15 de julio de 2013

conspiración o mala leche

—De cierta manera, la cultura se entiende como sinónimo de sociedad capitalista.
—Órale. Como a la crítica que ahora la llaman conspiración o mala leche.

propagadores de una cultura plutocrática, monocentrista y hegemónica


Bajo la máscara de la asistencia fraternal proclaman objetivos como si tuvieran fuerza mágica y esperan, llenos de ingenuidad o disimulo, un efecto positivo. Y todo en pro de la democracia cultural. Por tal razón, no tienen el derecho de llamarse promotores culturales. El nombre correcto para ellos sería el de propagadores de una cultura plutocrática, monocentrista y hegemónica. Si realmente ayudaran a la perrada bajuna a romper con el aislamiento en que se encuentra, estarían condenados a ser sus propios sepultureros.

Santuario kitch de Jesús Malverde

Santuario kitch de Jesús Malverde
los efebos de Pablo Escobar Gaviria
se tutean y se putean con el obispo
pránganas empresarios y narcos
le ponen al perico
y los gringos no cantan
mal las rancheras...

13 de julio de 2013

Para lograr un acertado tino poético se requieren más que palabras

Poco antes de enchocharse, el poeta César Pavese escribió que la unidad espiritual surge al elegir las palabras. Pero yo no creo que la cosa se así de pelada. Sostener tal afirmación equivale a concebir la poesía como un simple receptáculo de forma. Para lograr un acertado tino poético se requieren más que palabras. Y, puesto que aquello que la palabra no alcanza a explicar es precisamente lo que le da valor estético, por ejemplo: una pandilla gerundios ninis paseándose en bicicletas.

Los poetastros de las comarcas de la Tía Juana

Los poetastros de las comarcas de la Tía Juana, y puntos circunvecinos, no toleran que una poesía mejor que la suya salga a flote. Por eso con obstrucciones se divulga la creación literaria. El sueño de poetas desconocidos queda enterrado y su talento injustamente denostado, y los maletas acaban detentando el lugar de los buenos. ¿A quién escogen entre todo el bulto de candidatos a publicar y a salir a escena culturosa cuando organizan sus mentadas lecturitas, si la imprudencia, la mezquindad, la mala leche y la falta de visión son los factores que determinan la gracia publicitaria del marginado esteta? Los criterios de selección que predominan son chapuceros, de bajo anaquel, y con claras resonancias de cuatachismo trufado de lambisconerías. Y, al final de cuentas, el birote termina en un rebajamiento descarado de la literatura, en una omnipresencia falsa, hija de la desmedida ambición y de un lirismo torpe. Para esas cabronas y cabrones la poesía no es asunto del lenguaje sino del apalabre, y lo que preconizan en su parafernalia, en cuanto a que «la cultura no debe tener límites» y que «todos somos poetas», no es más que mierda altamente concentrada. El trasfondo mentiroso se vislumbra como un intelectualismo populista que fácilmente puede ser desmentido por cualquier borracho o niño tonto: «La convocatoria de pertenecer a nuestros grupos se encuentra siempre abierta. Y todos son bienvenidos».
—¡Sí, cómo no! Y el esperma es un veneno •

Sacan hasta las sonajas y los cinturones de cascabel para anunciar al mundo quiénes son

Así se pisa el umbral de la literatura, meneando el culo y balanceando del cuello las medallas, premios, doctorados y demás corcholatas que han ganado. Sacan hasta las sonajas y los cinturones de cascabel para anunciar al mundo quiénes son. Con las turgencias curriculares que exhiben pretenden ser distintos en un lugar en el que la pobreza y la anemia cultural los hacen ver como seres abyectos. Si acaso, poéticamente hablando, como pájaros aturdidos, ominosos jilgueros de la retórica nauseabunda.

Francisco Morales en la dote cultural de nuestras miserias locales

Y el poeta, compinchado en la rémora de las instituciones cultureras del gobierno empresarial (IMAC, CONACULTA, FONCA, ICBC, CECUT), proporc...