REFLEXIONES DE UN ALBAÑIL MARIGUANO


Esta es la descripción de la inmanencia que se teje pregonando fantasías. En extremo, la candidez que contiene la cantaleta boba «todos somos poetas»; no es otro birote que una parálisis parmenídea en la que ya no hay discernimiento entre pureza e impureza, entre emoción y poesía. Y para no hacer más choncha estas disertaciones, me abstengo de apuntalar opiniones acerca de los forliculeros que se dedican a envenenar el ambiente periodístico con sus fétidas miasmas y cretinismos insoportables; fulanetes que por su afición al embuste, y a quienes no les queda ni una mirruña de vergüenza, se autonombran periodistas culturales.

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