13 de julio de 2013

conjeturas falsas y vulgares, propias de tontos de capirote

Desde el punto de vista histórico, la filosofía es la primera forma de conocimiento, es decir, de pensamiento teórico. Representa la clave de los enigmas del universo; es la ciencia que trata las leyes más generales de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento. Marx sostenía el principio de que la filosofía es "el alma viva de la cultura". Sin embargo, existen dos maneras de introducirse a la filosofía sin llegar a comprenderla: la primera, a través de la superficialidad y la otra por vía de la necedad. Ambas conducen a operaciones síquicas rudimentarias, a conjeturas falsas y vulgares, propias de tontos de capirote. En cambio las ideas profundas llevan a la cúspide del conocimiento, pero de nada sirven sino se unen a la acción. La actividad mental es inconcebible sin la actividad práctica; no hay cognición pura, ¿cómo puede llegar a materializarse un producto abstracto? La acción-cognición resulta inseparable, por ejemplo, tal vínculo permite elevar el nivel intelectual para tomar decisiones correctas, hablar sin equivocarse y obrar como es debido. La filosofía es, desde su origen hasta hoy, una ocupación necesaria para el desarrollo humano, tanto en lo espiritual como en lo tecnológico; pasa de lo ideal a lo material y viceversa. Transita de un "ser" a "otro ser", de palabras a cosas, y a la inversa. Con la filosofía el pensamiento -producto superior del producto superior de la materia, como dijera Lenin- adquiere significación universal, amplitud, divergencias y orientaciones diversas.

Francisco Morales en la dote cultural de nuestras miserias locales

Y el poeta, compinchado en la rémora de las instituciones cultureras del gobierno empresarial (IMAC, CONACULTA, FONCA, ICBC, CECUT), proporc...