
No de acuerdo con un orden lógico sino emocional-intuitivo
Lo cual se explica por cuestión de la ideología de la época
Cuando las oligarquías de la cultura se vuelven cosmopolitas
Eso sin mencionar los abusos y las secuelas nefastas que persisten
No tienen autonomía y dependen del estipendio y la canonjía
Aunque se haga por fuerita y tras bambalinas
Política e ideológicamente ya están marcados
En dirección al dador de los chelines
Y de que son apolíticos
Bah, es una suerte de broma muy pendeja
Qué tanto papel hacen en la literatura
Si su voto no pesa en la balanza
No puede inferir desaire a tan encumbrados poetas
Habrá quien halague su vanidad
Esa fiebre que mata la razón
Era mal el modo que tenían para apearse de la mula chuca
Como era también costumbre dejar las sábanas
Más allá de la hora en que cacarean las gallinas
Y no tardaron mucho en hacer la morisqueta del carnero
Criaturas verdaderamente mediocres
Pretenden ennoblecerse con la tenacidad y la máscara dual
Han chocado con muros que no pueden derribar
Muros del axioma que si no se atraviesan no se actúa con libertad
Proclaman la majestuosidad de lo absurdo
Con ese sistema de algoritmos poéticos habrán de quedar
Sepultados en el hoyo negro del panteón de la metafísica moderna
Si ya no impresionan las alegorías teológicas de Kierkegaard
Menos esas confituras que quieren abrillantar con el camelo
Personeritos seudoliterarios que han dado sustancia a la risa
Terminen de arreglar los bártulos de su oficio
Que aquí se paga por exteriores y por apariencias
Yo dejo que me cocinen en la bucha de las palabras
Pues ni estando bajo la horca se ha de perder la esperanza.