HEVA INILLA / Niña con mosca amfetamínica

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O este o el otro

¿Sôren o Georg Friedrich?
Como sucesión electora de una existencia subjetiva, como otra, Kierkegaard eligió convertir Don Giovanni en la mayor obra de arte jamás creada por la humanidad.
Yo te elijo a ti.
Pero no del todo.
A la manera de Machado: "un poco más, algo menos".

Hegel Pprrofesssor, ni usted ni Dios fueron reales ni racionales, no obstante, los alumnos de la Universidad de Berlín le eligieron a usted y no a Arthuro. Las clases de él estaban vacías de oyentes, las de usted a rebosar. Arthurito en su tierna maldad, programó una coincidencia de horarios pero el reto le salió mal o simplemente le sirvió para confirmar lo que algunos venimos a revalidar cada día. Otra elección.

Contención supraindividual o me tiro al conejo.

"100.00 millones de moscas comen mierda"- respondió el productor musical cuando le preguntaban sobre el éxito de los top music.
Descalificar, descalifico a gusto porque discernir o rechazar es formar y refinar el espíritu. A mi entender.
Leo pero prefiero derramar que leer, al modo de Nietzsche. Aunque soy vaga, me aburre consentir que otros piensen siempre por mí.
Elegir las lecturas, las palabras, elegirse uno mismo antes de hablar. Mejor no. Nos vamos a callar. Si nos pensamos mucho, no exponerse es mas prudente.
Si no podemos cambiar de cabeza, cambiemos de tema.

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Usted que comparte, Charko, conmigo; me descalifica y me califica de trágica, y yo de su cómica tragedia argentina, como de todo, con humor me rio: matemos a la muerte-propone. ¿Hay algo mas cómico?. Sí. Gott ist tot/ Dios ha muerto. Opción personal. Elección poética. Y es que Nietzsche le daba mucho al vino. Alguien dijo que no se puede leer al filósofo alemán con dignidad, sin morirse de la risa.

A Dios, por sucesión electora también,- como elegir a Don Giovanni o un vino- podemos matar y rematar cada día de nuestra vida un par de veces y a la muerte darle la espalda, otro par mas. Hasta que un sarcoma en pulmón derecho irreversible con metástasis hepatobiliar, un amigo en ictus coma repentino o un niño calvo leucémico nos la refresquen un poco más.

¡Eh, carnal!, ¿recuerda nuestro pacto? yo le nazco para matarlo, no más. Que broma, ¿no? Y es que Dios nunca murió, nació ya muerto en la elección del vivo. Alguien se lo inventó?. Alguien le ha visto? Si fuera racional y real , sería algo vivo y sino fuera mudo hablaría. Vivo, compuesto, con forma, no paloma. Alguien lo ha compuesto en pura esencia inquebrantable?
Que hable o calle para siempre.

Teresa de Jesús
lo presintió, lo conformó en un parto ascético, lo eyaculó en múltiples orgasmos místicos por las vaginales glándulas de Skene, ginecólogo escocés, amigo de Gräfenberg el del punto G, hijo éste de Salomón Gräfenberg el cual regentaba una ferretería.
Los meditadores ven luces, globos, trikutis pero a alguno le habló Dios ¿o él habló a alguno? ¿Alguno de ustedes es Moisés, Abraham, Job? Jesús el arameo, el Angel Gabriel? ¿Buda, Zoroastro, Mahoma, Maulana Rumi? De un paso al frente el reconocido. ¿No?
¿Le hablaron ellos a usted?. Porque a mí, no. Ni el Jesusito nunca se me terció, siendo yo como él, un niño. Niña con punto G. G de Gräfenberg. Pero por lo mismo, ¿alguien puede afirmar que nadie le ha visto?. Los santos, no. En este punto hubo consenso.

Elecciones, afinidades subjetivas, nada más, tal como un persa debe fornicar tapando a la mujer, a oscuras y un judío puede besar todos los puntos del cuerpo de su amante, a oscuras también mejor, para esconder defectos. Sin embargo es común pecado y castigo severo masturbarse con manos o pies, el adulterio y otros actos para ellos, subjetivamente denigrantes e impuros.

Las afinidades no nos eligen, elegimos nosotros la afinidad por la cual nos quedamos con este o aquel, comer muerto o comer te vivo, te beso o no te beso mas, paella de marisco o de setas y alcachofa, esta cala o la de mas allá, mar verde o azul, mendigo rico o rico mendigo. ¿Umberto Eco o Carlo Maria Martini?
En este caso, me quedo con los 2.
Uno, varios, todos o ninguno. Pero siempre hay que creer elegir en la medida en que nos sea permitido. No es libre albedrío es el destino es su conformación, estructurando desde la voluntad de lo peculiar. Spinoza, abanico de aproximaciones a lo subjetivo.
Me duele la breva de tanto pensar. ¿Breva o higo?.

La muerte nos lleva a Dios y Dios a la muerte.

Y yo muero sin morir en mi, si amando a quien quiera que me haga reír, puedo hasta sonreírle 18 veces al día a la muerte.
Y tan larga vida no espero. Pero de morir, me muero.

¿Tú o él?.
Me quedo con los dos. Con los 3. 4, tal vez. Me los envuelve, haga el favor, que me los llevo. Y a ella también.

Heva Inilla

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