Como los poetas, sicarios y malandrines ultrasanguinarios son los entes
que ahora están de moda, como antaño estaba Gil Blas o el Fígaro
de Beaumarchais. Son estos
personajes los que predominan y el resto desaparece. Cada quien reclama su
puesto en determinado momento histórico. Asómese a las páginas del Lazarillo
de Tormes y vea quién es la figura notoria que sale de la miseria y la
brutalidad de esa época. Ya no hay lugar para las sorpresas.
«Todo lo que escribo está cargado de dinamita. Mientras tenga fuerza y entusiasmo cargaré mis palabras con dinamita. Sé que mis verdaderos enemigos, los tímidos y los arrastrados, no se enfrentarán a mí en un combate justo. Sé que la única forma de entrar en contacto con ellos es alcanzarlos desde dentro, por el escroto, tiene uno que subir por dentro y retorcer sus sagradas entrañas» Henry Miller
21 de agosto de 2013
Después de allí, ni un paso más.
Yo, por mi parte, estoy dispuesto a seguir a la poesía
hasta las puertas del cielo. Después de allí, ni un paso más.
«rockstarismo» mamón
En lo que a mí respecta, convencido estoy que la labor literaria no es un pasatiempo ni faena para matar el ocio. Tampoco es prioritario en él que vivir del oficio escritural, aunque muchos quisiéramos vivir de este camello. Yo, por mi parte, soy abogado y profesor, y de tales faenas saco la firula pa llenar la tripa. Y no discurro en deseos plañideros para sustituir una cosa por otra, y mucho menos, me rebajo a pordiosear el talón de subsidios o becas como lo hacen los cabrones carroñeros que se niegan a corretear la chuleta en otros campos. Quién no desea ser un escritor de tiempo completo, pero ya ven, si no se cuenta con marmaja que respalde la sobrevivencia no queda otra que comer aire como los camaleones. Sé de escritores que pregonan ufanos el amor a la escritura, pero eso lo aseveran de la geta pa fuera, pues anteponen a su devoción literaria el metalón o al «rockstarismo» mamón.
una tesis de poder que subvierte la moral burguesa
Aunque
en principio suele ser triste y repugnante, la esencia metafísica que
subyace en el acto criminal se disuelve en la rutina social y desemboca
en una tesis de poder que subvierte la moral burguesa. No es una suerte
de «weltanschauung», pero su aplicación práctica destruye valores (y su
reacción es rápida si son los chalinos o los mangueras quienes le den
pábulo). Sus efectos síquicos se trasladan
al proceso social para encontrar fundamento y justificación en
cuestiones muy prácticas y concretas, es decir, objetivos inmediatos que
revisten el carácter de crimen organizado o desorganizado. Asi, por
ejemplo, si dos fulanos «A» y «B» carecen de empleo, están en la vil
ruina y no tienen expectativas laborales en la estructura formal de las
relaciones sociales de trabajo; uno podrá resignarse a no robar, a no
secuestrar o no despachar a un tercero a la tumba; en cambio, el otro
quebrantará la ley y cometerá delito. Aunque la voluntariedad del
segundo repugne, su intención es más firme y de mayor energía para
afrontar la vida que la del primero, que sin chistar se queda en el
miserable atolladero que la moral burguesa le ha reservado y que de nada
sirven para satisfacer sus necesidades más elementales. Y aquí sale a
colación Wilhelm Reich cuando decía que «todo lo que actualmente se
llama moral o ética esta, sin excepción, al servicio de la opresión de
la humanidad trabajadora».
la metafísica del acto criminal como inmanencia del mal
Al rato —cuando más vivos queden reducidos en muertos— el crimen (como sinónimo de homicidio o dolosa privación de la vida) tal vez no pierda su tipicidad de acción u omisión antijurídica y sancionada por el «ius puniendi», pero sí su carácter refractario de «causa eventual», desposeyéndose tanto el asesino y su comisión homicida del rasgo de ser un «un hecho excepcional» de la existencia cotidiana; o sea, de esa «situación» a la que Raymond Chandler en su literatura negra, metafóricamente, la comparaba con «una papa de cuatro kilos o un ternero con dos cabezas», mientras apuntalaba en -su novela Un largo adiós- la metafísica del acto criminal como inmanencia del mal: «Un asesino es siempre irreal en cuanto uno sabe que es un asesino. Hay gente que mata por odio, o miedo o codicia. Están los asesinos astutos que planean y esperan salir bien. Están los asesinos violentos que no piensan en nada. Y están los asesinos enamorados de la muerte, para quienes el asesinato es una clase de suicidio remoto. En cierto sentido, todos son insanos...»
la sustancia más pura de la humanidad
La razón para el romántico suele ser una fuerza infinita y omnipotente que constituye la sustancia más pura de la humanidad.
19 de agosto de 2013
figuras de la culturosada tijuanaca
Si vas a imitar a alguien, no imites al Charkomen. Imita a los dioses por encima de las figuras de la culturosada tijuanaca.
16 de agosto de 2013
la inspiración es un desecho menstrual
Gerundios
desgastados
más de cinco
ritornelos
paradojas bobas
aborrezco las
alegorías
amo las necedades
onomatopéyicas
peino los
prefijos
siguiendo
metáforas borrachas
ofendo con
ironías
convierto fonemas
en aullidos
amo y odio la
repetición
imito la
imperfección de un símil
los tropos
ahogados en la tinta
en la garganta
amontono sílabas reverberas
ardiente es el
furor de los puntos suspensivos
la inspiración es
un desecho menstrual
musa cuarentona
dinero recurso
estético
o símbolo poético
en la bolsa de
valores
piernas de mujer
lasciva
dispuesta a
fornicar
así se entreabren
los paréntesis
vocales que se
apretujan
entre colores y
fragancias
galopan los
gerundios
apócope con cara
de niño pervertido
una grafía enana
me atosiga
sustantivo que se
carcajea
una sinestesia
ebria
se orina frente
al triptongo
un adjetivo sucio
quiere bailar
y toma de la
cintura al diptongo
el hiato lo
abofetea
copetín de una
eñe
la ironía se
embriaga
el pronombre se
come las uñas
diéresis o huevos
rellenos de tinta
asterisco flor
dilatada
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Francisco Morales en la dote cultural de nuestras miserias locales
Y el poeta, compinchado en la rémora de las instituciones cultureras del gobierno empresarial (IMAC, CONACULTA, FONCA, ICBC, CECUT), proporc...

-
Y el poeta, compinchado en la rémora de las instituciones cultureras del gobierno empresarial (IMAC, CONACULTA, FONCA, ICBC, CECUT), proporc...
-
La función cultural de la mayoría de los artistas y escritores que han emergido —con más precipitación que talento— es de escaparate y apari...
-
Y, a vuelco de impresiones y adjetivaciones inútiles, y con muy poco sentido de proporción estética, el protopoeta se sumerge en una ensoñac...