¡Ay, pero cómo, si nomás fueron puras mamadas y cogidas lo que escribí!

Escribí de cómo me estaba cogiendo a mi mujer porque, ¡pinchi vieja!, se fue a chingar a su madre. Y pensé: "¡Vas a ver, hija de la chingada!", Y tun tun tun, me aventé la novela. Escribí todo; de cómo la cogía, de cómo me la mamaba... Y resulta que, de pronto, ¡pum!, es un «best séler» mundial, ¡hijo de la chingada!, millones de libros vendidos. ¡Ay, pero cómo, si nomás fueron puras mamadas y cogidas lo que escribí! ¡Pero cómo fue posible! ¡A la verga!

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