En un lugar como Tijuana
No es fácil cambiar de estilo. Y peor tantito, en un lugar como Tijuana; aquí las cosas son diferentes. Aquí son más pinchis y la ciudad más ruda, llena de gente requetegoísta y bien culerona. Pero el colmo es que aquí, hasta el más matón se cree inocente y el demagogo, un dechado de sabiduría. Y los mequetrefes que gobiernan hacen y deshacen a sus anchas, a tal grado que controlan Tijuana como se manipula a una mujer completamente ebria. A veces la hacen pasar por loca o pendeja. Si aquí la peor ramera finge ser una gran dama, ¿por qué yo no he de hacer lo mismo?