MARAVILLOSAS EPIFANÍAS DE LA CARNE [UN PARAÍSO SIN MANZANAS]
MARAVILLOSAS EPIFANÍAS
DE LA CARNE
[UN PARAÍSO SIN
MANZANAS]
Eran almas que
se amaban pero a
gran distancia
como la posibilidad
efectiva de llevar
a la práxis
la creación
de un
paraíso sin manzanas
anclados y
uncidos
decididos a juntar
hasta los olores místicos
pensaban que podían
darse un mundo
mejor
esperpéntico, platónico
y casi inútil
Toda una variante
del happy-end
Excluyendo las
cursilerías
ya se sabe que al
amor
se le premia y se
le maquilla como un
payaso
con muchas
dosis de nostalgia
como la que suelen
escribir los poetas
a sueldo
algunas veces apetencias
transitorias
simples
elaboraciones verbales
que impone la moda de
la literatura rosada
en ciertas
ocasiones
una situación
oportunista en detrimento del corazón
y en otras
auténticas pulsaciones
poéticas-concupsicentes
sin pesimismo
cósmico y libres de
toda paja retórica
No me atrevo
a decirlo
pero en cada
momento me acuerdo de
esa mujer
abriendo cancha entre
limosnas emocionales
en aras del apacible
pintoresquismo romántico
para situarse en la
antípodas de las cursilonadas
para salir
con una mentira suficientemente decente
apestosa
bolsa de fluidos
no dejes que
el mundo real
te arruine la
vida
simplificación de forma
y contenido
pasión por
vivir es pasión por
morir
centralidad
de la persona como
ser nulo
el sentimiento universal es una
mercancía difícil de pagar
son las
codicias elementales
escombros que
se tiran al azar para
no decir ni sí ni no
para llevar luz
a las cuevas oscuras
ómnibus dubitandomo
la duda es un
gusano muerto-de-hambre
y los cuervos
jamás se sacan
los ojos
estrellas que han
perdido la luz
y ella tan
frágil como la
ala de un pájaro
tentación
de mis
demonios internos
la eternidad siempre
dura hasta el día
siguiente
¿cuántos
pendejos hay en cien personas?
¿cuántos
idiotas que patean
gatos o golpean perros?
Navajas de oxigeno
una vagina
con zapatillas
cínica inocencia
como el
olor de las flores
como el aroma
de un perfume barato
la verdad es
algo que se puede
perder de un
día para otro
como la bolsa de
Navidad de Santa
Clos
en la caridad
y el amable corazón
de la clase pudiente
enamoradizos tonturrones
el melindroso clamor
cuando un
hombre sabe amar el
mundo está a su merced
pero los amantes no vociferan el sufrimiento
que palpan
son como los cangrejos
que no gritan cuando
hay dolor
engolfados en
la edad
del alter ego
Hay más cosas
intuidas que observadas
como las prostitutas
pobres
como en los idilios
de adolescentes
como en la idea
musulmana
de que en algún mísero panfleto puede
estar la palabra
de Alá
nimios hechos cotidianos
& pasiones de un petimetre
amartelados
pretendientes
truenan las
palabras de los
que imitan a
Romeo y Julieta
amor = fantasía
omnipotente o fetiche edulcorado
que cuando se
realiza deja de
existir
¿hay algo más elocuente
que un blablablá?
porque yo ya
tengo los dedos gastados de
tanto escribir
Suculentos
dividendos eróticos
el
deseo de amar no tiene límites
si todos pudieran
ser poetas
ergo
los
poetas no tendrían
trabajo
la cabeza en las
nubes
no hay nada para
nadie
los sueños siempre
acaban siendo sueños
la
vida es una breve actuación
el disgusto
trastorna a los débiles
mentales
un calor
invertido (una especie de
frialdad)
a veces caigo
en la tentación de querer
ser mi clon
nadie puede huir
de su pasado
maravillosas epifanías
de la carne
tan maravillosas
como mi primera
enfermedad venérea
versos tan blandengues: mi vida es
una cama de
rosas
esta es la
soga que te
estrangula
la
imposibilidad de lo posible
para dar rienda
suelta a aventuras
de agradable pelaje
heteróclita fusión
de besos
y caricias impúdicas
estabas ebria
& hablabas mientras
dormías
muñequita de im-pureza
virginal
muy dada al amor
platónico
esa noche dijiste: «gracias por el
sexo, lo necesitaba» •