9 de julio de 2013

y la poesía como las nalgas de piel pilosa

La hipocresía ornada como talento la mendacidad de la decadencia
porque en vez de peligrar hay que guardar las apariencias
el tozudo pathos contra la inmensa y putota mentira
y el premio a tantas virtudes es una sucia covacha de ratones
claro está con los atributos del paraíso terrenal
glándulas mamarias o curiosa inclinación hacia lo pintoresco
y la poesía como las nalgas de piel pilosa / sin capa subcutánea
de todas maneras y aunque la cosa no fuera como se ha dicho
de poco o nada sirve jugarla a poetastro
si ya semeja a una fuerte propensión a la güevonería
mortífera holganza del «otium no negotium»
zonas erógenas del sistema semiótico
de nada sirve tener un alma de poeta sino se es poeta

dicen que Tijuana es una ciudad muy culta llena de artistas

Y ¿quién asumirá el estandarte de la indignación moral?
dolor desdicha e imperfección de realidad
fenomenología sin restricciones / el padre no respeta a sus hijas
dicen que Tijuana es una ciudad muy culta llena de artistas
que sus habitantes son tan ilustrados que hasta saben lo que ignoran
como ignorar que Hegel es Beethoven en la música y Goethe en la poesía.

para dar fe de la manera en que se deshilacha la figura del periodista


Al adjudicarle a alguien el calificativo de «gacetillero», en sentido positivo, me excedo porque su auténtico significado corresponde a un periodista de muchos huevos, a un progresista, avanzado, revolucionario, contestatario. Y para demostrarlo recurro a la historiografía. Antes de que se promulgara en México la Constitución de Cádiz de 1812, Joaquín Fernández de Lizardi, en El Pensador Mexicano, pápiro del cual fue su fundador y editor, escribe al virrey Francisco Javier Venegas pidiéndole que derogue el decreto del 25 de julio de 1812 en el cual «se condena a la última pena a los jefes o cabecillas, a los oficiales de subteniente arriba, a los eclesiásticos del estado secular y regular que tomasen participación en la revolución y a los autores de gacetas o impresos incendiarios...». Ejemplos claros existen para dar fe de la manera en que se deshilacha la figura del periodista cuando el aprendizaje de su profesión no es fácil o se ejerce a la bravota. Y para dar chirrín con llave, remato con esto: hay cabrones que mejor prefieren estarse cogiendo una puta que dilucidar chingaderas como las que aquí adobo. Y, otra cosa: siento informarles a los dolidos que mi trabajo escritural lo realizo con base en mi propio criterio y convicción, y no a petición de nadie, ni con especulaciones pundonorosas de doble moral, ni a la usanza sensacionalista.
Acepto los fetiches, pues a mí me enseñaron a respetar las quimeras, siempre y cuando fueren propuestas de innovador empuje y no premisas de porvenir dudoso. Lo digo porque no siempre es la coherencia la que triunfa; regularmente —y por desgracia— suelen ser las acciones elásticas y mediocres las que salen avante, debido a que cumplen muy bien su compromiso con el idealismo. O sea, el que se va con la rama de laurel es un don nadie o un esnobista. Mientras aquellos que permanecen en la retaguardia y en los rincones oscuros de la fama son gente como Joaquín Fernández de Lizardi o Francisco Zarco.

piltrafa desmadejada o configuración de la materia



imbéciles fronterizos
feministas taimadas que suponen
que la menstruación es lo peor del mundo
piltrafa desmadejada o configuración de la materia
cuatro milímetros navega un espermatozoide en un minuto
la unidad orgánica sustancial que exige la moral
solamente puede ser posible entre calzón y caca
en términos de lealtad o fidelidad
todo lo demás es quimera

la turbación de la conciencia provocada por los problemas existenciales



La crítica de hoy rebaja o adula, pero esa actitud sicológica bien sabemos que es insuficiente para constituir una verdadera crítica; su significado es parcial y no contribuye a crear una auténtica crítica. Ahora, agréguese el diletantismo, las descocadas afirmaciones arbitrarias, la turbación de la conciencia provocada por los problemas existenciales, la errónea o desviada percepción de la realidad que se tenga, las fulgurantes crisis morales, la limitada capacidad de discernimiento, etcétera. Sumando todo este bagaje ¿qué es lo que se obtiene? Un mazacote de palabras que no rebasa el nivel de una estulta propaganda, mezquina y estrecha. El máster Gramsci decía que la cualidad más delicada, incomprendida y, sin embargo, esencial del critico de las ideas y del analista de desarrollo histórico consiste en saber encontrar la verdadera identidad bajo la diferenciación y la contradicción aparentes, y en encontrar la diversidad sustantiva bajo la identidad aparente [Cultura y literatura, p. 99].

Francisco Morales en la dote cultural de nuestras miserias locales

Y el poeta, compinchado en la rémora de las instituciones cultureras del gobierno empresarial (IMAC, CONACULTA, FONCA, ICBC, CECUT), proporc...