el Diablo le disputa a Dios su carne

Pero... como en el bien se deja ver el mal, el Diablo le disputa a Dios su carne, más pronto que tarde se descubre el tarascazo, el moretón en el cachete de la virgen, el jedor de la carne podrida, el orificio de la puñalada trapera, la miseria moral...

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