Te capearon con la lana, Gilberto

—Te capearon con la lana, Gilberto —le dice, con un tonito de efusividad lisonjera, uno de sus acólitos.

—Psssss… Ya me sé la faena, bróder —responde el Licona, mientras suelta un suspiro que se evapora entre risotadas, carraspeos, discusiones incoherentes, ruido de botellas y ladridos de un perro (al que su dueña le advertía por enésima vez que dejara de estar chingando porque sus invitados no podían tripear a gusto las rolas del Nicho Hinojosa).

—¡Yónatan!, ¿dónde dejaste la vonga y los zig-zag?

Padrotines de cofradías y figurones que se precian de ser escritores independientes

Muy a menudo se escogen a perfectos imbéciles o a cínicos charlatanes que son inflados mediáticamente como los baluartes del la cultura fronteriza. Los hechos han mostrado que la corrupción campea a sus anchas por doquier, y la cultura no se haya exenta de complicidades e intereses mezquinos y bastardos. Y en tales artilugios subyacen medios de acción de muchos culturosos; y son la base en la que reposan los supuestos «logros», el «roctstarismo» y la «famita» de los principales beneficiarios y drenadores. Padrotines de cofradías y figurones que se precian de ser escritores independientes, underground o contestatarios, pero, realmente, son todo lo contrario. Se presentan y los presentan como si en verdad esos atributos tuvieran. Si así fueran no se servirían de los estipendios y dádivas de la plutocracia institucional que regentea la cultura oficial.

el entorno culturero de Tijuana

Como lo diría la gente parca cuando habla con sentido empíricamente rústico, sin espulgarle pelos a la lengua simple y bajuna: el entorno culturero de Tijuana y puntos circunvecinos de la Baja California se haya integrado por una bola de cabrones y cabronas que —en su mayor parte y excepcionando a dos que tres de sus miembros— valen pa pura gáver.

animales paradisiacos

La frescura de la carne

nos vuelve animales paradisiacos

me gustaría ser un bicho de la patogenia social

un boyerista

un zoofílico

un fetichista

fatídicos, deplorables y fúnebres.

Desgraciados, desventurados, miserables, míseros, pusilánimes, necesitados, mendigos, desafortunados, infelices, infaustos, fatales, aciagos, lacerados, fatídicos, deplorables y fúnebres.