La primera ley de la naturaleza

Ya lo decía Voltaire cuando hablaba de la tolerancia: «Todos estamos amasados con debilidades y errores; perdonémonos recíprocamente nuestras tonterías, tal es la primera ley de la naturaleza».
«Todo lo que escribo está cargado de dinamita. Mientras tenga fuerza y entusiasmo cargaré mis palabras con dinamita. Sé que mis verdaderos enemigos, los tímidos y los arrastrados, no se enfrentarán a mí en un combate justo. Sé que la única forma de entrar en contacto con ellos es alcanzarlos desde dentro, por el escroto, tiene uno que subir por dentro y retorcer sus sagradas entrañas» Henry Miller