EPITELIO CULTUROSO


Epitelio culturoso

Desmigajar, tunear, pololear y barruntar
Inútil es buscar el poder de la belleza
Un corolario grandilocuente cuando se tiene algo de pubertad
De una utilidad formidable han de ser esos versículos
A los que les faltan nexos, costuras y erección de los hechos
Les escribiré para inquirirles respeto

Hay que dar cuenta de las palabras sublimes
¿Y quién actuará como orquestador del tema?
Si nadie se pone de acuerdo
Ominosa semántica, descargo de conciencia
Como a Casandra el dios Apolo les otorgó el don de la profecía
Parecen presas de un colapso alucinatorio
Para que alguien llegue a expresar el esplendor
Tiene que nutrirse de misterio no de escozores intrapiernosos
Para la descripción extrema o anecdótica
Aparece la visión sarcástica con más alto rango

Revelaciones sensacionalistas y biografías amarillistas
Ya están lanzando el estruendoso apostrofe de Espronceda
«¡malditos treinta años!»
Circunscritas al pensamiento para el asombro de la grey literaria
Despilfarrando frases y blasfemando sobre el cáliz
Las mandaron con el traje que usaba el tonto Adán antes de la golosina
Decididamente el cuerpo les pedía jarana

No se encontró noticia alguna que no fuere aceptada
A pie juntillas como verdad evangélica
Cofradía poética oficial profesando sin verdadera vocación
Cuánta palabra brotaba de su inspiración recolera
Se azotaban con el látigo de la disciplina sin reparar en gastos
Los cilicios apenas dejaban libres las coyunturas de los codos
Acompañadas de unos lobeznos que no temen ni a Dios ni al Diablo

¡Trucha con esas tías!
Fogosas sobre la inflamable poesía
Se hicieron de pencas


Pero el escándalo surgía en el momento de cobrar primicias
Las femeniles dolamas eran más feas que una excomunión
Sin embargo esas mujeres eran como el mismo pie de Judas
Se afanaban en dar al Diablo la carne para ofrecer a Dios los huesos
Soñando como sueña un libertino para curarse de la dispepsia
Lo grave del asunto es que realizan una promoción inútil
Un trabajo como el de Sísifo: dirigido a todos y a ninguno
Dándole las mismas vueltas a la noria
Sin sugestionar el espíritu hicieron juramento encima del cuerpo
Quieren lograr la poesía a fuerza de vapulear el talento

Auroleabales la fama con un credo poético aislado y sin genealogía
Se hinchaba de ruido el silencio
Pero las orejas de trapo estaban rotas
Ñusto corazón de la congoja en flor de chinche
No hablan pero mueven los labios
Esos labios pintados de rojo como puerta de pulquería
Sentimiento de vómito ineluctable
No hay absolución para las camas huérfanas
Y en el danzar no hay peligro si la intención no es libidinosa

Muy andadas y de pata ancha
Electricidad de la simpatía
No han pegado golpes en el pericardio del corazón
Habrían quedado en su gloriosa farsa
Sino  las hubieran metido al ajo
Toparon con hueso como dice el Piporro
Un putacazo para azonzarlas
Un putacazo para tumbarlas
Y otro para terminar de cincharlas
Se revolcaban como un demonio mojado con agua bendita

Se les da la versiada como cualquier sarna que rascar
Como si se tratara de cualquier fritanga de mercadería
Sopa boba de los talleres literarios
Llevan tiempo reptando en la alta suciedad de la poesía
Taxativamente: algo peor que cogerse a una piruja con ladillas.

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