el aire adquiere la forma un un pájaro
En las formas restringidas de considerar que todo lo que se
escribe es literatura, o sea, historia de la escritura que remite a un sistema
de relaciones entre el autor y su obra, entre la obra, público y canal de
difusión cultural, se insertan los idearios políticos y las estrategias
discursivas de los paradigmas ideológicos de la dominación. Condición cultural
de la vida intelectual, tan invisible como los muertos que han sido devorados
por los gusanos, es una persuasión que implora su propio linaje estético, su
tratamiento lingüístico y su imagen icnográfica. Y mientras menos se encuentren
dotadas de poder explicativo, esta espiritualización subjetiva resulta más
eficiente para mistificar la gramática, para separar la cognición del proceso
reflexivo, para evadir con símbolos la pluralidad de los sentidos, para excluir
con la reiteración de metáforas los fenómenos de la realidad, para reducir a
signo lo tangible.
—Por ejemplo, el aire adquiere la forma un un pájaro.
El arte se
consagra a su nivel más abstracto, a lo estrictamente ilusorio, a la correlación
de categorías amorfas y que atañen sólo a contenidos lingüísticos. Es decir, a esquemas
retóricos estereotipados que se afianzan como cualidades y principios de la creación
artística. Sin embargo, se requiere más
que perspicacia para detectar la evocación clasista en el filo de la noble
clarividencia poética y literaria. Las manifestaciones —eufemísticas, polimorfas
y ambiguas— encubren el discurso poético sin hacer patente la llana y notoria significación;
se disfrazan los sentimientos con terminología neutral; por ejemplo, «amor de mi
vida». Metáfora y símbolo representan los mejores recursos estilísticos para la
darle a la palabra significaron equivoca, connotación genérica de identidad sustancial
en diferentes objetos y una misma nomenclatura para designar conceptos y entidades
desiguales («casuística» en la que se descubre el modelo cultural hegemónico, a
fin a la concepción del grupos dominante).
En el artificio literario las
antinomias sólo son apariencias, aun en la tolerancia de aceptar a los seres
humanos como son y como actúan, de modo que el odio sea, al mismo tiempo, amor.
Pero al final, son las virtudes de la negación las que cobran existencia en las
«acciones simbólicas» del ensueño, la fantasía y la imaginación.