Para una conciencia ingenua y sin contenido teorético, cuando no hay referencias histórico-culturales de las cuales asirse, un disparatario de sandeces puede ser una certeza de verdad objetiva si se recurre a una casuística de falacias, resuelta por vía del descaro demagógico y que hace delirar a más de una docena de melolengos que se atienen a la vaga indicación de que en la Baja California, y específicamente en Tijuana, existe un «bum» artístico y cultural de vanguardia.
DOSSIER CARLOS LÓPEZ DZUR [TROZOS POÉTICOS]
«Es la mujer real, costilla celular de mitocondria, aposento idóneo, el sábado encarnado de una canción que hoy es el recuerdo que canta y que, en la carne, conmueve todavía... ». Carlos López Dzur, Desencarnamiento «Cuando seca está la lengua del espíritu, me pongo a rasurar el bello púbis de Sión... ¡pero, claro, es porque en sus piernas, en sus magníficos cimientos de rodillas, me cobijo y echo unas clavadas en seco al fondo de las charcas de Urano, y ella es la bienvenida del cariño en mis costillas!». Carlos López Dzur, Romance de Corinna Hartney «Uno mete el ojo por la cerradura. Agujera su anhelo insólito de milagros. Asalta el techo, se descalabra en volúmenes de esperanza, pero sólo a tí, japa ninfática, fiat, el hágase, ahí te voy, sáciate, mirón, cuando asesinas el brassier en los pasillos y exprimes dos fantasmas en mi boca». Carlos López Dzur, Los senos cósmicos «No es moral la nueva Babilonia de babosos. Ni la ciudad de los grandes platónicos ni los grandes imperios ni