La torre de control que servía para guiar el aterrizaje de la avioneta de Al Capone

—Hace años, como a principios de los ochenta, una parvada de porros y mandaderos del gobierno municipal-estatal, tumbaron a putazos la puerta del cantón del profe Rubén. ¿La razón? Es que el ruco publicó un artículo en el que repudiaba el hecho de que la nueva Torre de Agua Caliente, construida donde finaliza el tango de la ciudad, no podía concebirse (a ojos moralinos de don Rubén, claro está) como un símbolo representativo de Tijuana.

—En realidad lo que se construyó, por mandato y pecunio de los fariseos tijuanenses, fue una réplica de la antigua torre de control que servía para guiar el aterrizaje de la avioneta de Al Capone, durante la época de la ley seca.

—Bueno, como te venía blablablando, y en dicho articulejo el profe manifestó agriamente su inconformidad en el sentido de que tal chingadera no representaba un símbolo emblemático para los tijuanenses. Para los virreyes y caciquitos vendepatrias que, en aquel entonces, desgobernaban el estado y el municipio, lo manifestado por el profe no les agradó y les cayó como patada en los güevos. Y, entonces, que le mandan achichincles para paniquearlo y saquearle su chante. Pero el atropello ni lo tibió al ruco. Pues, a pesar de la culerada gobiernista, Vizcaíno no bajo la guardia; continuó firme en sus trece, tirándoles más cagada •

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