voluptuosidad de primavera

¿Qué tu vida es un desastre? Cuesta trabajo creerlo. Líbrate de ese aciago que sólo es una debilidad pasajera ¿Cómo? Con una aventura más completa, con una mejor voluptuosidad de primavera. Tú tienes las solución sabiendo que tu soledad es un espejo y tu furor una virtud reprimida. Tu corazón exclama una cosa y tus labios susurran aquello que está imaginando y que no quieres decir en voz alta: esas caricias que se enredan por el cuello y que queman hasta las axilas.
Esa propuesta no solamente de lenguaje figurado, supongo que no, tiene un trasfondo digamos que «obsceno» que no se puede enmendar ni poéticamente. No soy de esa índole viciosa, pero acepto el pacto. Y nosotros que creíamos más en el espíritu que en el cuerpo. Esta lengua de gato te va a saber a delicias. Siempre lo he dicho, no basta la virtud. Hummmm. Bueno. Les exprimiré hasta el tuétano y les sacaré todo el aire que tengan a cumulado en sus cuerpos. Vas a amanecer amoratada, igual que la profesora. Échale entonces cerrojo a tu puerta para que nadie se entere de tu lujuria.

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